14 febrero, 2011

Es oficial, China supera a Japón y es la segunda economía del mundo

Por Chester Dawson en Tokio y Jason Dean en Beijing

China sobrepasó a Japón en 2010 para transformarse en la segunda economía del mundo, un cambio histórico que ha generado sentimientos encontrados en las dos potencias asiáticas: resignación teñida de introspección en Japón y una mezcla de orgullo y cautela en una China renuente a asumir nuevas responsabilidades globales.

El gobierno japonés hizo oficial el largamente esperado hito en la mañana de este lunes, al informar que la economía se contrajo 1,1 % interanual durante los tres últimos meses del año pasado, un período en el que China creció 9,8% frente a igual lapso del año anterior. De esta forma, el Producto Interno Bruto de Japón se ubicó en 2010 en US$5,47 billones (millones de millones), o 7% inferior a los US$5,88 billones que China informó el 20 de enero.

Ambas economías son considerablemente menores que la estadounidense. Japón y China combinados todavía están por debajo del PIB de Estados Unidos en 2010 que alcanzó US$14,6 billones.

La noticia, sin embargo, marca el fin de una era. Durante casi dos generaciones, desde que superó a Alemania Occidental en 1967, Japón fue la segunda economía del mundo. La nueva clasificación simboliza el ascenso de China y el declive de Japón como motores de la economía mundial.

El auge económico de China ha sido la principal fuente de legitimidad del Partido Comunista. Pero al gobierno también le preocupa que el título de titán económico acarrea obligaciones indeseadas para un país que de muchas maneras sigue siendo pobre. "China supera a Japón para transformarse en la segunda economía del mundo, pero no la segunda más fuerte del mundo", se tituló un artículo en la página web de El Diario del Pueblo, el órgano del Partido Comunista.

En Japón, el momento es visto como otra fase de un prolongado debilitamiento. "Es natural que Japón sea superado por China considerando su creciente PIB y su mayor población", comentó recientemente el gobernador de Tokio Shintaro Ishihara. El extrovertido nacionalista fue otrora la orgullosa voz de la nación y fue coautor del libro de 1989 "Un Japón que puede decir no". Ahora, Ishihara alude a la posición de su país con un dejo de tristeza. "Es una desgracia que varios otros signos del declive de Japón se destaquen tanto sobre este telón de fondo", aseveró.

Las complejas reacciones en ambos países reflejan el hecho de que China continúa por detrás de Japón en muchos aspectos y la realidad de que su creciente interdependencia los vuelve socios además de rivales.

El ingreso per cápita de China es la décima parte del de Japón. El Banco Mundial calcula que más de 100 millones de chinos, casi la totalidad de la población de Japón, viven con menos de US$2 diarios. Robin Li, el presidente ejecutivo del motor de búsqueda chino Baidu Inc., añade que "China aún no ha producido una empresa con una influencia auténticamente global...", como Toyota Motor Corp.

Muchos líderes empresariales japoneses resaltan que Japón sería más débil sin las exportaciones a China y sin la llegada de turistas de ese país. "Calculo que el PIB de China duplicará el de Japón en alrededor de ocho años", dice Masayoshi Son, presidente ejecutivo de Softbank Corp., que se las ingenió para crecer en medio del declive económico. "Si más compañías japonesas vieran esta situación como algo positivo, las perspectivas económicas de Japón serían más optimistas", subrayó.

Las diferentes visiones de una China ascendente y un Japón en declive quedaron de manifiesto en la última encuesta sobre confianza de los consumidores realizada el mes pasado por Nielsen Co. en 52 países. Los chinos están entre los más optimistas con un índice de confianza de 100, comparado con el promedio mundial de 90. Los japoneses empataron con los rumanos como los cuartos más pesimistas, con un índice de 54.

Para Beijing, ser la segunda economía del mundo significa, entre otras cosas, adquirir una nueva influencia global. China ha anunciado su voluntad de utilizar sus reservas de US$2,85 billones en moneda extranjera para estabilizar países en problemas como Grecia mediante la compra de sus bonos. Pero el gobierno sospecha que los países ricos quieren utilizar su ascenso para endosarle mayores responsabilidades en temas como la reducción de las emisiones de carbono.

En el ámbito interno, el ascenso al segundo puesto complica la narrativa del Partido Comunista, que se basa en un sentido de victimización a manos de potencias extranjeras, entre ellas Japón en los años 30. Los líderes son conscientes que la imagen de China como potencia económica trae el riesgo de llamar la atención sobre las carencias de un país simultáneamente poderoso y pobre. El gobierno, por ende, se atribuye los logros económicos a la vez que los minimiza. Cuando la Oficina Nacional de Estadísticas informó el PIB chino de 2010, su director Ma Jiantang calificó el resultado como "producto de la ardua lucha y el continuo progreso del pueblo chino bajo el liderazgo del Partido Comunista" pero agregó que China sigue siendo uno de los países más pobres del mundo por ingreso per cápita.

Cuando Japón era un ascendente número 2 en los 80 y 90, encaraba las mismas presiones que China teme. "Algunos de nosotros vemos la época de las críticas a Japón con nostalgia", reconoce Takatoshi Ito, profesor de Economía de la Universidad de Tokio. "Estábamos frustrados, pero ser ignorado es peor que ser criticado", dijo.

[China]

La violencia golpea a Acapulco

La violencia golpea a la célebre ciudad de Acapulco

Por David Luhnow y José de Córdoba

[Acapulco] Fotos de Katie Orlinksy

Soldados custodian el hotel Las Torres Gemelas en Acapulco.

Acapulco fue alguna vez una parada obligatoria del "jet set" de Hollywood. Hoy en día, el balneario se ha transformado en un campo de batalla de los carteles de la droga mexicanos.

El año pasado, más de 400 personas murieron cuando bandas de narcotraficantes rivales se disputaban el control de este puerto de más de un millón de habitantes. En un reciente fin de semana, se encontraron más de 30 cuerpos desparramados en distintas partes de la ciudad, algunos de ellos acéfalos.

Ningún turista extranjero se ha visto envuelto en la violencia, que en su mayor parte se ha desarrollado a varios kilómetros de las zonas turísticas. Pero las noticias sobre la violencia están ahuyentando a los visitantes. Las famosas discotecas de la ciudad están semivacías mientras que en Twitter y Facebook circulan rumores de posibles ataques de pandillas.

"Es una psicosis", dice Javier Aluni, gerente general del hotel Las Brisas, un lugar muy representativo de la ciudad que ha recibido a estrellas como Brad Pitt y Liza Minelli. "Acapulco es seguro para los turistas. No viviría aquí con mis hijas de 9 y 11 años si no lo fuera", enfatiza.

[Acapulco] Fotos de Katie Orlinksy

Familialires de víctimas esperan en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) en Acapulco.

Con su gran tráfico de barcos y turistas, Acapulco es un trofeo de primera, un gran mercado interno para las drogas así como un punto de salida hacia Estados Unidos. Perder el control de la ciudad sería un retroceso de marca mayor para el gobierno mexicano.

El alcalde de Acapulco, José Luis Ávila, dice que la ciudad toleró a los jefes de los carteles durante demasiado tiempo, dándole la bienvenida a su dinero. "Dejamos que el problema creciera desde las pequeñas cantidades de droga que se vendían en las discotecas hasta que se transformó en una negocio lo suficientemente grande como para que la gente se matara por él", señala.

La agonía de Acapulco ayuda a explicar una paradoja de la guerra contra el narcotráfico en México: el creciente éxito del gobierno en capturar o dar muerte a los principales líderes de los carteles está generando más violencia en lugar de disminuirla. Más de 34.000 personas han muerto en México desde que el presidente Felipe Calderón asumió el poder en diciembre de 2006 y lanzó un ataque contra el crimen organizado. El año pasado fallecieron 15.273 personas.

Acapulco es una víctima de ese éxito. En diciembre de 2009, infantes de marina de México abatieron a Arturo Beltrán Leyva, jefe de un cartel que controlaba el tráfico de droga en el territorio que incluye a Acapulco. Pero su muerte generó una batalla por la sucesión entre diferentes facciones, incluyendo una que ahora se llama "El cartel independiente de Acapulco". Su forma de identificarse: desollar las caras de sus víctimas.

[Acapulco] Fotos de Katie Orlinksy

José Luis Ávila, acalde de Acapulco.

"Los grupos que quedan se dividen y pelean entre sí y esa es la razón de la violencia", dice Juan Salinas, un general del ejército retirado que está a cargo de la seguridad para el estado de Guerrero, donde se encuentra Acapulco.

Algunos creen que el más poderoso traficante de México, Joaquín "El Chapo" Guzmán, ha puesto sus ojos en la ciudad, esperando aprovecharse de estas luchas para transformarse en el operador local dominante. En un indicio del grado de trauma de los habitantes de Acapulco, muchas personas albergan la esperanza de que prospere y logre imponer una versión narco de la Pax Romana, que ponga fin a la violencia.

Esto está muy lejos de la época dorada del balneario, durante la década de los 40 y 50. Un grupo de artistas de cine, entre los que estaban John Wayne y Errol Flynn, compró su propio hotel. Frank Sinatra tenía una casa y los presidentes Dwight Eisenhower y Richard Nixon pasaron sus vacaciones en la ciudad.

Pero los días de la Dolce Vita en Acapulco hace mucho quedaron atrás. Su avenida principal está rodeada de hoteles y condominios venidos a menos, discotecas, y atracciones baratas, incluyendo bungee-jumping en la costa. Los niveles de ocupación en los hoteles locales han caído en forma permanente desde 74% en 2005 a 48% el año pasado.

Aun así, Acapulco sigue estando muy presente en la psiquis mexicana. A cinco horas en auto de Ciudad de México, la ciudad portuaria sigue siendo el principal balneario para la amplia clase media de la capital. Los yates de los ricos mexicanos todavía están anclados en Acapulco y las espectaculares montañas de la ciudad con vista al Pacífico todavía son un lugar predilecto para las bodas.

Las empresas que dependen del turismo están sintiendo el impacto. Los alquileres de casas de lujo en Acapulco han caído de forma pronunciada, según personas del mercado inmobiliario. En una reciente noche de jueves, no había clientes en Baby 'O, el club nocturno más famoso de Acapulco. Grupos de camareros miraban desolados mientras se exhibían videos musicales en pantallas gigantes.

Convencidos que su problema es fundamentalmente la mala publicidad, los propietarios de las discotecas han puesto carteles gigantes en el frente de sus vacíos locales que dicen "Habla bien de Acapulco". También hacen publicidad favorable del balneario en las redes sociales para contrarrestar los dañinos informes sobre la violencia.

"Muchachos, me gustaría ir de vacaciones de primavera, pero la situación da miedo", escribió Carolina Joya en la página de Facebook de la discoteca. "No se deje llevar por rumores e informes de la prensa amarilla sobre Acapulco. La vida todavía es una fiesta", respondió el club.

Jim Heydenburg, de 69 años, proveniente de EE.UU., y su esposa Jan, de 67, han estado viniendo durante los últimos tres años a Acapulco con su familia. No están muy preocupados por la violencia. "Mi forma de pensar es: ¿dejaría de ir a Arizona porque balearon a una congresista en Tucson?", dice Jan.

La mayoría de los asesinatos ocurrieron del otro lado de las colinas que rodean la pintoresca bahía, en los barrios de clase trabajadora que las mucamas de los hoteles y los camareros tienen por hogar.

[Acapulco] Fotos de Katie Orlinksy

Interior de la discoteca El Alebrije. Tres jóvenes habrían sido secuestrados y asesinados fuera del club el 9 de enero.

Casi cada día trae un asesinato vinculado a las drogas. Hace poco, Víctor Cristóbal Santiago, de 38 años, estaba sentado en su casa cuando entraron hombres armados y lo mataron, según testigos.

El cuerpo de Santiago, lleno de balas, fue llevado a una estación de la policía local. Sus padres le dijeron a la policía que su hijo trabajaba como guardia de prisión en la cárcel local donde las bandas de narcotraficantes se disputan el control. Santiago fue uno de los tres guardias que fueron asesinados esa semana en Acapulco.

El fiscal local a cargo del caso dijo que habitualmente tenía que ocuparse de tres asesinatos al mes, pero que ahora debe tratar cuatro a cinco asesinatos por semana "Antes, todo estaba controlado por un grupo. Y vivíamos en paz", dijo, sin dar su nombre por temor a las represalias de las bandas.

El fiscal admitió que es poco probable que pueda resolver el caso de Santiago porque la gente estará demasiado asustada para decirle a la policía lo que sabe. "Todo el mundo vive con miedo", explica. Se encogió de hombros. "¿Qué puedo hacer?", se preguntó.

Fidel Castro opina con sabiduria

Fidel Castro: “Mubarak oprimía y saqueaba a su propio pueblo”

HERRAMIENTAS
Foto archivo.

La Habana, 14 feb (EFE).- El expresidente Fidel Castro expresó hoy el apoyo de Cuba al pueblo egipcio “y su valiente lucha por sus derechos políticos y la justicia social” con la que ha logrado “derrocar al principal aliado de Estados Unidos en el seno de los países árabes”.

“(Hosni) Mubarak oprimía y saqueaba a su propio pueblo, era enemigo de los palestinos y cómplice de Israel, la sexta potencia nuclear del planeta, asociada al grupo belicoso de la OTAN”, escribe Fidel Castro en la última de sus “Reflexiones” titulada “La rebelión revolucionaria en Egipto” y divulgada este lunes en medios oficiales.

Según Castro, la política de Hosni Mubarak consistía en “explotar y saquear a su propio pueblo”.

En su artículo, el líder cubano también se refiere al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que, a su juicio, “está afectado por los acontecimientos egipcios” y “actúa o parece actuar como dueño del planeta”.

“Lo de Egipto pareciera ser un asunto suyo (de Obama)”, señala Fidel Castro.

Destaca que Egipto fue convertido en el segundo receptor de armas estadounidenses, que las fuerzas represivas de ese país han estado entrenadas por EE.UU. y que cuando el pueblo egipcio esperaba explicaciones del Gobierno de su país “las respuestas venían de altos funcionarios de los órganos de inteligencia o del Gobierno de Estados Unidos”.

“¿Es que acaso los dirigentes de Estados Unidos y sus órganos de inteligencia no conocían una sola palabra de los colosales robos del Gobierno de Mubarak?”, pregunta Castro.

Critica que antes de las protestas en masa de las últimas semanas en Egipto “ni los funcionarios del Gobierno y los órganos de inteligencia de EE.UU. decían una sola palabra de los privilegios y robos descarados de miles de millones de dólares” en ese país.

A su juicio, “sería un error imaginar que el movimiento popular revolucionario en Egipto obedece teóricamente a una reacción contra las violaciones a sus derechos más elementales”.

“Los pueblos no desafían la represión y la muerte ni permanecen noches enteras protestando con energía por cuestiones simplemente formales. Lo hacen cuando sus derechos legales y materiales son sacrificados sin piedad a las exigencias insaciables de políticos corruptos y de los círculos nacionales e internacionales que saquean el país”, escribe Castro.

Al final de sus “Reflexiones”, Fidel Castro dice también que Cuba no está contra el pueblo de Israel sino contra “el genocidio del pueblo palestino y a favor de su derecho a un Estado independiente” y hace un llamamiento a la paz entre todos los pueblos

El 60% de los venezolanos

“El 60% de los venezolanos considera conveniente que en 2012 haya un cambio de Presidente”



Oscar Schemel
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HERRAMIENTAS

Hoy en el programa “Al Descubierto”, transmitido por Venevisión, estuvo como invitado el presidente de Hinterlaces, Oscar Schemel.

En su entrevista aseguró que “es innegable que hay un clima de descontento y desesperanza” en la población.

“El país quiere un cambio de rumbo”, insistió.

Schemel indicó que “el 60% de los venezolanos considera que lo más conveniente para Venezuela es que en el 2012 haya un cambio de Presidente”.

Según los datos del monitor país de Hinterlaces “más del 61% de los venezolanos piensa que el Presidente ha perdido popularidad”.

“Más del 70% está en desacuerdo con las expropiaciones y nacionalizaciones”, agregó.

Sin embargo, destacó que a pesar del descontento que se vive en los sectores populares “el Presidente sube en la evaluación positiva de su gestión”, producto de “una relación pasional” que experimenta con el pueblo.

Explicó que mientras el presidente Chávez utilice “un discurso seductor” donde ofrece y promete mejorar las condiciones de vida de estos sectores, genera una “dependencia” de los votantes.

“Son masas ilusionadas que piensan que ahora sí el Presidente les va a cumplir”, opinó.

Schemel comentó que la oposición está muy ocupada en seleccionar un candidato, mientras debería “estar más preocupada en entender la estrategia de su adversario”.

“Hoy 48% de la población sigue pensando que la oposición no está preparada para gobernar”
, advirtió

Toledo firme en el primer lugar

Toledo firme en el primer lugar de las encuestas en Perú

HERRAMIENTAS
Foto: EFE/Paolo Aguilar/ Archivo

Lima, 14 feb (EFE).- El ex presidente peruano Alejandro Toledo se mantiene en cabeza para las elecciones presidenciales del 10 de abril y además su partido, Perú Posible, alcanzará la mayoría en el Congreso en las legislativas, según una encuesta nacional de la empresa Ipsos Apoyo publicada hoy.

La intención de voto por Toledo se sitúa en el 28 por ciento, mientras que la congresista Keiko Fujimori tiene un 22 por ciento, de acuerdo al sondeo privado.

En una muy probable segunda vuelta, Toledo le gana cómodamente a Fujimori, por 48 por ciento frente a 36 por ciento, pero se enfrenta a un final incierto si su rival es el ex alcalde de Lima Luis Castañeda, pues el sondeo les da un empate del 42 por ciento.

Según el analista político Luis Benavente, Castañeda es el candidato que más se beneficiaría con una transferencia de votos en segunda vuelta, pero curiosamente su candidatura es la de mayor tendencia a la baja.

La encuesta fue hecha del 5 al 11 de febrero a 2.000 personas a nivel nacional

En primera instancia Castañeda sigue rezagado, con un 18 por ciento, seguido por el nacionalista Ollanta Humala, con un 12 por ciento, y el candidato de Alianza para el Gran Cambio, Pedro Pablo Kuczsynski, con un 6 por ciento.

En cuanto al Congreso, la lista del partido Perú Posible tiene el 19 por ciento de intención de voto, seguida por la del partido Fuerza 2011, de Keiko Fujimori, hija del ex mandatario Alberto Fujimori (1990-2000), con el 15 por ciento.

El movimiento de Castañeda, Solidaridad Nacional, tiene el 12 por ciento de preferencias y el partido Gana Perú del nacionalista Ollanta Humala, el 9 por ciento.

Con solo un cinco por ciento de las intenciones de voto aparece en la lista el Partido Aprista Peruano, del mandatario Alan García.

La encuesta fue hecha del 5 al 11 de febrero a 2.000 personas a nivel nacional.

El nivel de confianza es del 95 por ciento y el margen de error del 2,2 por ciento

Entre la libertad y la calumnia

Entre la libertad y la calumnia

Alberto Begné Guerra

Hay quienes prefieren ignorar la frontera entre la libertad de expresión y la calumnia. Es cómodo. Ofrece licencias ilimitadas. Pero al hacerlo niegan el salto a la modernidad que, contra la intolerancia y los juicios morales, significaron el pensamiento liberal y el constitucionalismo. ¿Con qué derecho una persona daña la reputación de otra sin tener pruebas? Si las constituciones liberales tienen como razón fundamental —ética, política y jurídica— la defensa de la libertad y la vida privada de las personas, y establecen procesos que limitan la intromisión del poder público y de otros particulares en la esfera individual, ¿con qué autoridad alguien, en nombre de la libertad de expresión, vulnera esta esfera vital para la convivencia en la diversidad?

El despido de Carmen Aristegui de MVS ha desatado una polémica que debe ser examinada por encima de las pasiones y los juicios sumarios de las buenas conciencias que, con más odio que argumentos, jamás admiten un error ni dan cabida a la autocrítica. La destacada trayectoria de Aristegui no merece esta reducción de la inteligencia y la razón. Menos aún ser usada para alentar acusaciones y sentencias infundadas en contra de un empresario como Joaquín Vargas, quien se ha distinguido invariablemente por su honestidad, compromiso con la libertad y principios éticos en la conducción de sus empresas.

Un ejemplo lamentable: Denise Dresser, con el encono y la soberbia propios de su talante inquisitorial, puso a circular una carta dirigida al presidente de MVS que, en una de sus frases, retrata nítidamente los excesos de quienes asumen sin rubor una superioridad fuera de dudas: “Será tu versión de los hechos contra la de ella. Y en esa confrontación llevas todas las de perder…” Así, a priori, hay una versión buena, ganadora; y una versión mala, perdedora. No tiene desperdicio.

Creo, si los cruzados me permiten el derecho a diferir, que Aristegui se equivocó y transgredió un código ético. Basada en un rumor de autoría e intención confesas, sin un solo elemento informativo, ya no digo pruebas, hizo eco de la inaceptable calumnia de los diputados del PT contra el presidente Calderón. Incurrió en una práctica periodística sesgada y ambigua, contraria a los principios del constitucionalismo liberal, al exigir pronunciamientos o pruebas de inocencia ¡al acusado! Nada a los acusadores. Lo hizo, además, sin estar ante un asunto de interés público, pues en más de cuatro años de gobierno no ha habido un solo indicio o evidencia de una afectación al desempeño del Presidente por un supuesto problema con el alcohol. Sea el Presidente o cualquier persona, la falta es grave. ¿Es mucho pedir el reconocimiento de un error? Al parecer sí. La pureza no admite equivocaciones.

Francia, Egipto y Aristegui

Francia, Egipto y Aristegui

¿Qué debe hacer un periodista ante un rumor muy extendido? Investigar, sin duda, lo cual incluye cuestionar. Aristegui nunca avaló nada; hizo una pregunta al aire pidiendo una aclaración de la Presidencia. Tan pertinente era su petición que el secretario particular del Presidente hizo lo que se hace en cualquier país democrático.

Agustín Basave

CRÍA FAMA Y ÉCHATE A DORMIR. La ratificación de la sentencia a Florence Cassez ha enfurecido a los franceses. Lo que empezó como un berrinche de Nicolas Sarkozy se convirtió en una sobrerreacción en cadena y de izquierda a derecha: la alcaldesa de Lille y líder del Partido Socialista Martine Aubry canceló una exposición de Posada y la canciller Michele Alliot-Marie amenazó a México con la afectación de la relación bilateral, canceló su participación en los actos del “Año de México en Francia” y azuzó a la gente a boicotearlo. No les importa que los mexicanos tengamos un sistema de división de poderes y que el proceso haya seguido los cauces establecidos por nuestras leyes, porque al parecer asumen que en este país el Presidente sigue controlando al Poder Judicial y sin su intervención no puede haber un juicio justo. La desmesurada reclamación francesa tiene tres ingredientes: el populismo y la soberbia los ponen sus políticos y la imagen tercermundista corre por nuestra cuenta. Ellos van a ganar apoyo popular porque la opinión pública francesa respalda a Cassez por su nacionalidad y porque nosotros nos hemos ganado a pulso el estereotipo de país corrupto. Las pocas dudas que hay en Francia sobre la turbia actuación de nuestras autoridades se disipan ante la estulticia del montaje televisivo de la captura de la banda de secuestradores.

Sarkozy decidió poner el affaire Florence Cassez en su agenda en su pasada visita a México, acaso calculando que sería relativamente fácil persuadir a Felipe Calderón de entregar a su compatriota a la justicia francesa. Sin embargo, la presión de varios grupos de la sociedad civil mexicana inclinó la correlación de fuerzas a favor de la permanencia de Cassez y la Secretaría de Relaciones Exteriores anunció en 2009 que se quedaría aquí. Si el exabrupto de la semana pasada se hubiera dado entonces habría sido defendible: aquella decisión fue del Ejecutivo y el reclamo habría sido de jefe de Estado a jefe de Estado. Pero ahora no. Ahora se trata de la capitalización de un brote de solidaridad nacional y de la indignación por el hecho de que una potencia como Francia no pueda hacer que un país subdesarrollado como México ceda a sus pretensiones. No he escuchado a nadie que conozca el caso decir que la francesa es inocente; lo que se argumenta en su favor es que hay vicios de procedimiento —aunque solamente mencionan el deplorable montaje— que permitirían impugnar el juicio. Es decir, en el fondo lo que se pretende es que los tecnicismos se impongan a la justicia, a la O. J. Simpson. Y no. Nuestro Ministerio Público y nuestro Poder Judicial cometen muchas arbitrariedades, sin duda, pero todo parece indicar que la sentencia a Florence Cassez no es una de ellas.

Concluyo con una reminiscencia, un cuestionamiento y una lamentación que me son imposibles de evitar. La primera es la vergonzosa guerra de los pasteles. El segundo se refiere a mi duda de que el gobierno de Francia estaría actuando con tanta agresividad y estaría tan engallado si en vez de México los sucesos hubieran ocurrido en un país más poderoso, por ejemplo, en China. Y la tercera me remite a una dolorosa realidad, la de la mala fama que nos hemos granjeado antes de echarnos a dormir.

LA VIOLENCIA ES LA PARTERA DE LA HISTERIA. Los egipcios, guiados por jóvenes articulados en redes sociales, demostraron que es posible derrocar pacíficamente una dictadura. Egipto no tendrá que pagar el altísimo costo de la reconstrucción que le habría impuesto una revolución violenta. La faraónica victoria sobre el faraón muestra dos cosas: que nada ni nadie tiene más fuerza que una sociedad organizada que pretende derrumbar un viejo régimen y que nada ni nadie es más candoroso que una sociedad desorganizada de cara a la construcción de un nuevo régimen.

PREGUNTAR O NO PREGUNTAR, ÉSA ES LA PREGUNTA. ¿Qué debe hacer un periodista ante un rumor muy extendido? Investigar, sin duda, lo cual incluye cuestionar. Hace cinco años varios comunicadores preguntaron públicamente si Andrés Manuel López Obrador había sido culpable del deceso de su hermano, y hace una semana Jorge Ramos le preguntó a Enrique Peña Nieto por segunda vez en una entrevista si tuvo algo que ver en la muerte de su esposa; nadie ha acusado a unos o a otro de transgredir la ética periodística. Carmen Aristegui nunca avaló ni dio por hecho nada; hizo una pregunta al aire pidiendo una aclaración de la Presidencia de la República. ¿Por qué la despidieron? Tan pertinente era su petición que el secretario particular del Presidente hizo lo que se hace en cualquier país democrático: dio la numeralia de la agenda de Felipe Calderón, afirmó que su ritmo de trabajo es intenso y concluyó que si no gozara de cabal salud le sería imposible sostenerlo. A mí no me gustan los chismes ni me gustó la manta del PT que generó la nota, pero tampoco me gusta que se sacralice a nadie. ¿No habíamos superado ya la intocabilidad de la figura presidencial? Hago votos por que Carmen regrese pronto a la radio.

Las víctimas de Cassez

Las víctimas de Cassez

Jorge Fernández Menéndez

La reacción del gobierno francés ante la ratificación de la condena a Florence Cassez es desmesurada y absurda pero, además, desmerece la tradición francesa de respeto e impulso a los derechos humanos. Cassez fue condenada en cuatro tribunales diferentes formados por jueces distintos; su descargo siempre estuvo formulado por dichos y no se sustentó jamás en hechos; su abogado defensor, con una larga serie de defensas mediáticas, volvió a tratar de lograr la liberación de Cassez mediante esos métodos.

El presidente Nicolas Sarkozy, en un acto de prepotencia política, utilizó la visita de Estado para tratar de lograr la liberación de la joven detenida y condenada por su participación en cuando menos cinco secuestros. Los defensores de Cassez, incluido el gobierno galo, el Partido Socialista y la prensa, siempre han subestimado un punto central: las víctimas de Cassez. Resulta vergonzoso que, para el gobierno y medios tan prestigiados como Le Monde, lo que digan las víctimas terminen siendo algo sin sustancia, algo preparado: ¿podrían los señores de la defensa de Cassez explicarnos cómo se ponen de acuerdo en detalles cinco testigos, cinco víctimas de distintos secuestros, por qué lo harían si la mayoría de ellos luego del terror vivido durante el cautiverio incluso abandonaron el país?, ¿con qué cara pueden el gobierno francés y el presidente Sarkozy equiparar a Cassez con Ingrid Betancourt cuando la segunda fue víctima de un secuestro brutal y la primera una secuestradora?

Cassez fue reconocida por sus víctimas, al momento de su detención, vivía en la casa donde estaban secuestradas por lo menos dos personas; esa casa, que era, además, su domicilio legal, la compartía con el jefe de la banda de secuestradores, que era su pareja, Israel Vallarta. Y eso está probado, confirmado y la condena contra Cassez en cuatro tribunales distintos se basa en eso. Y no tiene Cassez un solo testimonio, una sola prueba que demuestre lo contrario.

Esto es lo que escribió Cristina Ríos, una de sus víctimas, y se trata del testimonio que el gobierno francés y los medios de ese país no quieren escuchar.

“Mi nombre es Cristina Ríos Valladares y fui víctima de un secuestro, junto con mi esposo Raúl (liberado a las horas siguientes para conseguir el rescate) y mi hijo de entonces 11 años de edad. Desde ese día nuestra vida cambió totalmente. Hoy padecemos un exilio forzado por el miedo y la inseguridad. Mi familia está rota. Es indescriptible lo que mi hijo y yo vivimos del 19 de octubre de 2005 al 9 de diciembre del mismo año. Fueron 52 días de cautiverio en el que fui víctima de abuso sexual y, los tres, de tortura sicológica. El 9 de diciembre fuimos liberados en un operativo de la Agencia Federal de Investigación (AFI). Acusados de nuestro secuestro fueron detenidos Israel Vallarta y Florence Cassez, esta última de origen francés, quien ahora se presenta como víctima de mi caso y no como cómplice del mismo. Desde nuestra liberación, mi familia y yo vivimos en el extranjero. No podemos regresar, por miedo, pues el resto de la banda de secuestradores no ha sido detenida. Hasta nuestro refugio, pues no se puede llamar hogar a un sitio en el que hemos sido forzados (por la inseguridad) a vivir, nos llega la noticia de la sentencia de 60 años a la que ha sido merecedora Florence Cassez, la misma mujer cuya voz escuché innumerables ocasiones durante mi cautiverio, la misma voz de origen francés que me taladra hasta hoy los oídos, la misma voz que mi hijo reconoce como la de la mujer que le sacó sangre para enviarla a mi esposo, junto a una oreja que le harían creer que pertenecía al niño.

“Ahora escucho que Florence clama justicia y grita su inocencia. Y yo en sus gritos escucho la voz de la mujer que, celosa e iracunda, gritó a Israel Vallarta, su novio y líder de la banda, que si volvía a meterse conmigo (entró sorpresivamente al cuarto y vio cuando me vejaba) se desquitaría en mi persona.

Florence narra el ‘calvario’ de la cárcel, pero desde el penal ve a su familia, hace llamadas telefónicas, concede entrevistas de prensa y no teme cada segundo por su vida. No detallaré lo que es el verdadero infierno, es decir, el secuestro. Ni mi familia ni yo tenemos ánimo ni fuerzas para hacer una campaña mediática, diplomática y política (como la que ella y su familia están realizando) para lograr que el gobierno francés y la prensa nacional e internacional escuchen la otra versión, es decir, la palabra de las víctimas de la banda a la que pertenece la señora Cassez. Pero no deja de estremecernos la idea de que Florence, una secuestradora y no sólo novia de un secuestrador (con el que vivía en el mismo rancho y durante el mismo tiempo en el que permanecimos mi hijo y yo en cautiverio) ahora aparezca como víctima y luche para que se modifique su sentencia. Si lo logra o no, ya no nos corresponde a nosotros, aunque no deja de lastimarnos.”

Aristegui: impostura e impostores

Aristegui: impostura e impostores

No tienen derecho ni la señora Carmen y menos sus corifeos a engañar a la sociedad con el cuento de la violentada libertad de expresión.

Ricardo Alemán

Los ciudadanos en general, pero en especial los profesionales de la información, debieran aplaudir y dar gracias a los patrocinadores del circo mediático llamado “el caso Aristegui”. ¿Por qué? Por la ocurrencia de llevar el tema hasta el extremo de “la protesta callejera”.

Y es que gracias a ese exceso confirmaron que toda la patraña montada detrás del despido de la señora Aristegui no es más que una vulgar y grosera impostura, promovida por los mismos impostores de siempre: los que de manera cíclica engañan a la sociedad con supuestas reivindicaciones sociales, pero que en el fondo sólo persiguen el poder por el poder. ¿De qué hablamos?

Sí, del mismo grupo político-social bien identificado desde hace años, con tentáculos mediáticos harto conocidos, cuyo interés político partidista ha sido y es alcanzar el poder presidencial por todos los medios posibles, y que hoy engaña con el cuento de la libertad de expresión violentada, pero que ayer pretendió confundir con el “No más Sangre”, antier inventó a “la viejita violada por los militares”; antes de antier le dio vida artificial a la mentira del “fraude electoral” en 2006, y que años antes elevó a la calidad de mártir social al subcomandante Marcos

Lo sorprendente, en todo caso, no es que hayan recurrido al expediente clásico del chantaje y la manifestación callejera, la presión dizque ciudadana y la arenga de los puros contra los malignos. No, lo que llama la atención es que aún existan incautos que, de un bocado, y sin digerir, se comen completo el anzuelo para luego pregonar que el de Aristegui es un caso ejemplar de la reacción social contra todos los poderes perversos de nuestro tiempo.

No, bastó presenciar la manifestación de apoyo a la señora Aristegui —y reportear el tema en plazas provincianas—, para confirmar no sólo la vulgar y grosera impostura, sino que en el fondo del espectáculo están los impostores de siempre: los seguidores de AMLO, que de tanto en tanto ocupan el Zócalo, el Hemiciclo a Juárez; los mismos que movilizan en todas las plazas del país a un puñado de simpatizantes, seguidores o protestantes a sueldo; engañabobos que hacen creer que son una fuerza capaz de paralizar a todo el territorio nacional. ¿Y quiénes están detrás de esa gran impostura?

Todos lo saben, Andrés Manuel López Obrador, de quien es vocera la señora Aristegui, un grupo de amigos, intelectuales, académicos y periodistas, y un puñado de políticos panistas que desde hace muchos años persiguen el favor público para beneficiarse de una concesión de radio y/o televisión. Y por supuesto que desde AMLO, pasando por toda su claque de cardenales y oficiantes, sin olvidar, claro, a la señora Aristegui y a sus amigos, todos tienen el derecho de creer en lo que les plazca, buscar el poder que les convenga y acomode y hacerlo de la manera que crean conveniente.

Pero a lo que no tienen derecho ni la señora Aristegui y menos sus corifeos es a engañar a la sociedad con el cuento de la violentada libertad de expresión, sobre todo porque en México mueren muchos periodistas y otros tantos no pueden ejercer esa libertad de expresión, a causa de la violencia, el crimen y las condiciones imposibles para el ejercicio de las libertades básicas. Esos periodistas no juegan a la libertad de expresión como lo hacen Aristegui y sus amigos; esos periodistas la ejercieron y están muertos, y los que viven, no hablan y no fanfarronean con circos mediáticos. Y en la mayoría de los casos, los muertos no merecieron ni una lágrima de la llamada “prensa nacional”: de ese coro inmoral de aplaudidores.

En cambio, sin pudor alguno, los aplaudidores de la señora Aristegui pretenden convertirla en mártir de la libertad de expresión y ella, feliz, estimula el circo. ¿Y la ética? ¿Y el pudor? ¿Y la vergüenza?

Es ridículo y sería de risa la impostura de Aristegui, si no es porque el periodismo mexicano vive —en casi todo el territorio nacional, pero sobre todo en el norte del país— una tragedia no contada, no explicada y no comprendida por la sociedad mexicana: decenas de periodistas muertos, cientos callados por el dilema de “silencio o plomo”, mientras que, cínicos, un puñado de militantes partidistas metidos a periodistas se rasgan las vestiduras.

Y, en efecto, querido Álvaro Cueva, podrán decir misa, pero la gente no se moviliza por los periodistas: los políticos usan a los periodistas. Al tiempo.

EN EL CAMINO

Está en juego la cabeza del contralor del IFE, Gregorio Guerrero. Vale 300 millones de pesos.

domingo 13 de febrero de 2011

SE BUSCA PRESIDENTE

REFLEXIONES LIBERTARIAS
SE BUSCA PRESIDENTE
Ricardo Valenzuela

La semana pasada se derrumbó la tiranía que oprimiera al pueblo de Egipto durante casi 30 años. En el centro de la masiva celebración, uno de los reporteros occidentales en medio de la multitud pregunta a uno de ellos ¿Ahora quién quisieras que los gobierne? El excitado joven responde; “alguien como John Kennedy.”

Le pregunta de nuevo “¿Por qué John Kennedy? Cuanto lo asesinaron tu no habías nacido.” El joven responde: “Porque desde que escuché por primera vez su famosa frase; ‘No preguntes que es lo que tu país puede hacer por ti, pregunta que es lo que tú puedes hacer por tu país,’ quedé enamorado del concepto.”

Cada año, el día 22 de Noviembre los diarios, estaciones de televisión, de radio y sitios en el Internet, dedican prácticamente el 100% de su espacio para recordar la tragedia que produjo una honda herida en la sociedad norteamericana que, a pesar del lento paso del tiempo, no ha cicatrizado; el asesinato de Kennedy.

Aun cuando su imagen se ha visto manoseada por ese fenómeno de la muerte prematura que a ídolos como Rodolfo Valentino o Elvis Presley, de ser simples seres humanos los convirtió en leyendas, Jack Kennedy fue un hombre de grandes misterios y contrastes pero de trascendencia histórica. En éstos 47 años se han utilizado toneladas de tinta y de papel por ejércitos de analistas, para tratar de darnos una fotografía de un hombre que viviera una época en la cual, lo que se ha pretendido descubrir era material inaccesible.

A todos los hombres de poder siempre se les identifica con algo que los liga eternamente con la historia. En el caso de Kennedy, puedo afirmar que en la mente de la mayor parte de los ciudadanos del mundo lo que más conecta los recuerdos a su memoria es esa famosa frase de su discurso en la toma de protesta de Enero de 1961: “No preguntes que es lo que tu país puede hacer por ti, pregunta que es lo que tú puedes hacer por tu país.”

Es tal la fuerza de la frase que su prosa casi poética produce un impulso para arroparnos con su bandera y salir a encontrar al enemigo, aun en los que no somos norteamericanos. Tanto que se ha convertido en un himno que portan infinidad de demagogos que jamás se han dado al análisis de lo que realmente significa. Si lo hiciéramos, encontraríamos un interesante mensaje subliminal el cual, en mucho describe la historia del siglo que acabamos de despedir. Un mensaje que borra abruptamente esa gran filosofía con la que sus fundadores le dieron vida a ese país.

Cuando Kennedy con el puño cerrado grita; “no preguntes que es lo que tu país puede hacer por ti,” lo acompaña toda la razón puesto que el hacerlo, establece una relación de amo y esclavo en la cual, el amo sería el gobierno de quien el esclavo, en este caso el ciudadano, espera ese manto compasivo de la dependencia con el que siempre lo han aprisionado. Ese pesado manto que al tejerlo, queriendo hacer del estado un cielo en la tierra, lo hemos convertido en un infierno de esclavitud.

Pero cuando arrecia; “pregunta que es lo que tú puedes hacer por tu país,” propone establecer una relación de patrón—sirviente en la cual, el patrón sería el gobierno al que, el sirviente, de nuevo el ciudadano, debe hacer eso, servir dócilmente. Pero los padres de la patria jamás tuvieron eso en mente. En la sabia visión descrita por Jefferson, el sirviente debía ser el gobierno responsable de proteger la libertad de los ciudadanos, vigilado y controlado, para que no adquiriera proporciones hercúleas y convertirse en lo contrario; destructor de ella.

Sin embargo, el sacrificado presidente no seguiría su receta. En sus escasos 1000 días en la Casa Blanca haría algo sin precedentes en los anales del Keynesianismo en boga. No volvería a sugerir al ciudadano el sometimiento al patrón, para luego regresarle algo de la perdida libertad en un histórico recorte de impuestos. En seguida mostraba algo para algunos peligroso—un nuevo rostro cuando se convertía en apóstol de uno de los más dramáticos postulados de la Declaración de Independencia: “Dios creó a todos los hombres iguales.”

Sus palabras en 1960: “Creo en la dignidad como fuente de orgullo nacional, en la libertad como la fuente de la acción, en el corazón como la fuente de compasión, en la mente como la fuente de las ideas. Creo en la habilidad del “individuo” para, usando su juicio y la razón, lograr la justicia y libertad de todos los seres humanos.”

No conocimos la verdadera dimensión de Kennedy a quien su Secretario de la Defensa republicano etiquetara de libertario. Pero con su muerte se iniciaba un periodo de graves agresiones a la libertad. Johnson, con su Great Society, accionaba un plan invadiendo terrenos vedados por la Constitución. LBJ parecía gritar; “pídele lo que se te ocurra a tu país,” luego, usando sus poderes, obligaba a los ciudadanos a servirlo exprimiéndolos con abusivos impuestos seguramente pensando, “ahora sí hacen algo por su país. Y mejor lo puedes servir acudiendo a mi guerra en Viet Nam.”

Pero si en el país más poderoso del mundo se daba ese episodio, en el nuestro, mucho antes con el Pacto de Calles y sin mensajes subliminales, se invitaba a los mexicanos no a pedir, a exigir todo de su gobierno. Luego ese gobierno de la justicia revolucionaria, arrancaba a los pocos mexicanos productivos el fruto de su trabajo para así cumplir las demandas de los que sí piensan, el gobierno debe hacer todo por ellos. EU con la muerte de Kennedy perdía gran parte de su libertad y su identidad. En México, con una revolución desrielada y el Pacto de Calles, se evitaban el alcanzarla.

Los EU navegaría aguas muy turbulentas durante los siguientes 20 años. La insaciable voracidad del estado continuaría consumiendo las entrañas de la sociedad. Los excesos de Johnson son identificados como una de las causas del abandono de los acuerdos de Bretton Woods despreciando el patrón oro y echando las monedas a flotar para darle la bienvenida a la Stagflación. Sin embargo, la imagen de Kennedy en el masivo mitin en el centro de Berlín cuando gritaba: “Si alguien quiere ver opresión y miseria, díganles que vengan a Berlín,” permanecería en la mente de los americanos para siempre.

A casi cinco décadas de distancia el mundo luce diferente. Los EU edificaría una burocracia para llegar a controlar más del 50% del ingreso nacional. Pero a pesar de sus excesos, su economía ha llegado ya a la impresionante cifra de casi 15 trillones de dólares.

A cuarenta y siete años de distancia México luce perdido, entumido y dependiente. Cuando los ciudadanos libres del mundo ya no preguntan qué es lo que el país puede hacer por ellos, o ellos por su país, México navega como manada desbocada y sin caponera. Estoy seguro que si Kennedy viviera gritaría a todos los ciudadanos del mundo; “Pídele al gobierno de tu país que se haga a un lado, pues lo único que logra es taparte el sol coartando esa libertad para ir en busca de tu destino.” ¡Se busca un presidente….QUE NO ESTORBE!

El superávit comercial chino

El superávit comercial chino

China Por Fan Gang

El Economista, Madrid

Durante 2010, el Congreso de EEUU (y muchos otros) criticaron a China por "manipular" su moneda a fin de conservar una ventaja para sus exportaciones y preservar, de ese modo, su superávit comercial. Se afirmaba que la conducta china era la fuente del enorme desequilibrio global actual.

Sin embargo, Pekín se negó a aceptar la culpa y rechazó las repetidas exigencias estadounidenses de llevar a cabo una revaluación importante. El tipo de cambio entre el renminbi y el dólar aumentó únicamente alrededor del 3 por ciento entre junio de 2010 y final de año. Según un análisis utilizado por algunos economistas y políticos estadounidenses, la baja tasa de apreciación de la moneda, junto con el crecimiento del 31 por ciento de las exportaciones chinas en 2010 en comparación con 2009, debería haber ampliado el superávit comercial chino en gran medida.

De hecho, el superávit comercial chino disminuyó el 6,4 por ciento en 2010 en comparación con 2009, y esa caída viene después de la disminución del 30 por ciento del superávit comercial en 2008 debido a la crisis financiera global y la recesión subsiguiente. En general, el superávit comercial de China ha caído un 36 por ciento en términos absolutos en dólares estadounidenses y ha mermado más de la mitad (53 por ciento) en proporción al PIB en los últimos dos años. Así pues, el coeficiente del superávit en cuenta corriente frente al PIB se ha reducido al 4,6 por ciento, lo que es significativamente menor al máximo reciente del 11,3 por ciento que alcanzó en 2007.

Estos datos muestran de manera concluyente que la teoría del desequilibrio comercial centrada en el tipo de cambio no guarda relación con la realidad. En los últimos dos años, la economía de China se ha vuelto mucho más equilibrada en sus relaciones comerciales externas, pese a que no ha habido ajustes significativos del tipo de cambio.

La razón evidente es el fuerte aumento de la demanda interna del país. El total de ventas de bienes de consumo creció un 14,8 por ciento en 2010 y la inversión fija interna un 19,5 por ciento, ambas en términos reales. Como resultado, en términos de dólares estadounidenses, la demanda de importaciones creció un 38,7 por ciento, con lo que superó el 31 por ciento del crecimiento de las exportaciones. Dicho llanamente, si un país puede mejorar su equilibrio interno, estará más equilibrado a nivel externo, independientemente de lo poco que varíe el tipo de cambio.

La segunda pregunta es: ¿puede Pekín reducir su superávit comercial aún más y seguir manteniendo su política de apreciación gradual del renminbi? De hecho, ese resultado es muy posible en los próximos años, durante el periodo del nuevo plan quinquenal.

Para empezar, ya están en marcha o se están planeando varias reformas fiscales/impositivas importantes, a saber, un aumento de la recaudación por dividendos de las empresas propiedad del Estado y del impuesto a los recursos que se aplica a industrias como la del petróleo y la de extracción de carbón a fin de reducir el ahorro corporativo. También habrá reducciones del impuesto de la renta en los próximos años para aumentar el ingreso disponible de los hogares.

En el nuevo plan quinquenal 2011-2015, se han fijado algunas metas vinculantes para las reformas de la red de Seguridad Social. El sistema por fin dará una cobertura universal que incluirá a la población rural y a los trabajadores emigrados a las ciudades. Habrá más fondos públicos disponibles para la educación y la atención a la salud en zonas rurales. Se darán más servicios públicos a los inmigrantes rurales que han llegado recientemente a las zonas urbanas. Todos estos cambios aumentarán el consumo de los hogares tanto a corto como a largo plazo.

Cuando se lleven a cabo todas estas reformas, la tasa nacional de ahorro china podría reducirse del 51 por ciento actual al 45 por ciento. Eso tendrá un efecto muy significativo en términos de reducción del superávit por cuenta corriente, el cual refleja el ahorro nacional neto.

Además, el Gobierno chino, tanto a nivel central como local, seguirá muy interesado en continuar haciendo inversiones en infraestructuras orientadas hacia una mayor urbanización e industrialización. Se ha presentado un ambicioso plan para un sistema nacional de ferrocarriles de alta velocidad. Y todas las principales zonas urbanas, incluidas algunas ciudades de segundo nivel, están construyendo sistemas de transporte público que incluyen más transporte subterráneo y trenes ligeros.

También habrá una fuerte demanda de otras instalaciones en las ciudades, porque la población urbana de China seguirá creciendo enormemente en el futuro previsible. Dado que el coeficiente de urbanización es todavía bastante bajo, del 48 por ciento, se pueden mantener inversiones relativamente altas en infraestructuras durante un periodo prolongado. Esas inversiones consumirán la mayor parte del ahorro interno del país y sostendrán la elevada demanda de importaciones.

Así, es posible que dentro de poco tiempo el superávit por cuenta corriente de China caiga por debajo del 4 por ciento del PIB -y probablemente disminuya aún más, si no es que se convierte en un déficit abierto-. Dicho de otro modo, China podría alcanzar fácilmente la meta establecida en las directrices indicativas destinadas a reducir los desequilibrios globales para 2015 que propusieron recientemente funcionarios estadounidenses en la reunión ministerial del G-20 celebrada en Seúl en noviembre pasado.

La pregunta clave es: ¿qué sucede con EEUU, que, después de todo, es la otra parte del gran desequilibrio? El déficit por cuenta corriente de EEUU ha estado bajando en los trimestres recientes, gracias al crecimiento de las exportaciones. Ésas son buenas noticias. Además, se ha dado sin que hasta ahora haya habido grandes ajustes a la baja del tipo de cambio, debido a la debilidad del euro y otras monedas principales.

La facilitación monetaria que ha llevado a cabo la Fed aumentó las expectativas de una devaluación del dólar que podría ayudar a las exportaciones de ese país. Sin embargo, el ahorro interno sigue siendo bajo en vista de los niveles persistentemente elevados de deuda pública. Una vez más, la causa fundamental de los desequilibrios globales actuales se explica por los problemas estructurales internos en ambas partes. Los tipos de cambio únicamente desempeñarán un papel secundario en el reequilibrio.

La otra cara de la frustración

La otra cara de la frustración

Mubarak Por Carlos Alberto Montaner

El Nuevo Herald

Muchos egipcios quieren democracia. No sabemos cuános ni a qué aluden cuando piden democracia, pero presumimos que se refieren, aunque sea vagamente, a elecciones y prensa libre, parlamento plural, multipartidismo y separación de poderes. Esos son los atributos clásicos y básicos de la democracia liberal. Muchos egipcios están cansados del gobierno monocolor instalado en El Cairo desde que el coronel Nasser dio un golpe militar en 1954.

¿Por qué quieren los egipcios democracia y libertades? Algunos, probablemente no demasiados, porque desean tomar sus propias decisiones. Les gusta construir sus vidas con actos voluntariamente escogidos. Pero otro porcentaje, seguramente mayoritario, está inconforme con los resultados materiales del mundo en el que viven. Son gentes hartas de la miseria, la pobreza y la falta de oportunidades.

En Egipto, cuando hay trabajo, está muy mal remunerado. El sistema público de salud y el de educación son pésimos. Muchas personas pasan hambre. La verdadera función de la policía no es proteger a los ciudadanos, sino extorsionarlos o amedrentarlos. El poder judicial es la cueva de Alí Babá, al servicio de los poderosos. El Estado es un desastre patrullado por incompetentes y ladrones. Así, dicen, no se puede seguir viviendo.

"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos'', escribió Cervantes, probablemente cuando la había perdido y estaba preso. El problema es que la democracia y el disfrute de las libertades, aunque son bienes apreciables en sí mismos, no necesariamente resuelven el problema de la improductividad, la pobreza y la falta de oportunidades en países del Tercer Mundo. (Si los egipcios quieren ver países democráticos y pobres, pésimamente gobernados, pueden darse una vuelta por media América Latina).

Por la otra punta del ejemplo, en una nación como Singapur, en la que la democracia es una broma, y en la que la falta de libertades es casi total, sin embargo, la sociedad parece estar conforme con su gobierno, porque hay oportunidades económicas, la prosperidad general es notabilísima, las instituciones públicas son eficientes y los funcionarios se comportan honradamente.

En menos de medio siglo, el pequeño país, que comenzó siendo un desastre sin esperanzas, ha pasado a ser uno de los más ricos, cultos, sanos, desarrollados y modernos del planeta. No hay libertad, lamentablemente, pero sí la certeza de que el esfuerzo individual legítimo genera resultados materiales positivos.

En Egipto tienen lo peor de ambos mundos. No hay libertades ni esperanzas de mejorar. La "revolución egipcia'' fue un engendro político que surgió en 1954 dentro de las coordenadas ideológicas del nacionalismo autoritario, panarabista, militarista y colectivista, aunque afortunadamente secular.

Desde su inicio, el nasserismo, como entonces lo llamaron, fue muy ineficiente y corrupto, pero tenía un eficaz discurso populista, originalmente prosoviético y antiisraelí, que con el tiempo y las derrotas militares, en época de Sadat, y más acentuadamente con Mubarak, evolucionó hasta convertirse en una dictablanda pronorteamericana, anticomunista, prudentemente en paz con Israel, cuyo gran aparato productivo estaba en manos de quienes detentaban el poder político, los cortesanos a su servicio y los jefes militares que custodiaban el negocio y se quedaban con parte de la renta.

Estamos, pues, ante algo más que un régimen desgastado. Estamos ante una perversa cultura política, ante una forma de conducir los asuntos públicos y privados, ante una injusta manera de dotar a la sociedad de estabilidad, muy extendida en el mundo árabe, basada en la colusión entre la élite política, la económica y los militares que controlan las armas y (por ahora) tienen el monopolio de la violencia.

Es un clásico ejemplo de lo que el Premio Nobel de Economía Douglass North llama "sociedades de acceso limitado''. En ellas no existe la meritocracia, no se alcanzan la cúpula y el éxito por medio del talento y el trabajo, ni se llega a la riqueza por el esfuerzo, el mercado y la subordinación a reglas justas. Nada de eso: el triunfo se logra trenzando una sinuosa cadena de relaciones personales y compaginando incesantemente intereses complementarios en detrimento de los sectores más débiles y peor relacionados.

Los egipcios, si finalmente alcanzan la democracia, lo que está por verse, comprobarán cuán difícil es crear una sociedad justa y próspera. Es probable que pronto descubran una nueva cara de la frustración.

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