23 marzo, 2008

Los desmentidos de Chávez, Correa y las FARC

Andres Oppenheimer

El presidente venezolano Hugo Chávez, su colega ecuatoriano Rafael Correa y el grupo guerrillero FARC de Colombia negaron airadamente en días recientes la autenticidad de los documentos encontrados por el ejército colombiano en su ataque del 1ro. de marzo contra un campamento de la guerrilla colombiana en Ecuador. Sin duda, tienen buenas razones para estar nerviosos.

Si el equipo de expertos forenses en computación de la Interpol invitado por Colombia comprueba la autenticidad de los documentos hallados en las tres computadoras laptop del jefe operativo de las FARC ''Raúl Reyes'', muerto durante el ataque, habrá pruebas escritas de que las carreras políticas de Chávez y Correa fueron financiadas en parte por uno de los grupos terroristas más violentos del mundo.

Además, los documentos hablan sobre un fondo de alrededor de $300 millones que supuestamente Chávez estableció para los rebeldes de las FARC, y del activo apoyo prestado por Correa a los campamentos rebeldes de las FARC en territorio ecuatoriano.

Chávez está liderando una campaña para que el mundo le conceda a los rebeldes de las FARC ''estatus beligerante'', lo que equivale a legitimidad diplomática, pero niega haber tenido tratos financieros con ellos. Estados Unidos, Canadá y los 27 países de la Unión Europea definen a las FARC como grupo ``terrorista''.

El gobierno de Chávez ha ridiculizado los archivos encontrados en las computadoras de ''Reyes'', calificándolos de ''falsificaciones'', y Correa ha lloriqueado que son ''una infamia''. Las FARC, en una declaración que se puede encontrar en el sitio web del Ministerio de Información de Venezuela, se burlaron de la versión colombiana del hallazgo de las computadoras, diciendo que las laptops no podrían haber sobrevivido al ataque del ejército colombiano ``ni con blindaje especial''.

Tras estos desmentidos, llamé a altos funcionarios de Colombia --incluyendo al jefe de policía general Oscar Naranjo, el hombre a cargo de la investigación-- y analistas políticos, y les pregunté cómo piensan convencer al mundo de que los documentos son auténticos. He aquí algunas de sus respuestas:

Primero, el presidente colombiano Alvaro Uribe estaría cometiendo el mayor error de su carrera política --equivalente a las afirmaciones del presidente Bush de que había armas de destrucción masivas en Irak-- si hubiera hecho público documentos tan importantes que luego resultaran haber sido falsificados.

Segundo, Uribe hubiera sido bastante tonto en invitar al equipo de expertos de Interpol para examinar las computadoras de ''Reyes'' y emitir un informe sobre la autenticidad de los documentos. Colombia dice que ha dado al equipo de Interpol pleno acceso a la investigación y a las propias computadoras.

Tercero, es prácticamente imposible manipular el disco rígido de una computadora sin dejar huellas que no puedan ser detectadas por expertos forenses en computación. ''El equipo de peritos forenses de Interpol podrá determinar, sin duda, si estos documentos fueron modificados, borrados o agregados a la memoria de las computadoras'' tras la incursión del 1ro. de marzo, me dijo el general Naranjo.

Cuarto, hay mas de 2000 fotos de ''Reyes'' y sus camaradas de las FARC en las computadoras, incluyendo fotos de los dirigentes guerrilleros con algunos conocidos visitantes.

¿Cómo podría el ejército colombiano haber fraguado esas fotos?, preguntan los funcionarios colombianos. (Incluso una foto de la computadora de ''Reyes'' que funcionarios colombianos describieron erróneamente la semana pasada como mostrándolo con un ministro ecuatoriano resultó ser una foto auténtica del dirigente rebelde asesinado con otra persona, agregan).

Quinto, la semana pasada las autoridades de Costa Rica --actuando sobre la base de información encontrada en las computadoras de ''Reyes'' --descubrieron $480,000 en efectivo en la casa de un aliado de las FARC en Heredia, cerca de la capital costarricense.

Sexto, los funcionarios colombianos ridiculizan las afirmaciones de las FARC de que las computadoras no podrían haber sobrevivido al ataque: más de la mitad de las cerca de 60 personas que estaban en el campamento guerrillero en el momento del ataque sobrevivieron al ataque, y muchos objetos no sufrieron daños, dicen.

Tras entrevistar a los funcionarios colombianos, les pregunté a varios conocidos expertos forenses en computadoras si es técnicamente posible que el ejército colombiano pudiera haber manipulado las computadoras sin dejar huellas en sus discos duros.

''Sería extremadamente difícil, si no imposible, que alguien plantara evidencias después del hecho sin dejar rastros'', me dijo Jason Paroff, director del departamento forense de computación de Kroll Ontrack Inc., una de las empresas de recuperación de datos más grandes del mundo, con sede en Minneapolis. ``Si alguien hubiera plantado pruebas, el equipo de Interpol lo descubriría''.

Mi opinión: hay dos posibilidades. O Uribe está loco al invitar a Interpol a autenticar los archivos de las computadoras, y debería pagar las consecuencias políticas si resulta que mintió, o Chávez y Correa muy pronto quedarán expuestos ante el mundo como mentirosos compulsivos y aliados de un grupo terrorista. Hagan sus apuestas.

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