El comunismo para ricos del Fed
Varios bancos centrales llegaron el pasado miércoles a un nuevo acuerdo global para atajar la crisis en la que estamos inmersos.El punto clave del acuerdo fue la creación por parte de la Reserva Federal estadounidense de un nuevo mecanismo de intervención en el mercado interbancario, la llamada Term Securities Lending Facility (TSLF).
Tradicionalmente, la Fed había contado con tres herramientas para proporcionar liquidez a los mercados: las operaciones de mercado abierto (subasta a través de operaciones repo sobre activos muy líquidos y concretos, como letras del tesoro) y la ventanilla de descuento (donde los bancos podían acudir para obtener fondos en un plazo de 24 horas contra un amplísimo número de activos, como los problemáticos bonos hipotecarios o los CDO).
Durante el pánico global de diciembre, la Fed decidió establecer un tercer mecanismo: la TAF (Term Auction Facility) que fusionaba las operaciones de mercado abierto con la ventanilla de descuento. Mediante una subasta, la Fed prestaría nuevos fondos a 28 días contra el amplio elenco de activos contemplado en la ventanilla de descuento. La decisión era enormemente problemática, ya que la mayoría de esos activos (como los bonos hipotecados o el CDO) carecen a día de hoy de mercado (y mucho menos a los precios registrados en el balance de los bancos) debido a la insolvencia de sus subyacente. Con la TAF la Fed se subrogaba temporalmente en la posición de un acreedor que posee deuda en riesgo de impago y, lo que es peor, expandía el crédito en los mercados monetarios contra esos valores inflados y artificiales.
En principio, la TAF se tomó como una medida excepcional para ayudar a cuadrar los balances de los bancos a final de año. Sin embargo, como suele suceder con las intervenciones del Estado en la economía, la Fed ha decidido renovar los préstamos de manera indefinida.
No en vano, varios economistas ya han denominado a la TAF como PAF, esto es, Permanent Auction Facilities. Por lo visto, el remedio mágico de Bernanke a la crisis consiste en socializar toda la mala deuda y que el contribuyente carga con la irresponsabilidad de los bancos.
La TSLF aprobada el miércoles no es más que otro mecanismo socializador. Los dealers primarios(aquellos que se relacionan directamente con la Fed) habían vendido al descubierto valores del Tesoro norteamericano por importe de 200.000 millones de dólares para comprar activos, en principio, más rentables pero más arriesgados, como los bonos hipotecarios. Dado que en los últimos meses el precio de los valores del Tesoro ha subido y el de los bonos hipotecarios ha bajado se encuentran en una situación de asfixia financiera. Por ello, la Fed les prestará los valores del Tesoro que necesitan a cambio de sus bonos hipotecarios basura.
Se trata de un remedio inútil que sólo agravará la terminal situación del dólar. No estamos ante una crisis de liquidez, sino de solvencia y todo lo que haga la Fed para remediarla es inútil.
Como dijo ayer Jim Rogers, el genio inversor en materias primas: Habría que cerrar la Fed, porque ningún país ha prosperado depreciando su moneda. Los bancos de inversión han estado yendo hacia la bancarrota desde el principio de los tiempos. Si la gente comete errores y empleas el Estado para salvarlos, eso no es capitalismo, sino comunismo para los ricos.
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