Los medios han logrado crear la impresión de que es el servicio militar la causa de suicidio entre las tropas norteamericanas, cuando los civiles de las mismas edades y similares características demográficas se están suicidando a un ritmo aún más alto.
Tras convertirse, para regocijo de los medios de comunicación nacionales y extranjeros, en el candidato de los demócratas a presidente de los Estados Unidos, el senador Obama envió una misiva al secretario de Defensa en un tono propio de alguien que ya es presidente y se dirige a uno de sus subordinados. La carta finaliza así: "Espero su rápida respuesta." Con dos guerras en curso en Irak y en Afganistán, un secretario de Defensa sin duda tiene mejores cosas que hacer que dar una "respuesta rápida" a un candidato político.
Lo que el senador Obama quiere que le responda inmediatamente el secretario de Defensa está relacionado con el dato profusamente publicitado de que el índice de suicidios entre las tropas americanas ha subido. Sus preguntas son estas:
- ¿Qué cambios introducirá para proporcionar a nuestros soldados desplegados en el exterior acceso real a la atención psicológica?
- ¿Qué entrenamiento ha proporcionado el Pentágono a nuestros profesionales médicos para detectar quién puede cometer suicidio?
- ¿Qué asistencia está proporcionando a sus familias para reconocer los síntomas de riesgo de suicidio, de modo que puedan ayudar a nuestros efectivos a recibir la asistencia que necesitan?
- ¿Qué programas ha puesto en práctica el Pentágono para ayudar a reducir el estigma asociado a la preocupación por la salud mental, de manera que los efectivos con mayor inclinación busquen la atención apropiada?
Todo esto suena muy bonito, como tantas otras cosas que dice el senador Obama y que suenan tan verosímiles. Pero, al igual que todas las demás, éstas tampoco se tienen en pie.
Lo que los medios han venido publicando de forma destacada es el aumento en el número de suicidios entre las tropas americanas. Sin embargo, lo que no han dicho es que esta tasa aún no ha alcanzado a la de suicidios entre los civiles de las mismas categorías demográficas. Nadie necesita que se le recuerde que el suicidio es un asunto serio, se produzca entre civiles o entre soldados. Pero los medios han logrado crear la impresión de que es el servicio militar en ultramar la causa de suicidio entre las tropas norteamericanas, cuando los civiles de las mismas edades y similares características demográficas que viven en el país se están suicidando a un ritmo aún más alto. Por otra parte, esta no es la primera vez que el despliegue de tropas en el extranjero ha sido retratado en los medios como la causa de problemas que son peores entre la población civil del país.
El New York Times encabezó la carga sacando en portada los homicidios cometidos por veteranos de permiso, achacando esto al "trauma del combate y la tensión del despliegue". Pero el New York Post demostró que el índice de homicidios entre los veteranos desmovilizados es una fracción de los homicidios cometidos por civiles comparables a efectos demográficos a los primeros. En otras palabras, si los veteranos del ejército no son totalmente inmunes a problemas que se dan entre los civiles residentes en el país, entonces los problemas de los veteranos han de achacarse al servicio militar. Al menos eso es lo que sostienen los medios de referencia.
¿Sabe el senador Obama a cuánto asciende el índice de suicidios o de homicidios entre los veteranos del ejército en comparación con el índice de suicidios o de homicidios entre sus homólogos civiles? ¿Le importan los hechos o sólo pretende anotarse un tanto político? Algo quizá aún más importante: ¿les preocupa a los medios si el senador Obama sabe o no de lo que habla? ¿O es el simbolismo del "primer presidente negro" algo tan crucial incluso si eso significa tener un presidente que combina la ignorancia con el atrevimiento en un momento de peligro nacional?
Los medios han sido fundamentales en toda la candidatura de Barack Obama, cuyos únicos méritos de alcance nacional en toda su carrera han sido logros mediáticos y retóricos. Tal vez el mayor de ellos haya sido proyectar una imagen como candidato completamente incompatible con lo que en realidad ha estado haciendo durante décadas. Este hombre que se supone nos va a "unir" ha estado íntimamente asociado, y ha proporcionado fondos propios y de los contribuyentes, a personas que han pretendido dividirnos de la forma más vilmente demagógica. A pesar de toda su preocupación expresa por la guerra en Irak, Obama no ha puesto el pie en ese país en los últimos dos años, los mismos durante los cuales la lucha contra el terrorismo ha progresado.
No hace falta conocer los hechos cuando uno combina la ignorancia con el atrevimiento y además cuenta con el respaldo de los medios.
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