La conducta bipolar de los mercados financieros las últimas semanas, ha sido clara prueba de lo afirmado en esta serie dedicada a la criatura de Jekyll Island. Ante ello, con un convencimiento más firme continúo. La rebelión de los deudores hipotecarios, chispa que iniciara el fuego preludio de lo que puede ser la gran explosión financiera, se está ya expandiendo a otros campos de unos mercados cada día más liberados y atrevidos. El consumidor ya no se siente atrapado y no lo está. Es la creativa destrucción de los mercados de Shumpeter.
Y es que cualquier usuario con acceso al Internet, podrá fácilmente cambiar de moneda cuando reciba signos de la depreciación en la suya. Será posible, entonces, el llevar a cabo transacciones utilizando cualquier medio de valor. Como Hayek escribiera: “No hay una clara distinción entre lo que es dinero y lo que no lo es. Nosotros asumimos lo hay y la ley trata de distinguir esos efectos monetarios, pero en realidad no existe.” Lo que encontramos son objetos con diferentes grados de liquidez y valores que pueden fluctuar independientemente amparándose unos con otros que funcionan como dinero.
Estaremos regresando al trueque, pero al trueque electrónico, mundial, sin barreras e instantáneo. El dinero digital en las computadoras globales, hará la teoría de liquidez de Hayek más válida. El trueque moderno será mucho más práctico. Infinidad de bienes y servicios serán ofrecidos a cambio de otros. Estas transacciones serán publicitadas a través de la red electrónica en todo el mundo incrementando su liquidez, y ese ha sido el secreto de empresas como Google, EBay, Libre Mercado, Amazon, Face Book.
Hayek argumentaba el uso de dinero privado erradicaría la inflación. La obligación de recibir una moneda inflacionaria en una determinada jurisdicción, argumentaba, obligará al mercado a la emisión privada para preservar su valor. Cualquier emisor de moneda que no pueda mantener su valor, rápidamente perderá sus clientes. La evolución del ciberdinero le da de nuevo vida a la teoría de Hayek y al desarrollo del mercado privado de monedas con respaldo, a la competencia para ofrecer mejores productos, dinero más sólido, menos depreciado, más aceptado y demandado. En estos momentos ya existen, vía Internet, empresas emisoras de dinero privado penetrando agresivamente el mercado.
La era de la banca emisora respaldada con oro y plata, estará arribando pero en el ciberespacio. Dinero privado estará circulando como en el siglo XIX, pero ahora en una cybereconomia. En un futuro muy cercano, estaremos haciendo negocios con dinero privado y digital. Será emitido de forma similar a los cheques de viajero de American Exppress. Instituciones con mejor reputación que cualquier gobierno, como compañías mineras internacionales o corporaciones bancarias suizas, podrán crear recibos protegidos por cantidades de oro identificados por firmas moleculares y hologramas. Las chequeras que todo mundo portará, serán computadoras personales cada día más pequeñas. Estos recibos circularán sin posibilidad alguna de que puedan ser falsificados ni devaluados. (Se acabará el deporte nacional en México; la mordida).
Mientras estas ideas se cocinan en las mentes de hombres como Bill Gates y su grupo de revolucionarios. Cuando la economía de los EU opera con una productividad creciendo a casi un 7%, en México los ex-priistas, disfrazados de perredistas, presentan su programa para regresar el control del Banco de México al presidente, provocar un poquito de inflación para estimular la economía, de nuevo pequeños déficits, restablecer el control de cambios y de la entrada de capitales extranjeros al país, regresar a la época del agrarismo, aumentar los impuestos a los que más producen, regresar a los subsidios.
Por otra parte, el presidente Calderón presenta su plan de desarrollo que no entiende ni su Secretario de Hacienda, lo mismo que su nebulosa reforma fiscal, claro siempre hablando de la estrategia de manejo de los tipos de cambio como una forma de corregir “problemas estructurales de la balanza comercial.” AMLO brinca exigiendo regresar al nacionalismo revolucionario, vuelve la moda de la rectoría económica del estado, en Sonora los cavernarios intentan linchar a Bours cuando habla de autonomía estatal y desregular la economía, en el DF los otros neandertales intentan linchar a quien se atreva a pronunciar la palabra privatizar, ya sea Pemex, la empresa más corrupta del mundo, la CFE etc. Si no les gustan las instituciones, sencillo, las desbaratan como acaba de suceder con el Consejo Federal Electoral.
Al inicio del tercer milenio, los “revolucionarios” todavía invocan al fantasma de Emiliano Zapata, truenan contra Porfirio Díaz, aplauden la nacionalización del petróleo de Tata Lázaro, la afectación del Valle del Yaqui, arremeten contra el sistema privado de ahorro de los trabajadores, piden tierra y libertad, repudian la globalización de la economía, piden la cabeza de Salinas por vende patrias, añoran la inflación, el gasto público, el proteccionismo comercial, los precios de garantía, frontera cerrada de allá pa ca, pero no de aquí pa allá. ¿Qué hacemos con los desempleados y, sobre todo, sin la lana que mandan?
Mientras Bill Gates trata que las computadoras hablen, reciban dictado, hagan traducciones, le ganen al campeón mundial de ajedrez, Google se ha convertido en la empresa más grande del mundo, el patrimonio personal de los gringos, en histórico record, llega a 80 trillones de dólares, hace unos meses los pagos electrónicos superaron a los efectuados con cuentas de cheques. Cuando hace unos años los chinos repetían Hong Kong en otras 17 ciudades de su costa para seguir promoviendo sus mercados libres, Mandela renegaba de sus antecedentes marxistas pidiendo capital para su país, el estado de Missuri establece una demanda contra una tribu indígena en Nuevo México porque han integrado sus juegos de azar en el internet y en Missouri es ilegal, la tribu argumenta; “nuestras computadoras están en Nuevo México y el juego en el espacio cibernético, ahí es legal,” nosotros, como dice mi amigo Ernesto Yberri, seguimos sembrando con bueyes y arados de madera.
En los siguientes cinco años, esa tecnología que catapulta la productividad de los EU a un 7% anual, será el patíbulo para los demagogos estilo Hugo Chávez, provocando lleguen a los liderazgos de los países hombres como Matt Laher, ex presidente de Estonia, que simplemente vigilen la buena marcha de un ejército de ciudadanos armados con eso, tecnología y libertad, dando cauce a el desarrollo de la creación de Paul Romer, La Nueva Teoría del Crecimiento. Por todo ello, no pierdo la esperanza de, en ese plazo, ver a mi admirado amigo, Carlos Alberto Montaner, como el primer presidente democráticamente electo en una Cuba libre.
SEÑORES REVOLUCIONARIOS (INTERPRÉTESE REGRESO DE LOS PERFECTOS IDIOTAS LATINOAMERICANOS, NO LOS DE BILL GATES), SE QUEDARON SIN SILLA
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