Editorial Diario Exterior
Cuba: escuchar a los sabios
Raul Rivero
La retirada de Fidel Castro "no significa que él vaya a dejar de controlar la vida y la muerte de los hombres y mujeres de este país", afirmó Raúl Rivero.
Diario Exterior dió cuenta de la expectativa que había generado el anuncio de Castro de abandonar el poder o, más exactamente, de dejar de aparecer públicamente para transferir a su hermano el centro de la escena. Porque como también informamos, la base de la dictadura no cambia.
Pero: ¿qué es lo que no cambia en Cuba? Pues la penosa opresión a la que está sometido su pueblo, el centralismo burocrático y las paupérrimas condiciones de vida y económicas que padece su población. Lo que no cambia, a decirlo con todas las letras, es el engaño de un régimen, de una estructura que una vez que tuvo el poder, no lo abandonó jamás.
Lo que cabe preguntarse ahora es hasta cuándo va a durar esto. O mejor dicho, cuáles serán los agentes que promoverán el fin de la dictadura. Qué circunstancias precipitarán el desmoronamiento de este pavoroso engaño al que el dictador Castro sometió a todos los cubanos. Habrá quien piense que serán factores externos. Otros, que serán expresiones internas de raíz popular.
Lo cierto es que esta derrota actuada del caudillo abre una cierta expectativa. O por lo menos reaviva sentimientos vinculados a un cambio de régimen y a la búsqueda de la democratización. Aunque hubo pocas expresiones que fueran concluyentes con que un proceso de estas características pueda iniciarse ahora.
Escuchar a los que saben
Un recurso para comprender el proceso cubano puede ser escuchar a los sabios. A quienes además de su destacada trayectoria intelectual conocen las entrañas del régimen castrista. A aquellos que pueden iluminar los inicios de lo que sería un proceso de cambio fundamental. Pensamos, por ejemplo, en Raúl Rivero, un incansable luchador por la libertad.
"Todo sigue igual" dijo Raúl Rivero. "Mientras Castro tenga un hilo de lucidez nadie podrá tomar una decisión ni firmar un decreto. La retirada de Fidel Castro "no significa que él vaya a dejar de controlar la vida y la muerte de los hombres y mujeres de este país", afirmó Rivero, que fue encarcelado en 2003 y liberado en 2004 y vive en España.
Por otra parte, también parece confirmarse que el hermano de Fidel, Raúl, representa lo mismo. La tiranía, el desprecio hacia los derechos humanos, y la idea del poder como deseo absoluto, rayano con la enfermedad. Lo que no puede permitirse el resto del mundo es ver esta decadencia con indiferencia, e ignorar de plano la realidad.
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