"Fui víctima de una masacre", dice mexicana tras ataque a FARC
QUITO --
Una de las sobrevivientes del ataque colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador, la mexicana Lucía Morett Alvarez, dijo el domingo que llegó a este país con fines turísticos y académicos, se autocalificó "víctima de una masacre" y denunció "hostigamientos" por parte del ejército colombiano el día del combate.En un video difundido por la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, la joven contó que ella, junto con otros cuatro mexicanos, llegaron la noche del ataque a la base guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en Angostura, a dos kilómetros de la frontera con territorio colombiano, con el fin de realizar "investigaciones" para sus tesis de grado.
"Llegamos aquí a hacer un poco de turismo y a conocer un poco sobre la realidad ecuatoriana", dijo la joven, que había participado previamente en un Congreso Continental Bolivariano que reunía a grupos de izquierda.
Sobre el ataque del 1 de marzo, mencionó que fue "víctima de una masacre que nunca debió ocurrir" e instó a sus compatriotas mexicanos a que luchen y no paren "hasta que se haga justicia" por el "asesinato" de sus compañeros.
El ataque desató una intensa crisis diplomática entre Ecuador, Colombia y Venezuela, que fue zanjada algunos días después durante la Cumbre de Río en República Dominicana.
Morett, de 26 años y estudiante de la Universidad Autónoma de México, relató que el día del combate "estaba dormida, lo que me despertaron fueron las bombas... un temblor muy grande en la tierra que hizo que saltaran muchas cosas".
"Herida y sin poder caminar", recordó que hubo "un período de aparente calma" hasta que cerca de las tres de la mañana "esos aviones volvieron a arrojar bombas".
Al borde del llanto y recostada en la cama del hospital dijo que ella "sólo decía: 'No por favor, no más bombas'".
Agregó que tras el hecho "llegaron personas disparando. Yo alcance a oír gente que contaba muertos, gente que gritaba, que decía: '¡estoy herido, ayuda!', y otra que decía: '¡denle bala, denle bala!', y después, disparos".
Cercada por militares colombianos y tras ser advertida que ante cualquier movimiento "la matamos", Morett comentó que fue constantemente interrogada, fotografiada y grabada en video.
"Me preguntaban si conocía a Raúl Reyes (el segundo al mando de las FARC, muerto en el ataque)... yo les respondía que yo no conocía a nadie...que yo había llegado apenas esa noche", insistió.
También denunció que fue víctima de "hostigamiento sexual" mientras le "cambiaron de ropa".
"La gente del ejército y de la policía colombianos en todo momento me estuvo hostigando...y condicionándome los primeros auxilios, diciéndome que si yo no cooperaba me iban a matar, ademas amenazándome que me iban a llevar a la cárcel ...y el hostigamiento sexual", acotó.
El sonido de los helicópteros ecuatorianos que arribaban al lugar habría alertado a los efectivos colombianos que "se preocuparon por agarrar sus cosas y se llevaron algunos cuerpos", dijo.
Morett contó que atemorizada escuchó la llegada la patrulla ecuatoriana que se identificó y les brindó la primera atención.
"Nos dieron de comer, nos dieron agua... tenía mucho miedo de pasar ahí la noche, incluso uno de ellos (de los soldados) me tomó la mano... porque tenía mucho miedo de quedarme ahí sola y que nos pasara otra vez algo feo", afirmó entre sollozos.
Reiteró que visitó el campamento guerrillero impulsada por el interés de conocer "cómo ahí en ese campamento se llevan a cabo actividades culturales", debido a que su trabajo se basa en la "cultura popular" y los "procesos sociales en América Latina".
Además dijo desconocer a la persona que sirvió de contacto para que el grupo de estudiantes pudiera visitar el sitio.
"Yo no hice ese contacto; fueron mis compañeros, que desafortunadamente fueron asesinados", agregó.
Al finalizar la grabación, la mexicana agradeció al gobierno ecuatoriano "porque ellos han estado en el quirófano, de alguna manera, reconstruyendo lo que con saña, con dolo, con alevosía destruyó el gobierno colombiano".
Morett permanece asilada en el Hospital Militar de Quito, junto a otras dos mujeres colombianas que hasta el momento no han emitido su testimonio.
Según autoridades forenses se han identificado los cadáveres de tres mexicanos y resta el de una mujer más.
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