01 junio, 2011

Mercado político mexiquense

M I G U E L Á N G E L G R A N A D O S C H A P A
Plaza pública
Mercado político mexiquense

Cabe preguntarse si el candidato Eruviel Ávila hizo una buena transacción política al adquirir el apoyo del Senador René Arce y su Movimiento de izquierda ciudadana. No le hacía falta asegurar su victoria, si nos atenemos a las encuestas que cotidianamente buscan que la profecía se cumpla a sí misma, es decir que el resultado en las urnas corresponda a las mediciones demoscópicas, condicionando una porción al menos del voto ciudadano. Tampoco le faltaba estructura en Chalco y en general la región vecina a Iztapalapa, pues allí como en todo el estado los cuadros priistas han sido alentados por funcionarios del Gobierno estatal para que sean eficaces propagandistas del PRI.

No parece posible que pretenda hacer aparecer la presencia de Arce en su campaña como una ruptura del PRD, porque el Senador por el DF se retiró de ese partido desde el año pasado. ¿Pretenderá entonces que lo adquirido es el prestigio político de un dirigente que ha sido permanentemente victorioso?. No, pues se recuerda que el desastre de Nueva Izquierda en Iztapalapa en 2006 fue casi una derrota personal de Arce y significó la pérdida de un importante emplazamiento social. Tampoco entonces se ve dónde está la ganancia de Ávila, ya que no faltan en el PRI dirigentes y operadores de las características del legislador capitalino.

Tampoco le hacen falta mítines con 5 mil personas, como los que ofreció Arce, pues la estructura propia y la capacidad de movilización del priismo bastan al candidato para esos efectos. Y ni modo que crea, y que los necesite, que Arce convocará a más de 100 mil personas a que voten por él. Eso no puede probarse de ningún modo. Intentarlo sería confesar la práctica del voto corporativo, que es ilegal, pues las afiliaciones a partidos y la libertad de sufragio son derechos que sólo pueden ejercerse a título individual.

Por otro lado, mostrar que el PRD se quiebra en su favor, como resultado de la comparación entre sus propuestas y las de Alejandro Encinas, es ignorar la añeja división entre Arce y las corrientes políticas afines a Andrés Manuel López Obrador, que impulsó la candidatura de su antiguo Secretario de Gobierno. Nadie, ni siquiera con escasa información, admitirá que los pagos a que se obligó Ávila, especialmente la creación de un Instituto de economía social y solidaria, se justifiquen por las contraprestaciones.

Sólo me explico el paso del candidato priista de festejar el acompañamiento que le ofrecerá Arce en una porción del Estado, en función de su necesidad de contar con una fuerza propia, acaso porque ha ido percibiendo que es prisionero del aparato priista operado directamente por el Gobernador Peña Nieto. Acaso le da mala espina, como se dice en los pueblos, la custodia, el resguardo más que acompañamiento que practica a su lado Luis Videgaray. Era ya extraño que, no obstante su inexperiencia política: no ha participado jamás en una campaña política (ni siquiera en la propia, porque es Diputado por vía plurinominal) se le encargara de coordinar la del ex Alcalde de Ecatepec. Ahora parece claro que el propósito es mostrar a los votantes y a los medios al coordinador en la misma medida que el candidato. En el acto mismo en que Arce fue recibido a bordo, alzaron sus brazos Ávila y Videgaray, actitud que se ha convertido en una rutina desde que comenzó la gira. ¿Será que la presencia de Videgaray haya sido diseñada como la de un candidato de repuesto, ante cualquier eventualidad? No quiero invocar el sentido lúgubre de aquella circunstancia pero, ¿acaso Ernesto Zedillo no fue el coordinador de la campaña de Luis Donaldo Colosio, y lo suplió, si bien debido a su discreción o pereza ni siquiera estaba presente en los trayectos del sonorense?

Arce en cambio gana en esta operación de mercado político el relanzamiento de una carrera que se había estancado. Hasta antes de este lance, parecía frustrado su propósito de crear el Partido de la Ciudad, con ex perredistas. Aproximarse al PRI en el Estado de México le abre la puerta para ser figura relevante en la campaña con la que Beatriz Paredes intente de nuevo, en mejores condiciones que hace 5 años, ganar el Gobierno capitalino. Debido al deterioro estructural del tricolor en el DF, que podría agravarse tras la disputa por el relevo en la dirección, que están en curso y por los saldos que deje la designación de candidata, a la ex presidenta nacional del PRI le vendrá bien contar con tropas de refresco, capaces de medirse en todos los terrenos con las del Diputado Cuauhtémoc Gutiérrez, que hoy encabeza el único segmento priista realmente existente.

Con su virtual ingreso al PRI, secuela del que practicó en Guerrero su correligionaria y aliada Ruth Zavaleta respecto a Manuel Añorve, René Arce da un nuevo giro en su camino político. Nacido en Oaxaca el 22 de octubre de 1953, o el 4 de agosto de 1956 (según se lee en documentos oficiales del Senado: su ficha biográfica y la semblanza escrita por el propio legislador, respectivamente), fue miembro de la insurgencia armada, de la que se apartó para hacer política por las vías social y partidaria. Egresado de la escuela de economía de la UNAM, realizó trabajo sindical, fue miembro del Partido revolucionario de los trabajadores y del Partido socialista unificado de México, semilla del PRD. Ha sido elegido ininterrumpidamente desde 1994 (Diputado local, dos veces federal, jefe delegacional, Senador) y con acusada presencia (con su familia) en Iztapalapa, fue la cabeza de Nueva Izquierda en el DF.

Adiós pasividad

S E R G I O A G U A Y O Q U E Z A D A
Adiós pasividad
En nuestra guerra, las milicias del narco tienen garantizado el acceso a todas las armas que quieren

La violencia trae al País de cabeza. Urge frenarla y la ciudadanía interesada en hacer "algo" concreto puede unirse a la campaña de Alianza Cívica que solicita a Barack Obama la adopción de tres medidas que frenen el contrabando de armas a México.

Las batallas y las guerras se ganan o pierden por la capacidad de enviar material bélico a los frentes de batalla. Napoleón y Hitler fueron derrotados por la enormidad de las estepas rusas. La resistencia vietnamita se mantuvo porque, pese a los bombardeos estadounidenses, nunca dejó de funcionar el Sendero de Ho Chi Minh.

En nuestra guerra, las milicias del narco tienen garantizado el acceso a todas las armas que quieren. Aprovechándose de la corrupción en las aduanas mexicanas cruzan la línea y se abastecen sin problemas en Estados Unidos y sobre todo en Texas y Arizona. De allá proviene 84 por ciento de armas y municiones con las cuales se nos extorsiona, secuestra y asesina; las leyes de aquel país lo prohíbe, pero Washington tolera el tráfico por el enorme poder político de los productores y comerciantes de armas y porque no tiene presión social para impedirlo.

Debe reconocérsele al Gobierno de Felipe Calderón la disposición a incluir el tema en su lista de peticiones a Washington. Es una lástima que sea una política sin consistencia.

En mayo de 2010 introdujo el problema en su gallardo discurso ante el Congreso. Durante su siguiente visita, marzo de 2011, no mencionó el tema; toda su energía retórica la concentró en criticar al ex Embajador Carlos Pascual. Este tipo de omisiones es incomprensible porque mientras no se corte el suministro de armas al crimen organizado pensar en la victoria es un cuento de hadas.

Corresponde a la sociedad corregir el absurdo a partir de una tesis fundamental: el contrabando de armas alimenta una violencia que está afectando a las sociedades de México y Estados Unidos. Entonces hay una responsabilidad compartida en la búsqueda de soluciones. Con esto en mente, Alianza Cívica, organización de la que formo parte, dialogó durante varios meses con grupos como Washington Office on Latin America y Global Exchange de Estados Unidos para encontrar un programa conjunto.

Después de revisar diferentes alternativas se optó por hacerle tres peticiones al Presidente de Estados Unidos que dependen sólo de su voluntad; no tiene que llevarlas al Congreso, una parte del cual es adversario feroz de un Presidente en busca de la reelección. Son peticiones de sentido común: es indispensable que crezca la capacidad operativa de la Oficina de Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos en los estados que colindan con México.

En la gestación del proyecto me encontré con las múltiples caras del escepticismo: "¿A poco crees que Barack Obama les va a hacer caso?", me decía más de alguno o alguna. No hay por supuesto seguridad de que se entere de las peticiones y responda positivamente. Una campaña como esta es como cualquier guerra o romance, se sabe cómo empieza pero no cuándo o cómo termina.

En política los números cuentan. Si en los próximos meses crece la recolección de firmas, eso influirá en el nivel del funcionario que recibirá formalmente la carta en septiembre. No será lo mismo entregárselo en persona a Barack Obama a observar la firmeza con la cual le ponen el sello de recibido en la Oficialía de Partes del Departamento de Estado.

Pase lo que pase la iniciativa tiene ventajas inmediatas. La primera es incrementar la colaboración con organismos civiles estadounidenses preocupados por lo que sucede en México y difundir la incongruencia de una potencia militar capaz de imponer un embargo de armas a Libia mientras guarda un silencio cómplice ante el contrabando masivo de armas a México.

En el último año he recibido miles de correos de personas que quieren hacer "algo" para influir en la vida pública. Esa es otra confirmación de que hay un sector de la población mexicana decidido a pelear por causas que se consideran justas. Poner una firma en www.alianzacivica.org.mx tal vez no conduzca a un adiós definitivo a las armas, pero sí es una manera de sacudirse el lastre de la impotencia y decirle adiós a la pasividad.



La miscelánea

Evolución Mexicana es un organismo que ha impulsado con enorme entusiasmo las candidaturas independientes y la reforma política actualmente congelada en la Cámara de Diputados por el PRI de Enrique Peña Nieto.

Desde aquí mi apoyo para la reunión que tendrán este miércoles 1 de junio con un grupo de senadores. No podré acompañarlos porque ese día participaré en El Colegio de México en un seminario que inicia a las 10 de la mañana y termina por la tarde en el cual se discutirá la posibilidad de que se establezca una Comisión de la Verdad para averiguar las graves violaciones a los derechos humanos en el pasado. La sociedad se organiza y propone, falta que los gobernantes escuchen.

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