11 marzo, 2008

Mirándonos en el espejo

por Walter Justiniano

La ola de gobiernos con aspiraciones totalitarias, sean de la ideología que sean, es la constante en nuestro continente. Sistemas de gobierno claramente autodestruccionistas han aprovechado las ventajas de la ingenuidad democrática para hacerse con el poder en varios países latinoamericanos. La demagogia y el rentismo político, el clientelismo y la corrupción son una constante gubernamental. Han sobrepasado nuestra capacidad de asombro, se puede esperar cualquier cosa de presidentes elegidos democráticamente pero que en su esencia son totalitarios. Los pueblos van siendo adormecidos, el individuo y sus libertades han sido subyugados al colectivismo; La indiferencia general ante abusos, genocidios, dominación y sometimiento gubernamental, en diferentes países, hacen que las esperanzas por mantener la libertad y la democracia en nuestra región se vaya disipando, mientras los dictadores y aprendices de totalitarios se campean por todo el continente, ante la mirada displicente del resto del mundo.

Así, es inentendible que en Africa se produzcan verdaderas matanzas por cuestiones tribales, o en Europa existan guerras de limpieza étnica, o en America tengamos la dictadura más larga de la historia en tiempos republicanos. La modorra moral de todos nosotros debería llevarnos a la reflexión, ya que vemos todos los días lo que está pasando en el resto del mundo. Así, en Latinoamérica, empezamos a ver una ola de populismo disfrazado de indigenismo, de socialismo. Las recetas se repiten, el check list totalitario siempre es el mismo: lideres populistas, un factor de unión (en Bolivia, los indígenas; en Argentina, los obreros; en Venezuela, los negros, etc.) , un enemigo común (los oligarcas, las transnacionales, los neoliberales, los terratenientes, etc.) , aprovechar las debilidades estructurales de la democracia, (llegar al poder vía elecciones, llamar a Asamblea Constituyente de forma inmediata para armar una constitución y un gobierno verticalista, conseguir la reelección indefinida, desarmar las instituciones que permiten el equilibrio de poder) toma de poder, implementación de planes de subsidios y eliminación de los aparatos productivos, ataque sistemático a los opositores mediante movilizaciones de grupos sociales, creación de milicias paralelas a las fuerzas armadas; Creación de equipos eficientes de propaganda y manejo de medios de comunicación , creación de aparatos de represión.

Objetivo: perpetuarse en el poder.

Cuba está así hace 50 años; Venezuela, Bolivia, Ecuador tienen el mismo profesor. Los vecinos no se inmutan, los europeos izquierdoides alientan, mientras los pueblos se hunden en pobreza.

Por ahí escuchamos que la historia los juzgará. Veremos aún quien escribe la historia. Quizás tengamos que escribirla cada uno de nosotros. Para ello, debemos despertar.

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