¿Cuándo se jodieron esos 60 mil chavos?

¿Cuándo se jodieron esos 60 mil chavos?

La historia en breve

Ciro Gómez Leyva

Termina en la Manuel M. Ponce de Bellas Artes la presentación de El México que nos duele, el espléndido libro de Alejandro Rosas y Ricardo Cayuela. Nutrida y, como suele suceder en estos casos, un tanto desquiciada ha sido la participación de los asistentes.

Me voy a caminar con dos preguntas esenciales del libro rondando por Madero, Tacuba, 5 de Mayo. Preguntas que, en cierta forma, fueron también las angustias del público en la M. Ponce: ¿Está sustentado nuestro pesimismo en la reflexión? y ¿La nación ha fracasado históricamente?

Quisiera responder que no. Que, como dijo Ricardo, si tenemos 50 millones de pobres, tenemos entonces más población que la de España y Portugal juntos fuera de la pobreza. Pero no. Por la tarde se da a conocer la noticia de que sólo uno de cada diez, ¡sólo uno de cada diez jóvenes que concursó para estudiar en la UNAM logró el propósito!

En números brutos significa que 6 mil ganaron y 60 mil se hundieron; que a los 19, 20 años no han podido sortear un filtro elemental.

Son 60 mil muchachos que durante 15 años se levantaron a las cinco, seis de la mañana, estudiaron y pasaron exámenes; 60 mil ilusiones quebradas en una tarde lluviosa de verano. De repente todo convertido en polvo y cenizas. Ninis, rásquense con sus uñas.

Tanto Alejandro como Ricardo moldean en el libro el ¿cuándo se jodió el Perú?, de Vargas Llosa, para entretejer ideas, reflexiones y provocaciones sobre México.

Pongámosle fecha, pues, y no nos sorprendamos cuando se aparezcan esos 60 mil fracasos, esas 60 mil desesperaciones por romper el cascarón.

Pongámosle fecha a la respuesta: se jodieron un domingo 17 de julio de 2011.