26 junio, 2008

Argentina: Al maestro con cariño (Bernardo Neustadt In Memoriam) - por Nicolas Marquez *


Hace algo más de tres semanas, estuve desayunando a solas con él. Muy preocupado (a la vez que ocupado) por la realidad argentina, aunque sereno, Bernardo Neustadt había decidido viajar a Mar del Plata unos días para serenarse tras abortársele la presentación de su nuevo libro en El Ateneo por una amenaza de bomba.

Estaba ciertamente amargado por el episodio, se estaba recuperando de una descomposición, había dormido mal. Me comentó que desde toda su vida, cuando se “hacia mala sangre” por algún motivo cualquiera fuere, el costo del estrés lo pagaba su estómago.

Con esa mezcla de originalidad, entusiasmo y sabiduría, Neustadt, a modo de consejo a quien pudiera ser (por cuestiones generacionales) casi un nieto, me comentó cuáles fueron los libros y las películas que mas lo habían marcado para siempre.

Mientras conversaba con él, yo tomaba nota y apuntes de sus comentarios y anécdotas. El malestar estomacal no le impidió levantarse varias veces para servirse fruta mientras saboreaba un café con leche. La gente del hotel lo saludaba con afecto, casi con ternura. Y razones sobraban para tales demostraciones de cariño. Neustadt marcó a muchas generaciones del derecho y del revés (tanto a quienes pensaban como él, como para con los que disentían).

Lo encontré bien, sencillo, irónico, saltando de un tema a otro con su habitual catarata de frases que dejan pensando al interlocutor.
Bernardo eligió el día de su muerte (privilegio que Dios solo concede a los espíritus grandes): el día del periodista. Y eligió bien. “Neustadt” y “periodismo” son dos palabras que durante gran parte del Siglo XX fueron sinónimas.

Si a veces acertó, fue por jugarse. Si a veces se equivocó, fue por jugarse.

De seguro, en el plazo inmediato, no será él quien quede en el olimpo de los próceres de la información y la opinión, sino aquellos que eligieron el camino fácil, del discurso lavado, del progresismo doméstico, mutable, o lo que es mucho peor, el de aquellos “periodistas” que escogieron el camino del terrorismo y el crimen organizado (verbigracia el enaltecido Rodolfo Walsh).
Pero los espíritus nobles no se manejan con plazos cortos ni ansiedades de consorcio. Saben, que el largo plazo juega en su favor.

Desde el cielo, Bernardo, espera paciente y sin apuro alguno, que se coloque su nombre en el lugar que por hechos y por derecho le corresponde. Esto es, ser reconocido como lo que fue: probablemente el alma mater del periodismo político argentino.

* Nicolas Marquez es periodista, abogado, escritor. Próximo libro del autor “El Vietnam Argentino – la guerrilla marxista en Tucumán” (aparición prevista para el mes de julio en todas las librerías de Argentina).

Momentos destacados de su programa Tiempo Nuevo:


Album de fotos de Bernardo Neustadt en Flickr.

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