29 mayo, 2008

El sueño de Bolívar

Lo que pretende Hugo Chávez desde su posicionamiento, aún reconociendo su buena intención en lo social para determinadas clases marginadas, parece irrealizable por su excesivo progresismo y poca cohesión interna, parece.

Chávez pretende basar su revolución programática o ideológica en la figura del gran líder americanista de ascendencia hispana: Simón Bolívar.

Por Miguel Leal Cruz

Como integrantes del la cultura y mundo latino no podemos menos que congratularnos con este incipiente proyecto de pretendido mecanismo de integración: UNASUR; que con determinadas fisuras ha quedado constituido, como Unión Suramericana en la cumbre presidencial de Brasilia. Bajo el mecenazgo del mandatario brasileño Lula Da Silva, el Ministro de Defensa del país carioca expuso los fines del proyecto entre los 11 presidentes miembros (y un vicepresidente), a pesar de la crisis política que tiene lugar entre los gobiernos de Ecuador y Venezuela con Colombia, tras últimos incidentes fronterizos.

El previsible desmantelamiento de grupos terroristas, las FARC entre ellos, la pasada desaparición de figuras relevantes o que abandonan determinados proyectos utópicos en este siglo de óptimas tecnologías digitales para cualquier control y aplicación bélica…, unido al presumible deseo de paz, con claro acercamiento a la Europa comunitaria, entre otras posturas clásicas, hace igualmente alentador el proyecto iniciado.

La buena voluntad de Lula para unificar con seguridad esta región latina, la que por su origen y formación etnocultural, y talante desde el sur de Europa, siempre ha estado diferenciada de otras macro-comunidades: musulmana, asiática (en amplio espectro) e incluso la anglosajona más próxima (y menos apreciable), nos invita a pensar en el ideario político que Bolívar puso en práctica hace ahora próximo a dos siglos, tras emancipación de la América hispana. Es patente que también Hugo Chávez adopta esta postura bolivariana con otra óptica, que ha sido considerada por observadores internacionales menos viable en estos tiempos globalizadotes que él llama “neoliberales” de forma ostensible y ofensiva (y no sólo a USA).

Desde visión histórico-periodística –que es lo nuestro-, ya se ha dicho en otro momento que el líder venezolano, en polémico proceder revolucionario, de indeterminada ideología que hace difícil catalogarlo (junto a sus pocos seguidores) en alguna de aquellas referidos grandes espacios ideológico-culturales imperantes y conformados en el orbe desde hace siglos, por obvio. Chávez pretende basar su revolución programática o ideológica en la figura del gran líder americanista de ascendencia hispana: Simón Bolívar. No obstante ambas revoluciones no tienen casi nada en común salvadas algunas concomitancias de carácter filosófico o doctrinal, y, sobre todo la apropiación por Hugo del carisma y personalidad que adornan la figura del libertador de América, pretensión esta que también se le puede achacar a Lula en su proceder unificador.

Ha de quedar claro que este decimonónico criollo, luchador por la emancipación de los territorios americanos hispanos desde México (en connivencia con el general San Martín desde Argentina), también suscitó frecuentes discrepancias durante este proceso, y a lo largo de su vida militar o política, e incluso incomprendido (y traicionado al final de su vida) en su loable deseo de conformar la unión de la América Latina (La Gran Colombia), cuyo proyecto político se retoma en estos días… desde Brasilia y Santiago.

Lo que pretende Hugo Chávez desde su posicionamiento, aún reconociendo su buena intención en lo social para determinadas clases marginadas, parece irrealizable por su excesivo progresismo y poca cohesión interna, parece.

Es conocido el poco éxito práctico de los llamados neo-comunismos (que él y seguidores nominan “socialismo del Siglo XXI) debido a la falta de estructuras básicas sólidas y coherentes parece avocarán a otra soberana utopía, a pesar de la toma referencial del “ideario de Bolívar”. El enfrentamiento entre capital, empleo, seguridad… parece no encaja en “esta revolución pasada de época”, aunque se llame “bonita”.

Ejemplos sobrados existen. Se ha de mirar hacia las antiguas repúblicas socialistas de la Europa del Este (y satélites de la entonces URSS). Ahora gozan de alto nivel de vida con sólidas estructuras económicas (sólo se ha de visionar TV internacional, o viajar allí). E incluso extensible a otras repúblicas latinas... Pero también se ha dicho que Cuba es el espejo clarividente en que han de mirar estos revolucionarios, a medio plazo, según apuntan muchos analistas internacionales; incluso los muy progresistas y precisamente seguidores del socialismo racional imperante en los países del Primer Mundo. Es claro, se refieren a ese mundo consolidado, a pesar de todo, al que pretenden enfrentar Hugo Chávez y afines…Esta es una opinión libre más.

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