12 marzo, 2008



Un nuevo problema en el horizonte

Por Robin Sidel

Asoma otro dolor de cabeza para los bancos de Estados Unidos empantanados en el desastre hipotecario: las pérdidas por segundas hipotecas se están multiplicando, incluso en bancos que habían evitado lo peor de la crisis subprime.

En los buenos tiempos, los bancos ganaron millones de dólares con estos créditos hipotecarios, que permiten a los propietarios de casas pedir dinero prestado, o una línea de crédito, usando sus viviendas como garantía. Mientras los precios de las casas subían, los prestamistas tenían poco de qué preocuparse.

Pero la caída de los precios inmobiliarios está dejando a los bancos con poco a nada que cobrar en muchos préstamos de segundas hipotecas. Algunos prestamistas en problemas están pagando sus hipotecas originales y sus tarjetas de crédito, pero no sus créditos hipotecarios.

Los problemas ya están poniendo en apuros a J.P. Morgan Chase & Co. y Wells Fargo & Co., y probablemente golpearán con dureza a otros bancos importantes cuando los resultados del primer trimestre sean anunciados en abril. Los efectos se prolongarán durante casi todo el año, reduciendo los niveles de capital y endureciendo las condiciones de crédito a medida que los bancos intentan reducir sus riesgos.

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"Estas pérdidas son mucho mayores a lo que habíamos anticipado... y siguen empeorando", admite Charles Scharf, jefe del negocio minorista de J.P. Morgan.

El mes pasado, en una reunión con analistas e inversionistas, Scharf pasó más de 30 minutos diseccionando el portafolio de segundas hipotecas del banco, de US$95.000 millones y el segundo mayor de EE.UU. No fue una conversación agradable. J.P. Morgan calcula que sus pérdidas en el sector de segundas hipotecas llegarán a los US$450 millones en el primer trimestre, casi el doble de los US$248 millones del trimestre anterior. Para fin de año, las pérdidas podrían volver a duplicarse, dijo Scharf.

Las pérdidas de los préstamos hipotecarios no están ni siquiera cerca de la carnicería provocada por el declive de los valores respaldados por hipotecas (que han superado los US$150.000 millones). Pero las crecientes faltas de pago representan una pieza más en el sistema bancario de EE.UU. que está en graves problemas después de años de enormes beneficios.

Aunque originalmente se usaban para financiar mejoras hogareñas, las familias empezaron a usar las segundas hipotecas para pagar otras deudas, como tarjetas de crédito. También se volvieron populares para financiar vacaciones o costosos equipos electrónicos. O para comprar una casa con poco o nada de anticipo y sin pagar el seguro de hipotecas privadas.

Ahora, el severo declive de los precios inmobiliarios y la debilidad de la economía están dando vuelta a todo el negocio. El 4,65% de las segundas hipotecas a tasa fija sufrieron impagos en el cuarto trimestre de 2007, contra 3,11% de un año antes, según Equifax Inc. y Economy.com de Moody's.

Menos recursos

"Continuaremos viendo bancos que aumentan sus reservas para sus portafolios de créditos hipotecarios y que restringen sus políticas de crédito", dice Doug Duncan, economista jefe de la Asociación de Bancos Hipotecarios.

En una hipoteca tradicional, los bancos pueden embargar la casa si no recibe los pagos correspondientes. Pero tienen pocos recursos para actuar en caso de una segunda hipoteca en rojo, sobre todo si es otro banco el que dio la hipoteca original. Esto es especialmente así en estos días, cuando el valor de las casas es en ocasiones menor al monto adeudado.

Desafortunadamente para los bancos, muchos deudores conocen bien este orden jerárquico, y concluyen que habrá pocas represalias si dejan de pagar sus segundas hipotecas. "Los bancos están viendo cesaciones de pago de gente de la que no esperaba tener problemas", admite Dan Balkin, de la consultora estadounidense Wholesale Access, especializada en la industria hipotecaria.

Otros tipos de préstamos minoristas, como las tarjetas de crédito y los usados para comprar automóviles, también están presentando un aspecto dudoso. Pero las faltas de pago en las segundas hipotecas crecen más rápido y representan el 12,5% de todas las suspensiones de Bank of America Corp., el mayor banco de EE.UU. por valor de mercado, en el cuarto trimestre.

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