04 junio, 2011

La economía, el más duro adversario de Obama

ELECCIONES | La creación de empleo se ha estancado

La economía, el más duro adversario de Obama para conseguir la reelección

El presidente Obama en la Casa Blanca el pasado 3 de junio. | AP

El presidente Obama en la Casa Blanca el pasado 3 de junio. | AP

Ni Mitt Romney, ni Sarah Palin o Tim Pawlenty, el mayor obstáculo de Barack Obama para conseguir su reelección es la situación económica de EEUU, y sobre todo, el estancamiento en la creación de empleo.

Según la mayoría de expertos, lo más probable es que en otoño del año próximo, en plena campaña electoral, los principales indicadores económicos no sean demasiado positivos.

Después de varios meses en los que el mercado laboral había experimentado una tendencia positiva, en el pasado mes de mayo se crearon sólo 54.000 empleos, menos de una cuarta parte que en abril, cuando ascendieron a 232.000. Ello ha provocado que la tasa de paro vuelva a superar el 9%, alcanzando su nivel más alto de este año.

"Si la creación de empleo no continúa al mismo ritmo que ha estado en los meses recientes, será un enorme problema para el presidente", sostiene en declaraciones a 'Bloomberg News' Tad Devine, estratega electoral demócrata.

El estancamiento de la economía también se ha reflejado en los datos del PIB, que durante el primer trimestre del 2011 creció sólo un 1,8%, frente al 3,1% del último trimestre del 2010. Y lo que es peor para el gobierno, la mayoría de agencias han recortado sus previsiones de crecimiento para los próximos trimestres.

"Las políticas de Obama han fracasado para EEUU", declaró Mitt Romney tras conocer los resultados en un mitin en New Hampshire, donde anunció su candidatura a la Casa Blanca. Según Romney, cuyo punto fuerte es la gestión de la economía, el hecho que el desempleo sea tan alto es "inexcusable".

Sin reelección con un paro superior al 7,2%

Los datos de la historia reciente muestran hasta qué punto será un desafío para Obama vencer en las presidenciales del año próximo con una tasa de paro elevada: ningún presidente ha conseguido su reelección con un paro superior al 7,2% desde el final de la II Guerra Mundial. Según los pronósticos de los expertos, lo más probable es que el paro oscile alrededor del 8% en el último trimestre del 2012.

La experiencia del único presidente de la era contemporánea en imponerse con un paro superior al 6%, Ronald Reagan en 1984, ofrece un rayo de esperanza para Obama. Aquel año la estadística preveía una derrota de Reagan, pues el paro estaba situado en el 7,2%. Sin embargo, Reagan no sólo ganó, sino que arrasó, imponiéndose en 49 de los 50 estados. Su oponente, Walter Mondale, tan sólo venció en su estado natal, Minesota.

Para explicar este resultado, los politólogos señalan que, más importante que la cifra de cualquier indicador económico justo antes de las elecciones, suele ser su evolución en los meses anteriores. Es decir, la percepción de si el país avanza en la dirección adecuada.

Sin duda, ese fue el caso en 1984, pues la creación de empleo ese año fue vigorosa, y la mayoría de la población percibía que se había dejado atrás la crisis económica de principios de la década.

Así pues, habrá que esperar hasta el año próximo para saber hasta qué punto la economía puede perjudicar las aspiraciones de Obama. En caso de que permanezca estancada, al presidente no le tocará más remedio que jugar otras bazas en la campaña, como su carisma personal, o resaltar sus logros en otros ámbitos, como la política exterior o de seguridad. Y es que, tras el asesinato de Bin Laden, su aprobación subió 10 puntos, y se sitúa en el 51%.

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