El Gobierno de Bush no controla dónde ha ido a parar el dinero del plan de rescate
El Departamento del Tesoro no ha revelado su estrategia para la estabilización del sistema financiero, no responde preguntas y no lleva cuentas claras del socorro financiero de 700.000 millones de dólares, según un informe que se divulga hoy. Un comité bipartidista, encargado por el Congreso de la supervisión del socorro aprobado en octubre, hará público hoy su segundo informe, del cual los medios de prensa han obtenido fragmentos.
La comisión, integrada por cinco personas, indica que "parece haber brechas significativas en la capacidad del Departamento del Tesoro para rastrear dónde han ido a parar cientos de miles de millones de dólares del dinero de los contribuyentes", según el diario The Wall Street Journal.
"Alivio de activos problemáticos"
"Las preocupaciones iniciales de la comisión acerca del Programa de Alivio de Activos Problemáticos -que fue el nombre original del auxilio financiero- han aumentado, exacerbadas por las explicaciones cambiantes acerca de los propósitos e instrumentos usados por el Tesoro", señala el informe.
El gobierno "no ha explicado todavía cuál es su estrategia para la estabilización de los mercados financieros", según el diario. En principio, cuando urgió al Congreso para que aprobara el programa, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijo que se usaría la mayor parte del dinero para el "alivio de activos problemáticos", especialmente las deudas de alto riesgo.
A mitad de octubre el gobierno empezó a asignar cientos de miles de millones de dólares a la compra de acciones en bancos privados, y la nacionalización de la firma de seguros American International Group. Más tarde el gobierno empujó al Congreso a que aprobara el uso de una porción del socorro financiero para sustentar a las empresas Chrysler y General Motors que, según se dijo, encaraban una inminente bancarrota.
¿Éxito o fracaso del programa?
El informe de la comisión, según los medios, apunta que el gobierno ha hecho muy poco para ayudar a los millones de compradores de casas que encaran la ejecución de sus hipotecas y el desalojo, aunque ésa fue la promesa inicial.
La comisión sostiene que el Tesoro no tiene la capacidad de asegurar que los bancos presten el dinero que han recibido del gobierno, no tiene normas para medir el éxito o fracaso del programa, y no atiende las preguntas de la comisión u ofrece respuestas incompletas.
EEUU destruye 2,58 millones de empleos en 2008
EEUU destruye 2,58 millones de empleos en 2008, el peor dato desde 1945
La economía de EEUU destruyó 524.000 empleos el pasado mes de diciembre, con lo que en todo 2008 se perdieron 2,58 millones de puestos de trabajo, la cifra más elevada desde la finalización de la II Guerra Mundial en 1945. La tasa de paro ha subido hasta el 7,2%, cuatro décimas por encima del dato revisado de noviembre, y el nivel más alto en quince años.
La importante pérdida de empleo en 2008 contrasta con el resultado de 2007, cuando la primera economía del mundo tuvo una ganancia neta de 1,1 millones de empleos.
A pesar de las espectaculares cifras anuales, los analistas prestan más atención al dato concreto de diciembre, que al ser menos malo de lo previsto está impulsando las subidas en los principales mercados bursátiles del mundo. El consenso de analistas recopilado por Bloomberg esperaba que se registrasen 525.000 empleos menos en diciembre y una tasa de paro del 7%. EEUU lleva destruyendo empleo doce meses seguidos.
"Se tiene que medir los datos frente a las expectativas de Wall Street: tuvimos el informe ADP y algunos rumores de entre 600.000 y 700.000 pérdidas de empleo. El mercado inicialmente estaría dando un suspiro de alivio", ha declarado Willian Sullivan, economista jefe de JVB Financial Group.
Además, la cifra de destrucción de puestos de trabajo de noviembre se ha revisado muy al alza: 584.000 frente a los 533.000 anunciados preliminarmente.
"Estos números eran de esperar, dada la recesión y la fuerte contracción que hemos visto en el gasto del consumidor. Creemos que este tipo de pérdidas de empleo continuarán en la primera parte del 2009, con entre 500.000 y 600.000 empleos perdidos en cada uno de los primeros meses del 2009", señala Arpitha Bykere, analista de Rgmonitor.com en Nuvea York.
Empleo por sectores
Todos los sectores productivos registraron pérdidas de empleos en diciembre. Destaca la bajada de 149.000 puestos de trabajo en el sector fabril, la mayor caída desde agosto de 2001, después de la pérdida de 104.000 empleos en manufactura en noviembre.
La construcción vio como se volatilizaron 101.000 empleos el último mes del año y los servicios 243.000. El Gobierno contrató a 7.000 personas durante el último mes del año frente a los 3.000 despidos un mes antes.
Número de desempleados
Durante el pasado mes de diciembre, la cifra de desempleados en EEUU se incrementó en 632.000 personas, hasta los 11,1 millones de parados, mientras que el Departamento de Empleo precisó que desde el inicio de la recesión, en diciembre de 2007, la cifra de personas desempleadas creció en 3,6 millones, elevando en 2,3 puntos porcentuales la tasa de paro.
El presidente electo de EEUU, Barack Obama, ha advertido en repetidas ocasiones de la necesidad de sacar adelante un nuevo plan de estímulos que permita la creación de unos 2,5 millones de empleos, una cantidad similar a la perdida en apenas doce meses por la mayor economía del planeta.
A este respecto, Obama señaló ayer en un discurso pronunciado en la Universidad George Mason que la recesión económica podría "durar años" y el desempleo podría alcanzar dobles dígitos si no se adoptan fuertes medidas, incluyendo un paquete de estímulos cuyo coste será "considerable, aunque necesario" para detener el círculo vicioso en el que se encuentra la economía.
Pasión y desencanto cubano
por Ángel Soto
Angel Soto es Profesor dela Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes (Chile).
A 50 años de la revolución cubana, La pasión según Carmela nos ambienta en los meses previos a la llegada de Fidel Castro a La Habana en enero de 1959 y lo que ha significado para los cubanos medio siglo de dictadura.
Es una historia de amor entre Carmela, una médica cubana e Ignacio, un economista argentino que durante la segunda mitad de 1958 está en la Isla acompañando y luchando por la revolución. Para él, es una aventura “que viene repitiendo la humanidad desde que empezó a ser oprimida… es la rebelión de Moisés, de Espartaco, de Jesús, de los campesinos medievales, de los sans-culottes de Francia, de los ejércitos libertadores en América Latina” (p. 27).
Carmela pertenece a la clase alta cubana, pero tras romper con su esposo sigue los pasos de su hermano y se interna en la Sierra Maestra para acompañar a los revolucionarios que confían en que esta insurrección significará la llegada de la democracia a la Isla. Es el anhelo de la ansiada libertad, pues la rebelión será contra la hipocresía, los prejuicios y las injusticias de la dictadura de Batista.
Al decir de la contratapa, ambos “construyen su amor duro y bello en uno de los escenarios más sísmicos y románticos de la historia latinoamericana. Nadan con la corriente, la gozan y agrandan. Pero también son arrastrados por remolinos que quitan el aire y ponen el mundo al revés”.
La historia está bien ambientada con nombres reales: Húber Matos, Ernesto “ché” Guevara, Camilo Cienfuegos, Raúl Castro, Gabriel García Márquez y el propio Fidel. Además, la lectura —y por un momento cerrar los ojos— nos transporta a lugares como Matanzas, Santiago de Cuba, la Sierra y La Habana con sus distintos barrios.
La novela devela el desencanto de los rebeldes y las justificaciones de sus seguidores. ¿Hay justificación a las guillotinas y las purgas? Las intrigas, los fusilamientos, las venganzas y un Fidel que irritado por la difusión internacional de las ejecuciones convocó a un acto masivo en La Habana en donde lejos de inclinarse a la moderación exigió la pena de muerte a todos los culpables de los crímenes políticos (p.136). Ante ello, “jueces asustados debían acatar las exigencias de una muchedumbre fuera de sí” (p. 137). Pero la gente quería Fidelismo, es decir “democracia y libertad con justicia social”, y no Comunismo que equivale a “justicia social sin democracia ni libertad” (p.146). Húber lo anuncia, “la Revolución resbala hacia la dictadura… tal vez sea una dictadura diferente a las que conocemos, pero será una dictadura; se trata de una redonda traición a nuestros ideales” (p. 153). ¿Qué te paso Fidel?
El desastre económico de Ché, visitas de los intelectuales, la condena a Matos, la cárcel, el exilio de los disidentes, el fracaso de la zafra, las contradicciones de los visitantes de la Europa Oriental, la libreta de racionamiento y las fugas en balsa dan el entorno a un romance pasional y doloroso.
No doy más detalles ni me referiré al desenlace para que el lector disfrute y mantenga la atención, pero hay una pregunta central “¿yo soy igual a los comandantes? ¿Por qué no soy yo el que manda?” (p. 177). “A ciertos funcionarios y comandantes ya se los empezaba a calificar como los Gorditos, porque comían en los mejores restaurantes, salían de viaje al exterior disfrutaban viviendas lujosas”. Luego viene la sentencia de Ignacio: “Ansiábamos construir un mundo mejor por la vía del voluntarismo. Ahora pienso que el voluntarismo debería asociarse a la omnipotencia y, también a la crueldad. O la estupidez…”(pp. 218-219).
La novela de Aguinis nos conmoverá con el amor, con la lucha en pro de la libertad, pero sobre todo nos mostrará la pasión y el desencanto cubano.
Frase destacada: “Lo nuestro no es traición ni cobardía, le dije, sino lucha por la libertad, la tuya y la mía. Cuba se ha convertido en una enorme cárcel, asintió ella con voz quebrada. La cárcel que nos construyó Fidel” (p. 255).
Israel se arriesga en Gaza
por Stanley Kober
Stanley Kober es investigador del Cato Institute.
El ataque de Israel en Gaza se basa en la presunción de que puede suprimir a Hamas y así remover un obstáculo a un acuerdo negociado con los palestinos. Esa presunción a su vez requiere que el conflicto permanezca limitado.
Desde ya, sin embargo, ha habido demostraciones en otros países protestando por las acciones de Israel. En Jordania, 88 miembros de la Cámara Baja del Parlamento votaron a favor de una resolución que pide la expulsión del embajador de Israel si este país no elimina su bloqueo. Los manifestantes quemaron la bandera israelita y miles de estudiantes universitarios marcharon en una muestra de respaldo a los palestinos.
De igual manera, miles de personas se manifestaron en Egipto, país que también tiene un tratado de paz con Israel. Egipto está recibiendo una crítica especial porque la canciller israelita, Tzipi Livni, visitó el país justo antes del ataque, derivando en acusaciones de que Egipto le dio luz verde a Israel. Además, Egipto comparte una frontera con Gaza y está, por lo tanto, en una posición de proveer asistencia.
La naturaleza crítica de Jordania y Egipto fue resaltada por el Supremo Líder de Irán, Ayatolá Ali Khamenei. “Hoy el corazón de los pueblos egipcio, jordano y de otros países islámicos está abrumado con pena”, dijo en un comunicado emitido el 28 de diciembre. “Ahora, les pregunto a los académicos del mundo árabe y a los jefes del centro egipcio al-Azhar ‘¿no es tiempo de sentir la amenaza que enfrenta el Islam y los musulmanes?’” Al enmarcar el asunto de esta manera, Khamenei está tratando de ampliar el conflicto, aprovechándose del sentimiento popular. Está pasando por encima de los jefes de gobierno e intentando llegar a las respetadas autoridades religiosas y a las personas en sí, y está redefiniendo el conflicto: no es Israel vs. Hamas; es un ataque a “el Islam y los musulmanes”. Eso no es simplemente hablar de resistencia, es una provocación hacia una revolución.
De hecho, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha reconocido el significado de tal retórica. “No estoy pidiendo un golpe de estado”, dijo el 28 de diciembre, mientras se dirigía al pueblo egipcio (y a su ejército), “pero vayan a hablar con sus líderes y díganles que ustedes no aceptan lo que está pasando en Gaza”. ¿Podría funcionar esta táctica?
Mucho se dice de la diferencia entre los sunitas y los chiítas, pero la cuestión es si las fotos de un Gaza en llamas permitirán que Irán supere estas diferencias y ayude a forjar una nueva identidad basada en confrontar a Israel y a sus aliados. “Nasrallah, quien también es un poderoso símbolo Chía, ahora disfruta de la admiración y el respeto de una mayoría de la opinión pública en el mundo árabe, la cual irónicamente es en gran parte es sunita”, reportó Al Ahram de Egipto luego de la guerra dle 2006 entre Israel y Hezbolá. Con respecto a Egipto específicamente, un funcionario árabe de alto rango aconsejó: “No subestime la importancia de las banderas y afiches de Hezbolá en una capital árabe como Cairo”. La situación ahora recuerda a la famosa metáfora del nacionalismo: Es como una rama que se dobla hasta que de repente, e impredeciblemente, se vuelve a estirar.
Mucho se dice de la pasividad de las calles en el mundo árabe, las cuales todavía no revientan a pesar de años de Intifada. ¿Estará lista la rama para estirarse? Eso parece ser lo que espera Teherán, y aquellos que no lo toman en serio deberían acordarse de que la revolución iraní tomó por sorpresa a gran parte de los expertos occidentales. De hecho, esa es la naturaleza de las revoluciones. Aquellos que disputarían esta aseveración deberían estudiar la revolución estadounidense y ver qué tan rápido un movimiento para lidiar con las causas del descontento fue transformado en una guerra por la independencia, el cual ultimadamente ganó aliados extranjeros. Los ingleses nunca lo vieron venir.
Tal vez una incursión militar era inevitable dados los ataques sostenidos con cohetes. Definitivamente no se puede esperar que los israelíes soporten agresiones sin responder. La primera obligación de cualquier gobierno es la protección de su gente y su territorio.
Si el conflicto permanece limitado, Israel podría lograr sus objetivos. Pero Teherán tiene otro plan. Esta guerra no será decidida en Gaza, sino en lugares como Amman y Cairo.
Las guerras son fáciles de empezar, pero algunas veces dan giros inesperados. Hace un siglo, ideas cambiantes de identidad transformaron las guerras, expandiéndolas y haciéndolas más intensas y sangrientas. ¿Estamos ahora a punto de repetir la experiencia? Los israelíes han lanzado el dado, pero, ¿les ganará la apuesta Irán?
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