01 julio, 2008

Triunfo de la oposición boliviana ensombrece el futuro político de Morales

Savina Cuéllar muestra orgullosa su dedo manchado con tinta, prueba de que votó.
AFP/Getty Images
Savina Cuéllar muestra orgullosa su dedo manchado con tinta, prueba de que votó.

A cuarenta días del referendo revocatorio en Bolivia, el presidente Evo Morales tiene a siete de los nueve gobernadores del país en su contra, lo que, en apariencia, no le preocupa porque está seguro de salir ratificado el próximo 10 de agosto en esa consulta.

No obstante, el triunfo de la indígena quechua opositora Savina Cuéllar el domingo como nueva prefecta del departamento boliviano de Chuquisaca ha ensombrecido el panorama político del oficialismo.

Cuéllar, una vendedora de ropa usada y ex militante del gobiernista Movimiento Al Socialismo (MAS), tiene la victoria asegurada para ocupar el principal cargo de la región, según sondeos de canales locales y parcialmente confirmados por los primeros recuentos oficiales que arroja la Corte Electoral de Chuquisaca.

Tras los primeros resultados, la prefecta electa delineó sus primeros discursos orientados a Morales, para que "como un papá de Bolivia'' reconozca las demandas de todas las regiones y para afianzar su propuesta programática de empujar a Chuquisaca como el quinto departamento en buscar un gobierno autónomo.

Los prefectos de las regiones autonomistas, más el de Cochabamba, esperan reunirse el miércoles con Cuéllar para evaluar el nuevo mapa político del país y el rechazo del gobierno a su petición de suspender el referendo.

La situación de crisis en Bolivia llevó a que el gobierno convocara para el 10 de agosto a un referendo revocatorio en que el presidente y los 9 prefectos pondrán a consulta sus cargos, aunque varias de las autoridades regionales han rechazado participar de esa jornada.

Cuéllar será la única de los nueve prefectos del país que no se someterá a esta consulta, según confirmó el lunes el gobierno, que acusó a los demás gobernadores de intentar esquivar el referendo por el temor a perder sus cargos.

Los gobernadores, que a principios de año plantearon a Morales ir al revocatorio para solucionar la crisis del país, se retractaron hace una semana y decidieron no someterse a la consulta porque creen que la formula de la convocatoria favorece a Morales. En su lugar, plantean ir a un diálogo político y si no es posible --como ha ocurrido varias veces en los últimos meses-- adelantar las elecciones generales para todos los cargos.

Además de las seis regiones que forman un bloque unitario contra Morales, La Paz también está gobernada por un opositor, José Luis Paredes, aunque su gestión está "neutralizada'' por los sindicatos de la ciudad del El Alto, uno de los bastiones del presidente indígena.

De esta forma, el presidente Morales sólo tiene bajo su control las prefecturas de Oruro y Potosí, aún mantiene un fuerte arraigo en El Alto y en La Paz y tiene mayoría en el área rural de Chuquisaca y presencia en Cochabamba, entre otras regiones.

Tan seguro está Morales de su triunfo que el domingo sostuvo que el revocatorio será para "revolcar'' a los prefectos opositores del país, aunque algunos, como el de Santa Cruz, mantienen un alto respaldo en sus regiones.

No obstante, el referendo de agosto se enfrenta a un posible desacato impulsado por varios gobernadores y una demanda para frenarlo presentada por el opositor Unidad Nacional ante la Corte Electoral, que debería pronunciarse esta semana sobre el asunto.

Cuéllar no quiso confirmar el lunes si se reunirá con el presidente porque es una decisión, según declaró, que corresponde al pueblo de Chuquisaca y sus organizaciones.

Si se confirma oficialmente el triunfo que le otorgan los sondeos a pie de urna con un respaldo del 55 por ciento, la líder habrá obtenido el más alto apoyo electoral conseguido en los últimos años en Bolivia, por encima del 53.7 de Morales y del 47.8 del prefecto opositor Rubén Costas en Santa Cruz en el año 2005 en ambos casos.

El escrutinio oficial parcial otorga a Cuéllar de momento un 73 por ciento, aunque se trata de actas computadas en Sucre donde tiene su mayor respaldo, frente al campo que sigue apoyando al gobierno de Morales.

La dirigente, que responde a una alianza de entidades cívicas de Chuquisaca, férrea opositora al Ejecutivo de Morales, anunció que llevará a su región a un referendo autonómico para septiembre u octubre próximos, similar al realizado en otros cuatro departamentos.

Eso supondrá el alineamiento formal de Chuquisaca con Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando que realizaron sus respectivas consultas sobre sus estatutos autonómicos entre el 4 de mayo y 22 de junio, en un proceso que el gobierno ha descalificado por considerarlos ilegales.

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