26 febrero, 2008

LaRouche te lo advierte de nuevo: El sistema del dólar ya reventó; ¿actuarás ahora para salvar a la nación?

Tras repasar los acontecimientos del 7 de noviembre en los mercados financieros y la economía internacional, el principal economista del mundo, Lyndon LaRouche, fue categórico en cuanto a las siguientes cuestiones:

1. El dólar estadounidense y el sistema financiero ya estallaron. No hay que discutir cómo la crisis del sistema "se avecina"; ya está aquí. El crac del sistema del dólar acarreará un estallido de todo el sistema financiero internacional. Hasta el servil presidente francés Nicolás Sarkozy advirtió ayer, al dirigirse al Congreso, que Washington pone en peligro a toda la economía mundial al permitir que el dólar se caiga a pedazos.

Pedazos del planeta que explotó vuelan ya por ahí como asteroides, ¡pero sólo un necio diría que los asteroides "van a provocar" la explosión! ¡El planeta estalló! Sólo un tonto o un mentiroso hablarían de algo como "una tendencia hacia una próxima crisis". La catástrofe la tenemos ahora.

Según el gobernador del banco de Inglaterra, Mervyn King, los banqueros centrales del orbe sostienen conferencias telefónicas a diario, pero han perdido toda apariencia de dominio del crac hiperinflacionario del dólar que tenemos en marcha. He aquí unos cuantos indicios:

* El dólar se hunde a un ritmo acelerado en relación con todas las demás monedas, lo que llevó a un vocero del acreedor más grande de Estados Unidos, China, a decir el 7 de noviembre que el dólar estadounidense está "perdiendo su condición como la moneda del mundo".

* La hiperinflación y la especulación han llevado el precio del petróleo a casi los 100 dólares, el del oro a más de 840, y el de la mayoría de las demás mercancías, entre ellas los alimentos, a aumentos de dos dígitos.

* Los bancos más grandes de EU, empezando por Citigroup y Merrill Lynch, reportan decenas de miles de millones de dólares en pérdidas, un hecho que está acarreando la depreciación de sus valores y la amenaza de que reviente todo el mercado mundial de los derivados financieros, de más de 750 billones de dólares. La inyección de decenas de miles de millones de dólares de la Reserva Federal ha sido inútil para parar la hemorragia.

* El desplome financiero está acelerando el ritmo de los embargos de viviendas, la devaluación del mercado multibillonario de los bonos municipales estadounidenses y el desfalco de los presupuestos estatales y municipales, al grado que plantea una amenaza clara e inminente para el bienestar del público.

¿Qué harán ahora quienes critican a LaRouche? Todos se equivocaron al negar este derrumbe, y ahora tienen que enfrentarlo. ¿Qué van a hacer? El sistema se desploma a su alrededor justo ahora. ¡Esto es peor que 1929, idiotas! ¡Este derrumbe traerá una nueva Era de Tinieblas!

2. El Gobierno de Cheney y Bush está en el descrédito absoluto, y cierta combinación de otras fuerzas tendrá que recoger los pedazos. En realidad el gobierno actual es un régimen postrado. Tanto el sistema financiero como el gobierno sólo pueden revivir con una nueva combinación política. Alguien tiene que restablecer el control sobre el dólar y sobre el funcionamiento del gobierno. Y vale más que dicha combinación empiece por poner en práctica la política del muro de contención que propone la ley de Protección a los bancos y Propietarios de Vivienda de LaRouche.

3. El problema es que la gente en posiciones de poder no atendió las advertencias de LaRouche de que este derrumbe era inevitable con su orientación actual. LaRouche se lo advirtió a Paulson, el secretario del Tesoro, cuando asumió el cargo; se lo advirtió una y otra vez a los dirigentes demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado. Les dijo que tenían que intervenir para congelar el sistema y erigir un muro de contención que proteja a la población y a los bancos, como un paso hacia la reorganización total por bancarrota del quebrado sistema financiero.

Seamos francos, nadie, ni nosotros ni la dirigencia actual, va a salvar al sistema financiero. No puede salvarse. Vamos a salvar a la nación y la economía, pero sólo un nuevo sistema financiero puede hacerse cargo del rescate. Y vale más que el primer y sencillo paso sea poner en vigor de inmediato la legislación del "muro de contención" que LaRouche indicó.

Hay que decirle a todos que todas las demás alternativas están desacreditadas. ¡Ahora es el momento de imponer la única solución, la ley de LaRouche!

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