03 abril, 2008

El campo argentino suspende la huelga
Rosario Gabino
Rosario Gabino
Buenos Aires

Manifestante argentino
Los agricultores pusieron como condición "entablar un diálogo serio".
Con duras críticas al gobierno, los agricultores argentinos decidieron este miércoles suspender por un mes la huelga iniciada hace 21 días en rechazo al aumento de los aranceles a las exportaciones de soja y girasol.

Este paro, que ha desabastecido de alimentos a las ciudades, se había adoptado en protesta por el sistema de retenciones a la exportación de soja y girasol anunciado por el gobierno argentino.

Las medidas oficiales incluyen el aumento de 35 al 44% el gravamen que deben pagar las ventas de esos granos al exterior.

El paro del campo ha incluido bloqueos de carreteras y la suspensión de la comercialización de productos en todo el país.

Esto ha hecho que alimentos básicos como carnes, leche, frutas y verduras escaseen en los mercados.

Según el gobierno, este impuesto móvil - que puede variar en función de los precios internacionales de los cultivos- pretende equiparar las desigualdades que genera la renta extraordinaria producida por los altos precios de esos granos en el mercado internacional.

"Alerta y movilización"

En una multitudinaria asamblea popular en la ciudad de Gualeguaychú, 250 kilómetros al noreste de Buenos Aires, las principales asociaciones que agrupan al campo argentino anunciaron la tregua de 30 días al gobierno de Cristina Fernández, con la condición de entablar un "diálogo serio".

"Seguimos en estado de alerta y movilización, suspendemos el paro de comercialización por un término no mayor de 30 días", anunció el presidente de las Confederaciones Rurales Argentina, Mario Llambías, en nombre de las cuatro asociaciones rurales más importantes.

Llambías, asimismo, advirtió que si al cumplirse el mes de tregua vuelven "con las manos vacías", "vamos a volver a las rutas".

"Golpistas"

Cristina Fernández
La presidente comparó a los huelguistas con los golpistas de 1976.
La asamblea de agricultores fue la respuesta de los agricultores al acto protagonizado este martes por la presidenta en la emblemática Plaza de Mayo de Buenos Aires.

Allí, ante unas cien mil personas, Cristina Fernández pidió apoyo popular para la medida que desató el conflicto.

La mandataria solicitó a los huelguistas que levantaran el paro y elevó la temperatura al compararlos con los empresarios que apoyaron el sangriento golpe militar de 1976.

Los dirigentes rurales se defendieron de esas acusaciones de "golpistas", y en la denominada "Proclama de Gualeguaychú", declararon: "Los hombres de campo no usamos pistolas, sólo usamos herramientas de trabajo, tampoco hemos nacido para alterar la convivencia ni alterar a terceros".

Los hombres de campo no usamos pistolas, sólo usamos herramientas de trabajo, tampoco hemos nacido para alterar la convivencia ni alterar a terceros
Proclama de Gualeguaychú
Asimismo, exigieron a la presidenta que permita legislar en material fiscal al Congreso y respete la Constitución.

"No somos golpistas, golpista es la voracidad del poder central que se lleva US$12.000 millones en retenciones rompiendo el federalismo", afirmó el representante agropecuario Juan Echeverría.

Echevarría reclamó además que sean los grandes productores de soja, "los 4.000 que hacen el 60% de la soja", quienes paguen mayores tributos. "Cobrales a ellos Cristina, y dejanos laburar (trabajar) a nosotros", pidió.

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