Bush condena ataque ruso a Georgia
El presidente George Bush condenó el domingo el ataque de Rusia a Georgia, que calificó de desproporcionado, y afirmó que la violencia en ese país es inaceptable, mientras aviones rusos la bombardeaban y el canciller francés llegaba a Tiflis para mediar en el conflicto por la región separatista de Osetia del Sur.
Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney dijo que "tiene que haber una respuesta a la agresión rusia a Georgia''.
El embajador estadounidense en la ONU, Zalmay Khalilzad, dijo que Rusia busca el derrocamiento del gobierno georgiano, que tiene estrechos lazos con Occidente, sobre la base de comentarios del canciller ruso, Serguei Lavrov, quien habría dicho que el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, "debe partir''.
"Es completamente inaceptable y supera los límites'', declaró Khalilzad.
Lavrov desmintió poco después haber hecho esas declaraciones en una conversación telefónica con la secretaria de Estado Condoleezza Rice.
"Un hombre que ha dado la orden de cometer crímenes de guerra... no puede considerarse socio de Rusia'', dijo Lavrov refiriéndose a Saakashvili.
Khalilzad declaró que un proyecto de resolución de la ONU que pide un alto el fuego inmediato entre Georgia y Rusia se presentaría en las próximas horas en la reunión del Consejo de Seguridad.
Sobre el terreno, las operaciones militares continuaban el domingo con un bombardeo ruso a una base militar cerca de Tiflis, que fue confirmado por la ONU.
Los observadores de la ONU confirmaron también bombardeos aéreos a pueblos en el único sector controlado por Tiflis en Abjasia, otra región separatista georgiana.
El ejército ruso negó haber bombardeado ninguna zona civil de Georgia, como denunció Tiflis.
El domingo al caer la tarde el portavoz del ministro georgiano de Interior, Shota Utashvili, declaró que la ciudad georgiana de Gori era atacada masivamente por la artillería y la aviación rusas, al tiempo que tropas terrestres se preparaban para un asalto.
El presidente Mijail Saakashvili denunció por su parte que había tanques rusos en territorio georgiano más allá de Osetia del Sur.
Los georgianos también acusaron a los rusos de haber bombardeado el puerto de Poti, en el Mar Negro, una base aérea a las afueras de Tiflis y la zona del aeropuerto internacional de la capital georgiana, que Rusia desmintió.
Georgia acusó también a Rusia de impedir la entrada de médicos georgianos en Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso anunció que sus buques de guerra hundieron una nave lanzamisiles georgiana que intentaba atacarlos en el mar Negro.
Moscú retiró dos buques de guerra enviados frente a las costas georgianas. Rusia había mandado varias naves para impedir la entrega de armas a ese país.
Georgia anunció por su lado una retirada casi completa de sus tropas de Osetia del Sur y un alto el fuego, mientras el ejército ruso tomaba el control de Tsjinvali.
"Georgia hace saber que está dispuesta a iniciar inmediatamente negociaciones con la Federación Rusa sobre un alto el fuego y el cese de las hostilidades'', declaró la Cancillería georgiana.
Sin embargo, Rusia acusó a Georgia de continuar las hostilidades.
Saakashvili lanzó un llamamiento a Washington para que intervenga diplomáticamente.
La Casa Blanca advirtió a Moscú de que el conflicto podría tener un impacto importante en las relaciones bilaterales a largo plazo, la misma posición planteada el sábado por la Unión Europea.
El canciller francés Bernard Kouchner llegó a Tiflis el domingo y se reunió con el presidente georgiano para exponerle un proyecto de plan de paz.
El Kremlin y el Palacio del Eliseo anunciaron que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ejerce la presidencia de la UE, visitará Moscú en los próximos días.
Además, la UE desbloqueó un millón de euros de ayuda a la población civil afectada por el conflicto, anunció la Comisión.
Más de 2,000 personas, "en su inmensa mayoría ciudadanos rusos'', han muerto en Osetia del Sur desde el comienzo de la ofensiva georgiana el jueves por la noche, afirmó Grigori Karasin, viceministro ruso de Relaciones Exteriores.
Del lado georgiano, el saldo oficial es de 92 muertos, entre ellos 40 civiles.
Unas 30,000 personas --la mitad de la población-- han huido de las zonas de combate en Osetia del Sur, y 10,000 en Georgia, anunció una portavoz de la Cruz Roja Internacional.
La mitad de los 2,000 soldados georgianos desplegados en Irak regresó el domingo a Georgia, donde esperaban ser enviados a la zona de conflicto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario