05 julio, 2008

Temores por el suministro empujan
al crudo sobre los US$145 el barril

Por Guy Chazan

El petróleo batió un nuevo récord ayer y parece que todavía puede seguir escalando a medida que se intensifican las preocupaciones sobre el suministro global y los temores de un conflicto en Irán.

Mientras tanto, una reunión de alto perfil de ejecutivos petroleros celebrada el jueves en Madrid concluyó sin que sus asistentes llegaran a un consenso. Lejos de ello, productores y consumidores acabaron culpándose los unos a los otros por los altos precios del crudo, que en los últimos 12 meses se han duplicado.

Los futuros del crudo alcanzaron por primera vez los US$145,85 por barril durante la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York, para luego ceder levemente y cerrar en US$145,29. El crudo acumuló ayer un alza de 1,2%.

Sin embargo, las expectativas de que los precios puedan llegar a perforar la barrera de los US$150 en el corto plazo son altas. Esto incrementa la presión sobre los consumidores. Los operadores citan rumores de que Israel podría estar preparando un ataque a las instalaciones nucleares de Irán, lo cual podría amenazar el tráfico del Golfo Pérsico, a través del Estrecho de Ormuz.

En Madrid, hubo un enfrentamiento entre los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los líderes de las mayores petroleras occidentales. Ambas partes discutieron sobre las causas del auge del crudo y lo que podían hacer para calmar los volátiles mercados. Los representantes de la OPEP culpan a los inversionistas financieros por inyectar miles de millones de dólares en las mercados de materias primas para protegerse de la inflación y la debilidad del dólar. Alí Naimi, el ministro de Petróleo saudita, dijo que por ahora su país no tiene planes de incrementar la producción, porque "todos nuestros compradores están satisfechos y felices" .

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Sin embargo, ejecutivos de las petroleras occidentales argumentaron que pese a que las reservas son suficientes ahora, empezarán a escasear en el futuro. "La mayor parte de los saltos en los precios que estamos viendo está relacionada con las preocupaciones sobre el panorama futuro de un suministro físico", advirtió John Watson, vicepresidente de Chevron Corp.

Una de las pocas cosas en que los asistentes a la reunión Madrid estuvieron de acuerdo es que el crecimiento económico es el responsable del auge de los precios, a medida que en países como India y China cada vez más personas escapan de la pobreza e ingresan a una clase media que compra autos y consume más energía. Algunos expositores sugirieron que la OPEP no ha hecho lo suficiente para abastecer esta creciente demanda. "2007 fue el quinto año consecutivo en que la demanda global de energía estuvo por encima del promedio", dijo esta semana Tony Hayward, presidente ejecutivo de la británica BP PLC. "No obstante, la producción de la OPEP cayó en 350.000 barriles diarios".

El presidente del cartel petrolero, Chakib Khelil, dijo que la OPEP incrementaría su capacidad de bombeo en unos 4 millones de barriles al día para 2012, gracias a una inversión de US$210.000 millones en producción de crudo y refinación. Sin embargo, Exxon Mobil Corp. dijo que por su cuenta planeaba invertir un 60% de esa cifra, aproximadamente US$125.000 millones, para aumentar si producción, en ese mismo período.

Inversión sin barreras

Los ejecutivos del sector dicen que la solución para los agobiados mercados globales es que los países productores eliminen las barreras a la inversión. Actualmente, extensos territorios de Medio Oriente están fuera del alcance de las grandes petroleras. Además, éstas también han sufrido debido a gobiernos más nacionalistas en países como Venezuela y Kazajstán.

Hayward señaló que los obstáculos para conseguir un mayor suministro son más políticos que geológicos. "Los problemas para generar nueva producción no están bajo tierra", dijo. "Están encima". Por su parte, el presidente ejecutivo de Exxon, Rex Tillerson, se quejó del "nacionalismo de recursos" que, según él, está perjudicando el crecimiento económico.

Khelil respondió a estas críticas argumentando que Estados Unidos podría aportar su grano de arena mediante permisos de exploración en sus campos en alta mar de Alaska y Florida. La retórica que se escuchó en Madrid decepcionó a muchos expertos. "Los ataques verbales hacia los gobiernos anfitriones no suele ser el modo más productivo de proceder", escribió en un informe Paul Horsnell, analista de Barclays Capital.

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