04 junio, 2011

Un Cordero derrota a lobos

La señal llegó para los panistas

Un Cordero derrota a lobos

Por Hugo Páz

En una planilla de siete aspirantes presidenciales, el destape de Ernesto Cordero provocó las usuales protestas de precandidatos que entraron a la contienda con la promesa de un terreno parejo

La señal llegó para los panistas, Ernesto Cordero es el heredero del calderonismo que promete llevar a buen puerto 10 años del PAN en Los Pinos y materializar la promesa del cambio.

Una carta es el punto de partida para que el secretario de Hacienda aterrice un secreto a voces, que es favorito del Presidente Felipe Calderón y el avatar de los proyectos que quedarán inconclusos en el 2012, como la lucha contra el crimen organizado y las reformas de ley necesarias para emigrar al país a una nueva versión.

En una planilla de siete aspirantes presidenciales, el destape de Ernesto Cordero provocó las usuales protestas de precandidatos que entraron a la contienda con la promesa de un terreno parejo. Para Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota no fue así, la sorpresiva cargada es una versión del legendario dedazo priísta que no los hará declinar, por lo menos hasta el momento, aunque la historia de los conflictos internos en el PAN se reducen a simples pataleos que llegan a un buen arreglo.

Desde la perspectiva de la coordinadora parlamentaria de los diputados panistas solamente 17 de los 142 legisladores desertaron de sus filas, números muy optimistas que inyectan ánimos para seguir hasta el final de la contienda interna que se antoja llena de enfrentamientos.

Para el senador Santiago Creel Miranda, su privilegiada posición en todas las encuestas es el leitmotiv que hace imposible abandonar un barco con un timón seguro para llegar a buen puerto, cuando menos la mejor expectativa que puede ofrecer el partido.

Los operadores del destape calculan que la indefinición, sumada a un hombre con un perfil transparente, de comprobada competencia en la administración pública y desprovisto de ambiciones excesivas, es el mejor elemento del PAN, aun cuando su inexperiencia política sea un riesgo.

Ernesto Cordero enfrenta un camino minado, tendrá que convencer en pocas horas a los miembros del gabinete para sumar un solo bloque que contrarreste la fuerza del primer y segundo lugar en todas las encuestas de preferencias electorales.

Ernesto Cordero tiene el poder de la chequera de Hacienda que deberá abandonar en un poco más de un mes, posterior a la elección del Estado de México. Son momentos claves en la agenda política que no aguantan la polaridad de un secretario y un candidato al mismo tiempo. Se habla que el secretario de Energía, José Meade, es la posición más indicada para tomar la estafeta de Cordero sin trastocar la operación de la administración federal; otro prospecto es Dionisio Pérez Jácome, sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes es una posición muy conflictiva que Dionisio mantiene dentro de las expectativas del gobierno federal, después de una turbulenta participación de Juan Molinar Horcasitas provocada por una visión “ligera” para solucionar problemas muy complejos.

Lanzar a la tercera o cuarta posición en las encuestas de preferencias electorales al interior del panismo es una zaga épica, el sentido común indica que no debemos desestimar algún arsenal oculto que catapulte a Ernesto Cordero, tiene la confianza y el apoyo del Presidente. La cercanía quedó demostrada en la crisis de la epidemia de influenza AH1N1 al ser el filtro de información entre Calderón y las Secretarías de Salud y Gobernación, desde su posición en Desarrollo Social.

Pero las cosas no están definidas en Acción Nacional, basta recordar que Roberto Gil Zuarth, aun cuando era identificado como el candidato de Felipe Calderón a la presidencia del PAN perdió con Gustavo Madero. El nuevo líder tiene madera institucional laminada con la independencia que lo lleva a tomar decisiones autónomas, una ambivalencia que conforma la estructura del ADN del PAN, la muestra es Manuel Espino Barrientos, al triunfo de Calderón sobre Santiago Creel en la interna de 2006 se sometió a la disciplina del equipo calderonista, dicho por César Nava. Que no le retribuyeron como se debe, es otra historia.

Cordero tendrá que superar los conjuros de la oposición, el jueves un grupo de senadores priístas y perredistas le exigieron renunciar al cargo para dedicarse a sus actividades proselitistas rumbo a las elecciones de 2012.

Carlos Jiménez Macías aseguró que la carta de apoyo firmada por 134 panistas será una arma de dos filos que busca demostrar el músculo político del PAN alrededor del secretario de Hacienda y puede provocar descontento en el PAN. “No creo que le favorezca mucho esta carta porque justamente lo pueden ubicar como el candidato del Presidente de la República, y eso le puede generar entre algunas filas del PAN rechazo. Los panistas no son afines a la cuestión del dedazo. También le puede dañar. La carta puede cumplir dos efectos: Fortalecer o dañar su candidatura, según el efecto", dijo Jiménez y agregó que "están muy adelantados en el PAN, y es claro que al partido se le fue de las manos el proceso, veo una especie de anarquía que impiden que los titulares atiendan sus funciones".

Cordero es uno de los aspirantes más vulnerables, ya que no tiene ni el perfil ni la trayectoria política para enfrentarse a cualquiera de los aspirantes del PRI a la Presidencia, comentó el senador y lamentó que el funcionario haya utilizado el Palacio Nacional como el lugar para aceptar su aspiración, además resaltó que la convocatoria que hizo a los medios fue bajo el membrete de Hacienda.

Los priístas aseguran que la candidatura no afectará al PRI, pero sí al país, porque hay un descuido de las responsabilidades administrativas que tienen designadas. Otros opositores como Tomás Torres Mercado, del PRD, consideran que Ernesto Cordero no lo ha hecho mal al frente de la SHCP, pero le pidió separarse de su cargo porque su derecho ciudadano a buscar la candidatura presidencial no puede coexistir con la tarea del servicio público. Quedarse no le ayuda al Presidente, porque contamina el ejercicio público, y además se convierte en un blanco de críticas para la administración federal.

Las dudas se despejaron aun cuando el vox populi señalaba a Ernesto Cordero como el ‘delfín’ de Felipe Calderón; en el camino se quedan Alonso Lujambio, Javier Lozano y Heriberto Félix Guerra en su grupo, en otro extremo Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota, aun cuando se diga que nada está decidido.

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