Violentas protestas contra Ley General de Educación de Chile

SANTIAGO DE CHILE

La policía chilena detuvo ayer al menos a 35 estudiantes en Santiago y a otros 25 en la norteña ciudad de Copiapo durante una protesta en contra de la Ley General de Educación, que se aprobó el pasado 19 de junio en la Cámara de Diputados.

Estudiantes y profesores han realizado numerosas manifestaciones desde el pasado mes de abril en contra de esta nueva ley, que ahora pasará al Senado, ya que a su juicio aumenta la desigualdad.

Asimismo, exigen al Gobierno el fortalecimiento de la educación pública y terminar con la selección de alumnos en los colegios.

Unos 2,000 estudiantes marcharon ayer de forma pacífica por el centro de Santiago, desde la plaza Italia hasta la plaza Almagro, donde los dirigentes leyeron sus discursos y desde donde se iniciaron los primeros disturbios, según la prensa local.

Los manifestantes intentaron desplazarse hasta el Palacio de La Moneda para entregar una carta a la presidenta, Michelle Bachelet, pero la policía no les permitió el paso por lo que los estudiantes fueron dispersados con carros lanza aguas y gases lacrimógenos.

Según informó Radio Cooperativa, los agentes de la policía también apartaron a cerca de 200 manifestantes que se habían sentado en la vía pública para protestar contra esas acciones policiales.

La edición digital del diario El Mercurio señaló en tanto que medio centenar de estudiantes lanzó piedras, palos y vidrios a los Carabineros y otro grupo de cuarenta encapuchados rompió los cristales de dos patrullas de la policía.

En la ciudad de Copiapó, a 804 kilómetros de Santiago, la policía chilena detuvo a unos 25 estudiantes, algunos de los cuales se enfrentaron con piedras y palos a los Carabineros.

En una entrevista con el canal de Televisión Nacional de Chile, Bachelet llamó ayer a los estudiantes a cesar las movilizaciones, reiteró su compromiso de ''fortalecer la educación pública'' y subrayó que la nueva ley ''es infinitamente mejor que la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE)'', impuesta en los años ochenta por la dictadura de Augusto Pinochet.

El vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Universitarios y Secundarios (ACEUS), Amador Sepúlveda, declaró que los estudiantes están ''abiertos al diálogo'' y remarcó que ``están prefiriendo perder un año de clases a perder su educación, que es lo importante''.

Por su parte, Jaime Zamorano, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, tachó de ''maniobra política'' la decisión de dos senadores, uno independiente y otro de la coalición de centroizquierda Chile Primero, de votar en contra de la ley, ya que a su juicio quieren unirse a los movimientos sociales para ``ganar votos''.