19 septiembre, 2008

HRW: expulsión activistas refleja "intolerancia" de Chávez

José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, escucha preguntas de reporteros en una conferencia de prensa en Caracas el 18 de septiembre 2008.
AP
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, escucha preguntas de reporteros en una conferencia de prensa en Caracas el 18 de septiembre 2008.

Human Rights Watch (HRW) consideró como "una prueba más de la creciente intolerancia" reinante en Venezuela la decisión de las autoridades de expulsar a dos directivos de esa organización que divulgaron un informe crítico al gobierno del presidente Hugo Chávez.

Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, condenó el viernes en un comunicado la expulsión del equipo de la organización que en una rueda de prensa en la víspera presentó un informe que denunciaba retrocesos en los derechos humanos en Venezuela durante los casi 10 años que Chávez lleva de gobernar el país.

La organización denunció que José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, y el subdirector del grupo activista, Daniel Wilkinson, fueron interceptados la noche del jueves en un hotel capitalino, donde les entregaron una carta en las que se le acusaba de ejercer actividades contra el Estado.

"Sus teléfonos celulares fueron confiscados y sus peticiones para que se les permitiera ponerse en contacto con sus embajadas les fue negado", refiere un escrito que difundió la organización desde Sao Paulo, Brasil.

HRW indicó además que Vivanco y Wilkinson fueron llevados en automóviles hasta el aeropuerto internacional en donde los obligaron a abordar un vuelo hacia Sao Paulo.

Vivanco dijo, en conversación telefónica con AP desde Brasil, que su expulsión busca "distraer la atención para evitar tratar los temas y distraer la atención (con la estrategia) de atacar al mensajero".

Sostuvo que lo sucedido es "una confirmación" exacta de los puntos que HRW planteó en su informe, y pone de manifiesto "la falta de tolerancia del gobierno del presidente Chávez a las críticas" en materia de democracia y derechos humanos.

El ministro de Comunicación, Andrés Izarra, acusó el viernes a HRW de mantener una "vinculación directa con lo que es el Departamento de Estado y con los poderes imperiales", y de ser una "fachada para intervenir en los países".

Izarra dijo a la televisora estatal que el informe que emitió el grupo activista está plagado de "infamias" y "canalladas".

"Ya basta señores, ya basta. Este gobierno está decidido a defender la dignidad del pueblo de Venezuela a proteger los intereses del país y a no permitir un nuevo esfuerzo de desestabilización en Venezuela del cual Human Rights Watch es una herramienta activa en todos estos esfuerzos", afirmó Izarra al defender la expulsión de los directivos del grupo.

HRW sostuvo en su estudio que el gobierno del líder izquierdista venezolano "en sus esfuerzos por contener a la oposición política y consolidar su poder... ha debilitado las instituciones democráticas y las garantías de derechos humanos".

Además, señaló al gobierno de ejercer "discriminación política" al despedir a trabajadores estatales afines a la oposición, incluirlos en listas negras y al negarle acceso a programas sociales a críticos del gobierno, entre otras cosas.

Mónica Fernández, integrante de la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano, dijo a la AP que haber echado a los activistas refleja "la falta de tolerancia del gobierno venezolano a recibir críticas. El gobierno de Chávez pretende tapar las cosas que ya son insostenibles desde el punto de vista de la violación de derechos humanos con esta expulsión".

Un comunicado del presidente del partido opositor Social Cristiano, Luis Ignacio Planas, expuso que la decisión de las autoridades "es una nueva demostración del poco interés que por los derechos humanos tiene este gobierno, que es intolerante y que además no tiene argumentos suficientes para desvirtuar" el informe de HRW.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, declaró esta madrugada que Vivanco y Wilkinson fueron expulsados por cometer "graves violaciones" en su condición de "turista en nuestro país".

"No vamos a soportar, ni vamos a tolerar que venga ningún extranjero a tratar de mancillar la dignidad de nuestra república... y de las instituciones de nuestra democracia", añadió.

El Ministro de Relaciones Exteriores informó en un comunicado que Vivanco, es un chileno que llegó al país con un visado de turista, y que Wilkinson "portaba un pasaporte estadounidense".

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