08 octubre, 2008

Gabriela Calderón
Ecuador: instituciones de bolsillo

La nueva constitución ecuatoriana somete todas las instituciones del Estado al control del ejecutivo.

El 28 de septiembre a los ecuatorianos elegimos instaurar un ejecutivo con instituciones de bolsillo. El principal mal que hemos padecido, desde que éramos una colonia española, ha sido la concentración de poder en un Estado que se ha dedicado a otorgar privilegios, tal cual monarca, a sus súbditos. La constitución elaborada en Montecristi continúa esta tradición del imperio español.

El inicio de las exportaciones petroleras en 1973 impulsó una mayor concentración de poder en el Estado hasta llegar al 2008 con un gasto público consolidado que constituye el 50% del PIB según el Observatorio de la Política Fiscal. Quienes propusieron concentrar mayor poder en el Estado siempre lo hicieron argumentando que buscaban favorecer a los más pobres, pero lo que lograron fue llenar sus bolsillos y los de sus compinches.

El régimen de transición adjunto a la nueva constitución resultará en una concentración de poder sin precedentes en la democracia ecuatoriana:

  • 5 días después de la proclamación de los resultados del referéndum se instalará un congresillo que deberá reflejar la proporcionalidad política de la Asamblea Constituyente (AC) y sus miembros serán escogidos de entre los ex-asambleístas constituyentes. A juzgar por lo sucedido en la AC, este será un títere del ejecutivo. Creará leyes y fiscalizará hasta el 2009, a pesar de que sus integrantes no fueron electos para ese propósito.
  • El congresillo designará a los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), órganos que supervisarán y organizarán las elecciones de 2009.
  • 10 días después de que se anuncien los resultados del referéndum se declaran "terminados" los periodos de los 31 jueces de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Luego, el CNE—elegido por el congresillo—seleccionará por "sorteo" a 21 de los 31 jueces de la vieja CSJ para que constituyan temporalmente la Corte Nacional de Justicia.
  • El congresillo designará a las autoridades de control temporales: Contralor, Procurador, Fiscal General, Defensor del Pueblo, Superintendentes de Telecomunicaciones, Compañías, Bancos y Seguros.
  • El congresillo también designará por "un concurso público de oposición y méritos" a los 7 integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).
  • El CPCCS conformará "Comisiones Ciudadanas Seleccionadoras" (CCS) que elegirán a las nuevas autoridades de control que permanecerán, posiblemente, hasta después de las elecciones de 2009. Las CCS conformadas por 10 delegados: 1 de cada uno de los poderes del Estado (ejecutivo, legislativo, transparencia y control social, judicial y electoral), y "por sorteo" (no por elección popular) 5 de la ciudadanía. Una vez conformadas y dadas las elecciones de enero de 2009, las CCS elegirán—de una terna enviada por el ejecutivo—al Contralor, al Procurador y a los superintendentes. También seleccionarán al Defensor del Pueblo, al Fiscal General, a los miembros del CNE y del TCE.
  • La Corte Constitucional se podrá conformar durante el periodo de transición. Si se conforma durante el periodo de transición, esta Corte será designada por el ejecutivo y su congresillo y CPCCS. De esta manera quedaría blindado el ejecutivo, y para efectos prácticos su poder no tendría límites.

Dicen que hay dos filosofías en la historia, la de la libertad y la del poder. La segunda cree que unos individuos (o uno solo) con buenas intenciones y conocimiento deben concentrar el poder para imponerle la libertad al resto. La primera cree que el poder debe ser limitado para que la libertad pueda existir, pues la libertad si es impuesta, no es libertad.

En Ecuador parece que va a ganar la filosofía del poder. Democráticamente los ecuatorianos elegiremos vivir bajo un ejecutivo de poderes ilimitados.

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