28 febrero, 2008

En Venezuela nunca ha existido capitalismo salvaje, sólo un salvaje mercantilismo



Entrevista a Rafael Alfonzo, presidente de CEDICE.

Por Mary Carmen Arias

Diversos problemas estructurales afrontan los venezolanos, contrariedades económicas y sociales obviadas por los partidos tradicionales y profundizadas durante la administración del primer mandatario Hugo Chávez; el desabastecimiento alimentario, la inseguridad personal, el desempleo, y algo inédito, el odio social. Estos elementos, de acuerdo con los señalamientos gubernamentales, obedecen al "capitalismo salvaje" que impera en el país, pero que de acuerdo al ex presidente de Cavidea, Rafael Alfonzo, son consecuencia directa del mercantilismo salvaje institucionalizado en la nación.

Rafael Alfonzo, empresario de dilatada trayectoria, ex presidente de Cavidea y otros organizaciones, nuestro invitado al Foro de los Lunes en El Carabobeño, explica el porqué de sus afirmaciones, cuando sostiene que el gobierno se niega a enfrentar los problemas estructurales que se presentan en el país y que a su juicio el menos grave de éstos es el desabastecimiento y el peor la inflación desbocada.

Iniciamos la conversación con un tema puntual que trae de cabeza a la colectividad: la ausencia de alimentos de primera necesidad en los anaqueles de abastos y supermercados, en diversas regiones del país, y que de acuerdo a los voceros del Ejecutivo no es más que "una acción especulativa" respaldada por los medios de comunicación.

Alfonzo sostiene que "Venezuela vive las consecuencias de las medidas erradas, ya fracasadas, implementadas por el Gobierno Nacional como son el control de cambio y de precios, medidas que se advirtió en su momento culminarán al igual que Recadi y la Junta Administradora Cambiaria, JAC.

Insiste en que estas medidas tomadas por el gobierno acaban con la dinámica de la economía, culminan produciendo sólo más inflación, deterioro del poder adquisitivo de la población, más devaluación y una crisis muy difícil de resolver, "dejando al pueblo muy golpeado desde el punto de vista patrimonial y de su realidad económica".

-¿El desabastecimiento no es demasiado grave en una sociedad tan golpeada?

-No creo en un desabastecimiento total, toda vez que siempre existen medidas extraordinarias para solucionar problemas puntuales, aun cuando no corrigen el problema de fondo, sin embargo, se mantendrá la escasez en cierto momento y con determinados productos, dado lo difícil de cubrir la logística.

Sin embargo, el problema fundamental que afrontará la población no es el desabastecimiento sino la capacidad de compra que pueda tener el consumidor para cumplir sus necesidades dentro del proceso inflacionario que ya se vive. Es en ese punto donde puede venir la mayor dificultad para el pueblo venezolano y que hay que verlo con anterioridad, para no decir luego que no estaba previsto y que lo que existe es una especulación permanente; dado que la inflación es el elemento más importante que se vislumbra en los próximos meses, a corto plazo.

La inflación es un elemento difícil de controlar y corregir y donde más se debe enfocar el Estado venezolano, que no termina de entender que no se puede ni debe continuar inyectando dinero al gasto público improductivo, porque ese dinero inorgánico se revierte en inflación. Será muy duro y decepcionante para los venezolanos, por ejemplo, que en pocos meses o años, sus carros y casas valdrán la cuarta parte de lo que hace dos años. Por eso cuestiono a los empresarios vividores del Estado que sólo trabajan por favores y beneficios individuales, en perjuicio de los venezolanos y aplaudo a los empresarios de actuación seria.

Todo el pueblo sabe que existe desabastecimiento y no por responsabilidad de los productores. Da tristeza ver a funcionarios del gobierno refiriendo una campaña mediática sobre el tema, pero no se puede permitir llegar a un esquema de racionamiento de los alimentos.

¿Qué se espera para atacar la inflación?

-Lamentablemente este gobierno se empeña en atacar las consecuencias y no las causas. Si se revisa el verdadero problema, se pudieran aplicar los correctivos que en el corto y mediano plazo pudieran dar las bases de una solución sostenible y sustentable que permita a los venezolanos vivir en un esquema sin inflación y totalmente abastecidos; pero se empeñan en repetir los errores del pasado y aplicar las "viejas recetas" del capitalismo de Estado, "socialismo trasnochado" lo cual da un resultado nada sorpresivo.

A pesar de los altos ingresos por conceptos petroleros y tributarios; se cae en el esquema de inyectar dinero inorgánico, a través de un desbordado gasto público sin una contrapartida de producción que además genera inmensas demandas que no se pueden satisfacer con la producción local y cada día se hace más cuesta arriba sustituirla con importaciones, dado que los productos terminados son más costosos en divisas que la materia prima con la cual se fabrica en el país.

-Destaca Rafael Alfonzo que el gobierno se empeñó en atacar a los productores, no otorgar divisas y lo que se ve es que no existe programa de gobierno sino un "proyecto de odio y venganza que pretende eliminar a unos para colocar a otros", que parecen no tener capacidad ni voluntad de llevar las soluciones que el pueblo venezolano reclama.

Situación real del sector empresarial y comercial

Existe un régimen que impone solvencias laborales como requisitos, diversos institutos para otorgar las solvencias fitosanitarias, gran cantidad de permisos, los recaudos de Cadivi y la burocracia que implica el otorgamiento del permisología sólo agudizan los tiempos de solución a lo que además se suma el ITF, que golpea al sector productivo en forma importante y sustancial. No creo que midieron la dimensión de este impuesto al sector productivo que requiere el 2% de todo lo que se vende, cobra y compra, es una cifra multimillonaria que no se puede descargar en el impuesto y que es confiscatorio adicional a los demás, aparte del IVA, ISLR e impuestos municipales.

Además la dilación de Cadivi hace que los proveedores extranjeros exijan garantías en dólares a lo cual se suman los intereses, y no todas las empresas locales pueden sobrellevar este peso.

Capitalismo salvaje o capitalismo de Estado

Es curioso es que se diga que el capitalismo salvaje de empresarios y oligarcas es la causa fundamental del desabastecimiento buscando entorpecer la labor del Estado. No conozco ningún sistema capitalista donde los propios capitalistas quieran vender menos, es lo contrario; el empresario venezolano debe ser considerado héroe porque todas las acusaciones, persecuciones, supervisiones lo tienen "acogotado", pero en forma persistente continúa manteniendo empleo y genera productos y valor agregado.

El gobierno cae en el mismo error de los gobiernos anteriores. Pretender hacer proselitismo político y usar el capitalismo como mecanismo, pero en el mundo actual es insólito y más cuando se reciben los numerosos ingresos que se deben guardar para la época de las vacas flacas, que van a venir.

El gobierno cree que continuando expropiando va a resolver los diversos problemas y me pregunte qué ha sucedido con los dos millones de hectáreas que se convertirían en una plataforma de cogestión para demostrar lo que hacen las cooperativas.

Igual sucede con Venepal, la textilera de Tinaquillo, la central azucarera que iban a construir en Cojedes. Las vacas que iban a traer de Uruguay y Argentina, muchas de las cuales terminaron ahogadas.

Mercantilismo salvaje

hubiese existido el liberalismo. Esa es una falacia que se ha vendido. En el país siempre han existido los controles, el Estado controlador que se entromete en las líneas de libertad económica. Nunca se ha funcionado con el libre oferta y demanda. Se debe tener un esquema que obligue a que todos sean competitivos, pese a lo antipático de la medida. Lejos del capitalismo salvaje existe un mercantilismo salvaje, cuando los entes empresariales, laborales y los gobiernos se juntan y autoprotegen.

Este gobierno es más mercantilista que ningún otro. En este país no hay oligarcas sino oportunistas, individuos que se han pegado a los gobiernos a enriquecerse del dinero de todos los venezolanos sin aportar absolutamente ningún valor agregado en sí. Muchos capitales se han originado con trabajo de personas capaces y con gran cariño por este país. Hay mucha gente muy buena, capaz y dedicada al país que no merece ser catalogada de rancia oligarquía criolla.

Lo que existe es la más rancia oligarquía bolivariana que continúa formando un mercantilismo nunca visto, produce asco que los garantes de la administración pública hagan algo y con la mirada complaciente del principal administrador del país que perdió el momento histórico de transformar el país con el apoyo de todos los que creyeron en un proyecto que no era tal sino un mecanismo de ultra izquierda pautada desde 1982, en el Foro de Sao Pablo, incluyendo el golpe de Estado.

¿Qué hacer?

"Se debe comenzar a crear la matriz de opinión que necesita el país, un plan de gobierno en el que se estimule a los individuos para que usen su capacidad, talento y habilidades en procura de vivir en paz con un gobierno seguro que garantice seguridad jurídica, personal y que los individuos se desarrollen en base a sus actitudes y deseos. Allí debe venir el gran cambio, no puede continuar con un gobierno paternalista que decida la vida de cada ciudadano, toda vez que el pueblo quiere vivir en paz, sentirse útil y que se le dé igualdad de oportunidad. El problema de la educación no se ha querido resolver porque al maestro se le maltrata, no es valorado, al igual que con los policías. Ahí se deben dar las verdaderas transformaciones y el cambio del país que pide a gritos que se acabe con la manía individualista.

Escenario económico y social

Un absurdo, grandes contradicciones. Por ejemplo, se exigirá que los automóviles usen gas que no existe y todos los carros deberán convertir el sistema que necesariamente funcionará y que no habrá gas para eso.

Se debe tener presente que desde que Pdvsa compró las empresas de bombonas de gas no hay nuevos contratos porque no hay bombonas y se recompran bombonas, de parte de los vivos que la venden al doble del precio. No puede ser que un país petrolero esté quemando gasoil para producir electricidad porque no hay gas. Venezuela consume internamente 710 mil barriles diarios de derivados del petróleo, de los 2 millones 400 mil. Pdvsa debería estar produciendo 5 millones 500 mil barriles previstos para el 2007-2008. La refinería Cienfuegos será tan ineficiente como Venepal, por ser plataformas sin capacidad de producción, las cosas se ponen a funcionar de acuerdo a la factibilidad y más cuando las personas no tienen capacidad para funcionar.

Elecciones regionales

"Veo con preocupación que en la campaña se siga hablando de individuos cuando se debe hablar de proyectos. Se debe hablar del proyecto que tienen y del equipo que tienen, nadie tiene capacidad para conocer todas las materias: salud, construcción, turismo, inversiones. Y se deben proponer al país individuos que verdaderamente pueden transformar una región e incluso solicitar a empresas y gente del sector privado asesoría para transformar con metodología y sistemas lo que se requiere en las comunidades e involucrarse en éstas.

"Los 22 mil despedidos de Pdvsa pudieran ser buenos elementos para acompañar a estos candidatos sin proselitismo. "En realidad, sostiene Alfonzo, no interesan 20 candidatos sino un equipo que diga cómo logrará los avances de cada comunidad y que se nombre un grupo de ciudadanos que sean los auditores de lo que el individuo promete para que luego "lo bajen de la nube" cuando se crea lo mejor y permanentemente le cuestionen, confirmen o aplaudan que efectivamente cumple su promesa.

"Esa es la Venezuela que queremos. Hay que buscar los mejores individuos sin caer en la trampa de que si eres esto o lo otro, porque hay mucha gente capaz para que el país cambie. De ahí es donde tienen que venir la transformación y no continuar esperando en Chávez o un nuevo Mesías.

Debe venir un acuerdo nacional. No se puede continuar con ciudadanos que no asumen su responsabilidad dejándola en manos del Estado, finalizó Rafael Alfonzo.

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