21 octubre, 2008

La Reserva da luz verde a otro plan de estímulo económico

Los corredores de la Bolsa de Nueva York tuvieron un día relativamente tranquilo.
AP
Los corredores de la Bolsa de Nueva York tuvieron un día relativamente tranquilo.

Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, otorgó el lunes su bendición a los planes del Congreso de estimular por segunda ocasión la economía, sugirió la necesidad de más ayuda federal para los estados y alertó contra la elevación de los impuestos en medio de las turbulencias económicas.

La Casa Blanca dijo el lunes que el presidente George W. Bush estaba abierto a cierto tipo de acción después que Bernanke advirtiera que la crisis podría alargarse si no se aplica un remedio adicional.

En Wall Street, las acciones subieron, y el indicador Dow Jones ganó 413 puntos. También aparecieron nuevos signos de que las condiciones crediticias se están descongelando algo.

La economía nacional, que ya se tambalea, recibió tres golpes fuertes por las crisis de la vivienda, el crédito y las finanzas. Ahora que la recesión es considerada inevitable por muchos, por no decir que ya nos afecta, Washington se concentra en lo dañina y larga que puede ser y en cómo limitar sus consecuencias.

Bernanke compareció ante el Comité de Presupuesto de la Cámara para discutir los esfuerzos recientes destinados a revertir la crisis financiera global. Por comparecer sólo dos semanas antes de las elecciones nacionales, muchas de las preguntas de los legisladores tenían un tono político.

En sus primeras consideraciones, Bernanke afirmó que la economía enfrenta algunos trimestres más de mal funcionamiento, por lo que las nuevas medidas de estímulo deberían ser "apropiadas'', aunque subrayó que la ayuda debe estructurarse para que ejerza una influencia inmediata y no para financiar proyectos que demoran en avanzar. Una gran parte del plan de estímulo que los demócratas están elaborando tienen por objetivo financiar proyectos de infraestructura.

Al ser presionado por la representante Rosa DeLauro, demócrata por Connecticut, para dar instrucciones a los legisladores acerca de cuán grande debe ser un plan de estímulos, Bernanke respondió: "Pienso que debería ser significativo'', sin señalar una cifra precisa.

El presidente Bush aprobó en febrero un plan de rescate financiero por $152,000 millones que devolvió dinero a los consumidores, cuyos gastos mueven dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos. El nuevo esfuerzo estaría dirigido más bien hacia la creación de empleos.

La Casa Blanca no ha dado su apoyo a un segundo plan de estímulo.

"Cuando el Congreso vuelva a reunirse, habrá muchas oportunidades para considerar si se necesita un estímulo fiscal adicional, y, en ese caso, qué forma debería asumir'', declaró a McClatchy el vocero de la Casa Blanca Tony Fratto. "Hasta el momento, lo que hemos escuchado de parte de los líderes demócratas no parece que ayudará al crecimiento de la economía en el futuro cercano''.

Bernanke sugirió que cualquier estímulo debería centrarse en los mercados de crédito ahora congelados, que están reduciendo sus préstamos a los consumidores, las empresas y los gobiernos estatales, y apoyó asimismo los llamados a esfuerzos más agresivos por detener el número creciente de ejecuciones hipotecarias en todo el país.

El presidente de la Reserva Federal aseguró que el plan de estímulos podría estructurarse de modo que garantice los préstamos a los gobiernos locales y estatales en el mercado municipal de valores, que ahora es improductivo, como otros mercados de crédito.

California y Massachusetts están entre los estados que se quejan de que pedir prestado en los mercados de valores se está conviertiendo en algo prohibitivo.

"Esta podría ser un área en que el gobierno federal podría ayudar a los gobiernos locales y estatales a atraer crédito con tasas más bajas'', indicó Bernanke.

DeLauro trató repetidas veces de conseguir que Bernanke dijera que la economía del país está en recesión, pero el jefe de la Reserva Federal respondió que eso era una cuestión académica.

"Existe un serio estancamiento en la economía . . . Llamémosle recesión o no, eso no importa'', explicó. La mayoría de los economistas suponen que la economía está en recesión, que se define como una contracción en una amplia gama de índices incluyendo el trabajo, el consumo y la producción industrial.

Cuando el representante Paul Ryan, republicano por Wisconsin, presionó a Bernanke sobre los peligros de aumentar impuestos durante la turbulencia económica, éste respondió que "en términos generales, un aumento neto de los impuestos no es deseable en medio de un letargo económico''.

Lo más probable es que ambos partidos políticos usen esa respuesta. Los republicanos dirán que Bernanke advirtió en contra de aumentar impuestos, lo cual ocurriría si el Congreso permite que los recortes de impuestos aprobados ya en esta década caduquen como está programado a fines del 2010.

Los demócratas pueden alegar, basados en los comentarios de Bernanke, que él advirtió en contra de aumentos de impuestos "netos'', queriendo decir que el Congreso permitirá que los impuestos de las personas más acaudaladas suban de nuevo, como quiere el candidato presidencial demócrata Barack Obama, siempre que haya otros recortes de impuestos para equilibrar eso.

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