25 abril, 2011

Al menos 12 muertos en los nuevos bombardeos gadafistas sobre Misrata

Entierro de uno de los fallecidos en los ataques de Misrata. | Afp

Entierro de uno de los fallecidos en los ataques de Misrata. | Afp

  • El pasado sábado el Gobierno anunció la suspensión de las acciones militares

Tripoli | Argel

Al menos 12 personas, entre ellas dos niños, han muerto este lunes como consecuencia de los bombardeos de las fuerzas leales al líder libio, Muamar al Gadafi, contra la ciudad de Misrata, el bastión rebelde al este de Trípoli.

Según ha informado la cadena catarí 'Al Yazira', que cita como fuente el testimonio de un residente en Misrata, desde el pasado sábado ya han muerto en esa ciudad 56 personas y más de 150 han resultado heridas por los ataques de los gadafistas.

Según el doctor Mohamed Alfagieh, que dirige el hospital Mujamar Tiby, algunos cadáveres son irreconocibles debido al alto nivel de carbonización.

El pasado sábado, el Gobierno libio anunció la suspensión de las acciones militares en Misrata al objeto de que se pudiera iniciar un diálogo entre las partes para terminar con la actual situación de violencia.

Sin embargo, los ataques no se han suspendido, pues aunque las fuerzas de Gadafi se han retirado a las afueras de Misrata, continúan atacando desde allí con artillería pesada y misiles.

Washington contempla sancionar al régimen sirio

Washington contempla sancionar al régimen sirio por la 'deplorable' represión

Tanques sirios en las calles de Deraa. | Afp

Tanques sirios en las calles de Deraa. | Afp

Efe | Washington

Estados Unidos admitió el lunes por primera vez que considera la posibilidad de imponer sanciones contra el Gobierno de Siria en respuesta a la sangrienta represión de las manifestaciones en ese país para reclamar reformas democráticas.

En un comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, indicó que la violencia del régimen de Damasco contra su propio pueblo es "completamente deplorable y la condenamos en los términos más enérgicos".

EEUU, agregó, se plantea "una gama de posibles opciones, entre ellas la imposición de sanciones con objetivos muy concretos, para responder a la violencia y dejar claro que este comportamiento es inaceptable".

Hasta el momento, más de 300 personas han muerto en la represión de las manifestaciones para reclamar una transición democrática en Siria, donde la familia Al Asad gobierna desde hace más de cuarenta años.

Jordania indicó el lunes que Siria ha cerrado su frontera común, aparentemente con el objetivo de impedir que los disidentes puedan huir hacia el país vecino.

En los últimos días, la Casa Blanca ha emitido comunicados cada vez más duros para condenar la violencia del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

El régimen sirio ha recurrido a los tanques del Ejército para aplastar las protestas, en una intervención militar que ha causado más de veinte muertos, según fuentes de la oposición.

La acción del Ejército se ha centrado en la ciudad de Deraa, en el sur del país, y en la localidad de Duma, en los alrededores de Damasco, y ha incluido disparos a edificios y grupos de manifestantes, según activistas de derechos humanos.

Asad lanza una 'guerra salvaje' contra los manifestantes

Asad lanza una 'guerra salvaje' contra los manifestantes contrarios a su régimen

Vídeo: Atlas

  • Miles de soldados sirios irrumpen en Damasco y Deraa y disparan a matar
  • Las víctimas serían decenas y están 'tiradas en las calles'
  • Los francotiradores y los blindados impiden acercarse hasta ellas

Agencias | Damasco | Amán

Fuerzas de seguridad sirias han intervenido en la capital, Damasco, así como en Deraa. Respecto a la intervención en Damasco, las primeras informaciones apuntan a que los hombres del presidente sirio, Bashar Asad, irrumpieron con fuerza en el barrio residencial de Duma.

Según varios activistas, los hombres de Asad dispararon contra civiles desarmados y arrestaron a un grupo de residentes. "Hay heridos y detenidos. Y lo están haciendo en todos los lugares donde se han celebrado protestas democráticas. Quieren poner fin a la revolución haciendo uso de la brutalidad", sentenció vía telefónica un participante de las manifestaciones.

"Ésta es una guerra salvaje, cuyo objetivo es aniquilar a los demócratas de Siria", apuntó por su parte, en un comunicado, la destacada activista de derechos humanos siria Suhair Atassi. "Las intenciones del presidente Asad han quedado claras desde que apareció públicamente diciendo que estaba 'preparado para la guerra' en su discurso del 30 de marzo", prosiguió. "Estoy en mi casa, en el barrio de Duma, en Damasco. Venid y detenedme", concluyó.

Nueva pesadilla en Deraa

Mientras, en Deraa, epicentro de las protestas contra el régimen de Asad, varias personas perdieron la vida y otras fueron heridas tras la entrada de más de "3.000" miembros de las fuerzas de seguridad, apoyados por blindados, en la ciudad, ubicada al sur de Siria.

"Hay muertos y heridos", aseguró un activista de derechos humanos, que precisó que nadie podía dar el número exacto de fallecidos, porque "los cuerpos están en la calle y nadie los puede recuperar". En todo caso, se teme que las víctimas mortales puedan ser decenas.

"Los francotiradores han tomado posiciones en los tejados y los blindados están en el centro de Deraa", añadió.

La electricidad y las comunicaciones han sido cortadas en los dos puntos donde las tropas están interviniendo a sangre y fuego. "Los soldados están disparando en todas las direcciones, a la vez que avanzan protegidos por los blindados", pudo contar un activista sobre la situación en Deraa.

A última hora de la tarde Reuters informa que al menos 18 personas han muerto en la ofensiva.

Cierre de fronteras

Coincidiendo con esta fuerte operación y el gran despliegue en la sureña ciudad de Deraa, el Gobierno sirio anunció que cierra su frontera con Jordania.

Un diplomático sirio en la capital jordana, Amán, confirmó que los dos puestos fronterizos principales en Deraa y Nassib han sido cerrados al tráfico. Otra fuente oficial reconoció que el cierre persigue que la operación lanzada este lunes contra los manifestantes "esté dotada de una mayor seguridad".

Inicio de las protestas

Las protestas contra el régimen sirio comenzaron precisamente en Deraa, donde cientos de sirios han sido asesinados en la violenta represión de las manifestaciones a manos de las fuerzas de seguridad.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la interención militar de este fin de semana pasado en la ciudad costera de Jableh costó la vida a 13 civiles.

El Gobierno de Siria considera las protestas multitudinarias contra el régimen del presidente un ataque de bandas de criminales contra las fuerzas de seguridad. El aparato estatal intenta desde hace semanas poner fin a las protestas con detenciones y el uso de la fuerza.

Estas protestas, inspiradas en la revolución de otros países árabes comenzó hace seis semanas con manifestaciones en las que se piden reformas democráticas. Pero tras la muerte de varios manifestantes las consignas han cambiado y ahora se puede escuchar en las manifestaciones el grito de "El pueblo quiere la caída del régimen". El viernes murieron 112 manifestantes.

Reformas en 'saco roto'

El presidente Asad, que llegó al poder a la muerte de su padre Hafez Asad en 2000, anunció en los últimos días varias reformas e incluso puso en marcha algunas.

La supresión del estado de excepción, una de las demandas principales de la oposición, no ha tenido hasta la fecha ninguna repercusión práctica, puesto que las fuerzas de seguridad y las unidades especiales del régimen siguen actuando con dureza implacable contra los manifestantes.

[foto de la noticia]

Organizaciones de derechos humanos informan además de detenciones arbitrarias y de torturas en las comisarías.

Critican la "vergonzosa pasividad" de Obama

Critican la "vergonzosa pasividad" de Obama

Duro editorial de The Washington Post

Silvia Pisani
Corresponsal en EE.UU.

WASHINGTON.- Los paralelismos con la situación en la Libia de Muammar Khadafy son innegables. Por eso crecen aquí los interrogantes sobre el curso de acción que adoptará Washington en Siria, mientras se escuchan las primeras voces que reprochan una "vergonzosa pasividad" a la Casa Blanca frente al "baño de sangre" en ese país.

Hasta ahora, el presidente Barack Obama condenó "la violencia" del régimen de Bashar al-Assad y le atribuyó apoyarse en Irán para reprimir a los críticos. Acusación que, dicho sea de paso, Damasco y Teherán desmintieron ayer a coro.

Pero la paciencia empieza a agotarse en los medios locales, que tratan de entender por qué Obama reacciona frente a la represión de Khadafy y mantiene "una vergonzosa pasividad" frente a lo que sucede en la ex colonia francesa.

"Masacres como las que estamos viendo en Siria, generalmente, generan una inmediata reacción en Occidente. Se retiran embajadores, se apela a las Naciones Unidas, se aplican sanciones. Pero esta vez, nada de todo eso pasó", denunció ayer, en un durísimo editorial, el influyente The Washington Post. El diario, de reconocida sintonía con los demócratas, reprocha especialmente a Obama que, en el caso de Siria, hasta ahora "haya faltado a su palabra" de apoyar la aspiración de los pueblos árabes de lograr vivir con mayor libertad.

En esta capital, trascendió que el Departamento de Estado sigue "con inquietud" los sucesos en Siria. Si bien las relaciones entre Washington y Damasco son más bien frías, hasta último momento el gobierno de Obama pareció mantener confianza en el desacreditado Al-Assad como pieza para su debilitado plan de paz en Oriente Medio. "No es un aliado muy fuerte, pero es lo que hay", dijeron funcionarios que aquí trabajan en el alicaído proceso de paz.

Cuando decidió lanzar un bombardeo sobre Libia, Obama argumentó la necesidad de defender "valores morales" como parte de los intereses de Estados Unidos. Muchos creyeron ver en esas palabras el germen de una "doctrina de guerra" en la Casa Blanca demócrata. Pero los más escépticos descreyeron de esa interpretación al afirmar que sus palabras no arrojaron luz sobre un eventual curso de acción ante situaciones similares de la llamada Primavera Arabe. El caso de Siria, ahora, parece darles la razón.

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