02 septiembre, 2008

Brasil se transforma en la nueva frontera para las mineras y siderúrgicas del mundo

Por Robert Guy Matthews

La lucha global para conseguir materias primas está creando una nueva dinámica en la siderurgia: los productores se están convirtiendo en proveedores y los proveedores en productores.

En un esfuerzo por depender menos de los gigantes mineros que controlan el mineral de hierro del mundo y que han subido sus precios más de un 80% este año, un creciente número de siderúrgicas ha salido a excavar sus propios minerales. A su vez, en una apuesta para crear un mercado cautivo y aprovechar la creciente demanda por acero, varios productores de mineral de hierro se están transformando en fabricantes de acero.

Los economistas dicen que el escaso suministro de mineral de hierro y otras materias primas está detrás de esta tendencia. "La principal diferencia entre hoy y, digamos, diez años atrás, es que no hay exceso de capacidad en el mercado," afirma John Anton, economista del sector siderúrgico para Global Insight, una compañía de análisis y predicciones económicas. "Para que una compañía consiga lo que necesita, tiene que ofrecer un precio más alto que otra compañía."

Este movimiento dirigido a controlar desde la producción de las materias primas hasta el producto final, proceso conocido como integración vertical, supone un regreso al modo en que la industria del acero operaba hace tres décadas, cuando era común que las siderúrgicas tuvieran sus propias minas. Después, las siderúrgicas concluyeron que el mejor camino para eludir la competencia extranjera era enfocarse en la producción de acero, así que empezaron a deshacerse de sus minas. Asimismo, la producción de acero ha sido tradicionalmente más rentable que la extracción de mineral de hierro.

El movimiento hacia una mayor integración vertical se ve con nitidez en Brasil, que tiene vastas reservas de mineral de hierro sin explotar o sin dueño. "Brasil es el lugar estratégico para la industria del acero," dice Lakshmi Mittal, gerente general de ArcelorMittal, el mayor fabricante de acero del mundo por producción. "Tiene las materias primas. Tiene el mercado. Tiene el crecimiento."

En la última semana, las siderúrgicas y las mineras han anunciado cuantiosas inversiones en Brasil, una economía de rápido crecimiento. ArcelorMittal informó que pagará US$810 millones por los activos de mineral de hierro brasileños de una minera londinense y aceptó desarrollar un puerto para embarcar el mineral. A su vez, un consorcio japonés de productores de acero está en la pelea para comprar un grupo de minas en Brasil en manos del gigante brasileño Companhia Siderúrgica Nacional, CSN. Fabricantes de China, India y Rusia están también interesados en las minas de CSN.

Mientras tanto, la minera Vale do Rio Doce, la mayor extractora de mineral de hierro del mundo, divulgó la semana pasada planes para construir un complejo siderúrgico de US$5.000 millones. La acería, que estaría lista en 2013, tendría una capacidad de alrededor de 2,5 millones de toneladas y la mayor parte de la producción se destinaría a uso doméstico. Muchos otros pequeños productores de mineral de hierro han señalado que también quieren incursionar en la siderurgia.

Al igual que muchas mineras, Vale tiene los bolsillos llenos gracias en parte a los altos precios del mineral de hierro. La empresa no ha ocultado su deseo de comprar otras operaciones mineras a medida que trata de diversificarse más allá del mineral de hierro. No obstante, a pesar de tener US$14.000 millones destinados a este propósito, Vale no ha logrado hacerse con otras operaciones mineras. Sus negociaciones para comprar la minera suiza Xstrata PLC fracasaron al no acordar un precio. Además del complejo siderúrgico, Vale anunció la semana pasada la construcción de una planta de aluminio en Brasil, para luego abastecer esta nueva planta con bauxita de sus propias minas. También está invirtiendo en empresas conjuntas con otros fabricantes de acero.

Las siderúrgicas han puesto la mira en Brasil en parte porque las reservas de mineral de hierro en Australia están controladas por BHP Billiton y Rio Tinto, lo que significa que casi no hay oportunidades para que otras empresas ganen un espacio en el mercado. Además, el sistema logístico y de transportes de Australia está funcionando casi a plena capacidad, los costos laborales son más altos y el país tiene un menor potencial como mercado consumidor de acero. En cambio, el auge de la construcción civil y de la industria automotriz ha generado récords de producción y crecimiento de dos dígitos en las ventas de acero en Brasil, el noveno productor mundial de acero.

Gran parte del nuevo crecimiento de ArcelorMittal proviene de Brasil, donde está invirtiendo en nuevas plantas, nuevas minas y la formación de empresas conjuntas.

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