13 abril, 2008

Ilegales pagan impuestos, aún sin beneficios

MARTHA PANTOJA (izq.), voluntaria de la organización sin fines de lucro Nashville Wealth Building Coalition, ayuda a Iris Castillo a hacer sus declaraciones de impuestos.
AP
MARTHA PANTOJA (izq.), voluntaria de la organización sin fines de lucro Nashville Wealth Building Coalition, ayuda a Iris Castillo a hacer sus declaraciones de impuestos.

Los indocumentados pagan impuestos como cualquier ciudadano común en los Estados Unidos, aún a sabiendas de que probablemente nunca puedan jubilarse ni gozar de otros beneficios a los que están aportando.

Es difícil determinar cuánto aportan, pues el Servicio de Rentas Internas (IRS) no lleva registros del estatus migratorio de las personas. Pero se calcula que la cifra asciende a miles de millones de dólares. Un estimado indica que pagan unos $9,000 millones anuales tan sólo al servicio de Seguridad Social (pensiones de jubilación), sin contar los seguros de salud para la vejez (Medicaid) y otros impuestos.

Los empleadores descuentan impuestos y aportes a todos sus empleados sin distinguir entre residentes legales e indocumentados.

Por más que el IRS no sancione de modo alguno a los indocumentados ni los denuncie al servicio de inmigración, muchas personas sin papeles no presentan una declaración de impuestos a fin de año, incluso cuando les corresponde un reembolso porque pagaron más impuestos de los que les correspondía. Williams Ford, economista de la Middle Tennessee State University, indica que no se sabe a ciencia cierta cuántos casos existen.

''La pregunta es cuánta gente paga más de la cuenta. Sin duda que hay cientos de miles de personas en esa situación'', manifestó.

Muchos indocumentados optan por no usar un número de Seguridad Social al hacer sus declaraciones y enviar un cheque antes de que venza el plazo para estos trámites, el 15 de abril, sino que apelan a otro número que ofrece el IRS para cobrar impuestos a los extranjeros que trabajan en el país.

''Es un error pensar que ningún indocumentado paga impuestos. Lo hacen'', indicó Martha Pantoja, voluntaria avalada por el IRS que ayuda a los ilegales a hacer sus declaraciones impositivas en la organización sin fines de lucro Nashville Wealth Building Coalition.

Pantoja asistió a Eric Jiménez en su declaración. Jiménez, un mexicano que trabaja por su cuenta haciendo todo tipo de reparaciones en Nashville hace varios años, señala que considera una obligación pagar impuestos por más que ''no le pase nada si no lo hace'', señaló Pantoja.

''Tengo la convicción de que para ser un buen ciudadano hay que pagar impuestos'', declaró Jiménez. ``Además, estoy consciente de que el dinero que pago en impuestos es destinado a las escuelas y a los servicios públicos''.

La Administración de Seguridad Social calcula que tres cuartos de los indocumentados que hay en el país pagan impuestos y contribuyen a darle solvencia al servicio de pensiones y al seguro médico para la vejez.

La agencia estima que en el 2005, el último año para el cual hay estadísticas, las personas que presentaron formularios W2 con datos incorrectos, probablemente indocumentados, ganaron $75,000 millones en sueldos y pagaron $9,000 millones en impuestos, de acuerdo con el portavoz del servicio de Seguridad Social, Mark Hinkle.

Esa cifra representa tan sólo el 1.5 por ciento de los $593,000 millones que recibió en aportes el servicio de Seguridad Social en el 2005.

Pero su impacto es importante, ya que la mayoría de esas personas nunca van a pedir pensiones y el dinero ayuda a pagar los beneficios del ciudadano común.

La ley prohíbe pagar pensiones a indocumentados.

''En términos generales, cualquier tipo de inmigración es positiva para el fondo de Seguridad Social. Cuanta más gente trabaje y haga aportes, mejor'', manifestó Hinkle. ``Ayuda a que el sistema se mantenga solvente''.

Usando cifras del último censo nacional, la Administración de Seguridad Social calculó que si siguen llegando al país 1,300,000 inmigrantes por año, el fondo de pensiones será solvente hasta el 2043. Pero se declarará insolvente cuatro años antes si la llegada de inmigrantes se reduce a la mitad.

El IRS no lleva estadística de cuántos contribuyentes son indocumentados.

Pero los formularios W2 dan una pista. En el 2004 hubo 9 millones de personas que presentaron esos formularios con datos que no cuadraban, o sea, nombres que no coincidían con los números de Seguridad Social. Esas personas reportaron ganancias por $53,000 millones y tres cuartas partes habían pagado impuestos.

El IRS ha estado suministrando números de identificación para contribuyentes (ITIN) a extranjeros que no tienen un número de Seguridad Social. Es previsible que muchas de las personas que piden esos números sean indocumentadas.

El IRS informó que en el 2004 hubo 2.5 millones de declaraciones de impuestos en las que usaron el ITIN.

Entre 1996 y el 2003, el fondo de Seguridad Social y el de seguros de salud para la vejez recibieron $41,400 millones de personas cuyos formularios W2 tenían incongruencias, según Hinkle.

Eso quiere decir que esa gente pagó unos $90,000 millones en impuestos al gobierno federal durante ese período de ocho años.

Ford, el experto de la Middle Tennessee State University, precisó que la mayoría de los economistas coincide en que los indocumentados benefician la economía de EEUU y no son una carga.

Según sus cálculos, en el 2006 los ilegales aportaron $428,000 millones al Producto Interno Bruto. ''En realidad necesitamos más inmigrantes, no menos, especialmente ahora que la generación de posguerra empieza a jubilarse'', sostuvo.

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