16 mayo, 2011

El Salvador abandona el modelo de mercado

El Salvador abandona el modelo de mercado

Por Mary Anastasia O'Grady

El mismo brillante publicista que hizo magia para que en 2009 El Salvador eligiera a un izquierdista como presidente, está conduciendo la campaña del candidato nacionalista y socialista Ollanta Humala en Perú. Si la capacidad de João Santana se traduce en una victoria de Humala, más les valdría a los peruanos esperar que las similitudes terminen ahí.

El exitoso cliente salvadoreño de Santana, Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha sido un desastre para la alguna vez floreciente economía salvadoreña. Un ejemplo: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) informó este mes que mientras "los flujos de Inversión Extranjera Directa a la región crecieron 40% con respecto a 2009", El Salvador no se benefició de ello. "En América Central, la inversión extranjera a todos los países creció, excepto en el caso de El Salvador", dijo la CEPAL. Experimentó una caída de 79%.

[Funes] EPA

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, junto a Barack Obama.

Hasta no hace mucho tiempo, la perspectiva de que El Salvador se ubicara a la zaga en materia de competitividad en la región hubiera parecido imposible. Incluso antes de que los acuerdos de paz de 1992 fueran firmados, el país inició un proceso de modernización que duró más de una década. Las reformas de libre mercado fueron algo único para América Central y casi sin parangón en el conjunto de la región. Solamente la liberalización económica de Chile en la década de los años 70 y 80 fue comparable.

Los resultados fueron destacables, incluso para un país con una fuerza laboral mayoritariamente de baja educación. Entre 1989 y 2008, El Salvador tuvo el más alto crecimiento de las exportaciones en la región (un incremento de alrededor de 800%) y una expansión del Producto Interno Bruto per cápita que estaba entre las más rápidas de la región. Esto llevó por primera vez a un fuerte desempeño en el sector industrial en vez de en la agricultura más tradicional. Para 2006, el nivel de pobreza había caído a 31% de la población, frente al 60% de 1991.

Entonces las ruedas perdieron el curso. El partido ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) que encabezó el proceso de reformas, logró colocar un candidato suyo en la presidencia por cuarta vez consecutiva: Tony Saca, que fue elegido en 2004. Desafortunadamente, mostró mucho menos interés en el ámbito de desarrollo que sus antecesores.

Un buen ejemplo de esto fue su negativa a otorgar permisos a la Pacific Rim Mining Corporation para su mina de oro El Dorado, en una de las zonas más pobres del país. La mina fue bloqueada sin una explicación oficial, aunque el equipo de Saca nunca refutó las afirmaciones de la compañía de que cumplía o más que cumplía con todas las exigencias ambientales de El Salvador. Miles de empleos quedaron truncos, los inversionistas perdieron millones de dólares y la reputación de El Salvador como destino para las inversiones, sufrió un golpe.

Los salvadoreños ya estaban desilusionados cuando el candidato Funes apareció en escena para ofrecer una alternativa. Se postuló como un izquierdista moderado que se comprometió a terminar con la endémica corrupción que floreció bajo el gobierno de Saca y a mejorar la situación de todos los salvadoreños. Fueron sólo promesas de campaña. Desde que asumió Funes, la situación en cuanto a la deuda de El Salvador se ha estado deteriorando rápidamente. En diciembre de 2008, la relación deuda-PIB era de apenas 36%. En diciembre de 2010 se ubicaba en más de 51%.

La manera en que los préstamos están siendo utilizados es todavía más preocupante. De acuerdo con cifras fiscales del gobierno correspondientes al primer trimestre de este año, hubo un incremento interanual de 17,5% en el gasto. Esto incluyó un salto de 15,5% en el gasto por salarios públicos, un crecimiento de 21% de las erogaciones del gobierno en bienes y servicios y un aumento de 48% en los pagos por transferencias, en su mayoría subsidios. La inversión bajó 3,6%, en tanto que el déficit fiscal se expandió 28,6%.

A las agencias de calificación no les gusta lo que ven. Durante la presidencia de Funes, Moody's ha bajado dos veces la calificación de la deuda del país y Standard & Poor's realizó una rebaja.

Cuando Fitch Ratings advirtió a El Salvador a fines del año pasado que debía mejorar el clima para las inversiones o se arriesgaba a una rebaja de la calificación, Funes se mostró arrogante. El diario de El Salvador "Diario de Hoy" lo citó diciendo que si el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo no tuviesen confianza en el país, no le seguirían prestando. Obviamente, no ha oído hablar de Grecia.

La Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos también sigue trabajando en El Salvador con lo que su administrador, Rajiv Shah, ha llamado la "nueva asociación para el crecimiento" del presidente Barack Obama.

El problema no es solamente el gasto imprudente sino la hostilidad hacia las empresas. El índice de Libertad Económica de la Heritage Foundation y The Wall Street Journal, que alguna vez calificó a El Salvador como la novena economía más libre del mundo (en 2000), ahora lo coloca en el puesto 39. Buena parte de la caída ocurrió durante el mandato de Saca (bajó 17 puestos en tres años) pero continuó bajo Funes, que también se rehúsa a permitir que la mina de Pacific Rim opere.

Hoy en día, El Salvador no tiene concesiones activas para la minería. Pero esa pérdida de inversiones y empleos no ha satisfecho a las bases del FMLN. Se quejan ruidosamente de que Funes todavía no ha sofocado totalmente al capitalismo salvadoreño.

El único que parece haber salido bien de todo esto es Santana, cuya empresa ahora tiene el monopolio de la publicidad gubernamental en El Salvador. Quizás eso mismo sea lo que deba buscar si su candidato gana en Perú. El futuro de los peruanos podría no ser tan rosa.

Escándalo deja al FMI en el limbo

Escándalo deja al FMI en el limbo durante una coyuntura crucial

Por Ian Talley, en Washington, Nathalie Boschat, en París, y Stephen Fidler en Bruselas

WASHINGTON—El arresto del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de un ataque sexual complica las negociaciones sobre el rescate financiero de varios países europeos y genera interrogantes acerca de su posible sucesor.

Strauss-Kahn, que tenía aspiraciones de ser candidato presidencial en Francia, fue arrestado el sábado en Nueva York y se le acusó formalmente de intento de violación, agresión sexual penal y detención ilegal, informó el domingo la policía de Nueva York. William Taylor, el abogado personal de Strauss-Khan, dijo que su cliente se iba a declarar inocente de las acusaciones en su contra.

[Strauss-Kahn] Associated Press

Dominique Strauss-Kahn

Strauss-Khan es acusado de atacar sexualmente a una mucama de un hotel de Manhattan, dijeron las autoridades. De acuerdo con un portavoz de la policía, Strauss-Kahn habría arrastrado a la mujer hacia su cama, donde la habría atacado sexualmente alrededor de las 13 horas del sábado en su habitación del hotel Sofitel cerca de Times Square, en Manhattan.

Funcionarios del FMI esperan que Strauss-Khan renuncie a su puesto ante la gravedad de las acusaciones.

El arresto le impidió a Strauss-Kahn, de 62 años, viajar a Europa para analizar con líderes de la región el deterioro de la crisis de la deuda soberana. Había programado reuniones con la canciller alemana, Angela Merkel, y con los ministros de Finanzas de la zona euro para el lunes y el martes.

El incidente no podía haber ocurrido en un momento menos oportuno. Strauss-Khan había desempeñado un papel clave al coordinar los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal.

Además de ultimar los detalles de un plan de ayuda para Portugal por 78.000 millones de euros (unos US$ 110.000 millones), el tema central de las reuniones de esta semana iba a ser cómo resolver la crisis de la deuda griega.

"Esto va a dificultar las cosas para Grecia", afirma un alto funcionario del FMI que optó por el anonimato. Aunque el desenlace de las negociaciones podría ser el mismo dada las presiones de Europa y EE.UU., el escándalo que involucra a Strauss-Khan "podría retrasarlo", indicó.

Strauss-Kahn ha sido un ferviente defensor del rescate griego, a pesar de las crecientes dudas respecto a la capacidad y disposición del gobierno de ese país para cumplir los compromisos asumidos en el paquete de ayuda internacional.

Uno de los principales asuntos en la agenda de esta semana era discutir un ajuste de los términos de los préstamos a Grecia para impedir un ahondamiento de la crisis del país y del resto de la zona euro.

Una misión del FMI está en Grecia revisando el estado de las finanzas del país, fundamentalmente tratando de determinar si la junta directiva del Fondo puede aprobar otro tramo del crédito de emergencia de la Unión Europea y el FMI de 110.000 millones de euros.

John Lipsky, el segundo al mando, asumirá el liderazgo del FMI ante la ausencia de Strauss-Kahn. Lipsky, sin embargo, carece de la influencia de Strauss-Kahn, un político de primer nivel que se sabía mover en los pasillos del poder europeo.

"Posee una combinación única que lo vuelve muy relevante en la crisis europea", señala Uri Dadush, economista del centro de estudios de Washington Carnegie Endowment for International Peace, en alusión a Strauss-Kahn. Lipsky, asimismo, había anunciado el jueves que se alejará de su cargo en agosto, cuando termine su mandato de cinco años.

Caroline Atkinson, vocera del FMI aseveró que la entidad funciona y opera normalmente.

¿La oportunidad de los países emergentes?

De resultar ciertas, las imputaciones constituyen una fuerte sacudida del escenario político francés.

Se esperaba que Strauss-Kahn, un ex ministro de Finanzas que se postuló sin éxito para obtener la nominación del Partido Socialista para ser candidato presidencial en 2006, renunciara al FMI en los próximos meses para volver a intentarlo.

La salida de Strauss-Khan también podría generar una fuerte de los países emergentes. "Habrá una presión importante de parte de las naciones emergentes para que uno de los suyos se quede con el cargo y sobran los candidatos calificados", señala Philippe Aghion. El profesor de economía de la Universidad de Harvard mencionó los nombres del ex ministro sudafricano de Finanzas Trevor Manuel, del ex ministro turco de Finanzas Kermal Dervis y del economista indio Montek Singh Ahuluwalia, como posibles candidatos para suceder a Strauss-Khan.

Otros posibles contendores son el ex presidente del banco central de Brasil, Armínio Fraga, y el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo.

Es probable, sin embargo, que los países europeos traten de que un economista del Viejo Continente siga encabezando la institución en un momento en que la crisis griega vuelve a ser el centro de atención."Hay un tema que es clave para los europeos", señaló un funcionario del Grupo de los 20. "¿Pueden dejar las llaves de la casa en manos de un país emergente en una coyuntura tan crucial?".

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