La caída de exportaciones de EE.UU. aumenta el pesimismo
Por Tymothy Aeppel
Considerado por mucho tiempo como uno de los pocos puntos positivos en la tambaleante economía estadounidense, el crecimiento de las exportaciones podría caer de forma pronunciada en los próximos meses.
Muchos fabricantes estadounidenses ya están viendo una disminución en los nuevos pedidos y una mayor reticencia por parte de los compradores en otros países para seguir adelante con los acuerdos negociados anteriormente. El panorama se ha nublado tan rápido que los economistas tienen dificultades para mantener actualizadas sus previsiones.
Global Insight, una firma de consultoría, anunció el viernes que ha reducido en casi la mitad su previsión del crecimiento real de las exportaciones, de 1,34% a 0,73%. "Pero lo que hemos visto en los últimos días indica que veremos un deterioro comercial aún mayor", dice Paul Bingham, economista de la firma. Bingham cree que una recesión global es casi segura, lo cual afectará a todo tipo de comercio.
El crecimiento de las exportaciones de Estados Unidos ya se estaba desacelerando antes de que los mercados financieros cayeran en picada, debido a un crecimiento económico más moderado en muchas regiones del mundo y la apreciación de la moneda estadounidense. Un dólar más fuerte hace que los productos de EE.UU. sean menos competitivos en los mercados internacionales.
Gran parte del auge en las exportaciones este año fue impulsada por alzas en los precios de commodities como la soya y el mineral de hierro, gracias en parte a una ola de gastos en infraestructura en todo el mundo, a medida que los países se lanzaban a una carrera por expandir sus redes ferroviarias, minas y plantas energéticas. Esto benefició a los fabricantes estadounidenses de maquinaria minera, grúas, tractores y cintas transportadoras. Las exportaciones de carbón se dispararon, así como los envíos de motores diésel, computadoras y metales chatarra.
Sin embargo, los acontecimientos de las últimas semanas han reducido los precios de las materias primas y han generado dudas sobre la fortaleza de estos mercados en el futuro.
Las exportaciones también están siendo golpeadas por un bajón en el consumo en EE.UU. Una parte de las exportaciones del país alimenta una dinámica circular en el comercio mundial, con empresas internacionales que compran maquinaria, partes y químicos hechos en EE.UU. para fabricar productos que finalmente son vendidos en tiendas estadounidenses.
No obstante, a medida que los consumidores estadounidenses, preocupados por sus trabajos y sus cuentas de ahorro, recortan sus gastos, las probabilidades de fuertes ventas en la temporada navideña se han reducido.
El resultado es que las exportaciones ya no servirán como un contrapeso a la debilidad de la economía local. El año pasado, las exportaciones reales de bienes aumentaron en US$114 millones, o 12%, en todas las principales categorías. Ahora representan casi el 13,5% del Producto Interno Bruto de EE.UU., el porcentaje más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
"Los fabricantes orientados a la exportación están pasando de ser una fuente de crecimiento real a estar apenas sobreviviendo", explica Mark Zandi, economista jefe de la consultora Moody's Economy.com.
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