20 julio, 2011

Friedman y la libertad
El hombre que volvió a hacer populares los mercados libres.

PREMIO NOBEL DE ECONOMIA 1976


WWall Street Journal

Los obituarios de algunas figuras públicas se podrían escribir con años de antelación. No es éste el caso de Milton Friedman.

Friedman, posiblemente el más grande de los economistas del siglo XX, obtuvo su Premio Nobel hace treinta años. Su obra clásica “Capitalismo y libertad”, se publicó hace 44 años. Murió el 16 de este noviembre a la edad de 94 años, pero hasta sus últimos días siguió escribiendo, pensando y explicando cómo la economía influye en nuestro mundo.

A principios de este año, volvió a examinar y puso al día las conclusiones a las que había llegado en “Una historia monetaria de los Estados Unidos, 1867-1960” sobre la Gran Depresión, que publicó junto con Anna Schwartz hace 43 años. Sostenía que la Gran Depresión no fue, como la mayoría pensaba entonces, un “fallo del mercado”, sino un fallo de la política del gobierno. La contracción de la oferta monetaria tras el crac de 1929 fue lo que convirtió un problema financiero en catástrofe económica.

Este descubrimiento se desprendía de la convicción del profesor Friedman de que “el dinero es lo que importa”. Como observara la Real Academia Sueca al anunciar su Nobel de 1976, Friedman era una voz solitaria cuando argumentó la importancia de la oferta de dinero en la economía al comenzar a escribir sobre aquélla en la década de los cincuenta del siglo pasado.

A finales de la década de los setenta, la estanflación –la combinación de una inflación elevada con un alto desempleo—hizo evidente que el modelo keynesiano entonces dominante tenía grandes defectos. Entre ellos se encontraban el efecto de la oferta de dinero sobre la inflación y el hecho de que la inflación y el empleo no se movían al unísono, como argüían algunos de los discípulos de Keynes. Fue un descubrimiento fundamental que dio origen a lo que en la Universidad de Chicago y en los círculos económicos llegó a conocerse como la “escuela monetarista” y sentó las bases teóricas que permitieron que los bancos centrales pusieran fin a la gran inflación de la década de los setenta.

Al otorgar el Premio Nobel de 1976, la Real Academia Sueca de las Ciencias citó sus “logros en los campos del análisis del consumo, la historia y la teoría monetarias, y su demostración de la complejidad inherente a la política de estabilización”. La cita abarca un campo inmenso del pensamiento económico y sugiere el alto rango y la coherencia teórica del profesor Friedman.

En primer lugar, mostró que las personas no son tontas. La gente gasta su dinero de acuerdo con las expectativas de sus ingresos a largo plazo, y no como respuesta a los “incentivos” ocasionales del gobierno. Esto se conoce como la hipótesis del “ingreso permanente”, que cuestionó las nociones keynesianas de cómo el incentivo a corto plazo afecta la economía. Además de sus descubrimientos monetarios, Friedman cuestionó el grado en que la política fiscal podría emplearse para “afinar” la economía ajustando las políticas de gastos, impuestos o la monetaria. Hoy damos por sentado que todas éstas operan con retraso, pero fue Milton Friedman el que primero lo puso de relieve.

No obstante sus logros académicos, el papel del profesor Friedman como popularizador de los principios del libre mercado probablemente haya sido más importante. Escribió una columna en Newsweek a partir de 1966 y durante 18 años, en la que predicaba la importancia de la libertad económica a una generación que nunca había oído hablar de tales cosas en sus centros de estudio. Su libro de 1980, “Free to Choose” (Libre para elegir), fue un best-seller, y los videos que lo acompañaban, introducidos subrepticiamente tras la Cortina de Hierro, devinieron semillas de la revolución.

Friedman fue uno de los primeros en señalar que Hong Kong era un modelo del éxito del libre mercado, una lección que aún hoy está transformando la China comunista. Fue el primero que propuso, en fecha tan lejana como 1955, los vales educacionales destinados a rescatar las escuelas públicas en decadencia. En años recientes creó una fundación para sustentar esta idea que no deja de avanzar pese a la feroz oposición de los sindicatos y otros arraigados intereses.

Este periódico ha tenido el privilegio de publicar los artículos de Milton Friedman en numerosas ocasiones a lo largo de muchos años. Alguna que otra vez no estuvimos de acuerdo con él, sobre todo en lo concerniente a los tipos de cambio y la legalización de las drogas. Pero estas disputas siempre nos dieron motivos para reflexionar; hace veinte años, en medio de un debate sobre los beneficios de los tipos de cambio fijos, señalamos que “recibir unas nalgadas de Milton Fridman es una de las experiencias más humillantes de la vida”.

Lo cierto es que el profesor Friedman siempre discutió con urbanidad y un ingenio estimulante. Una de sus mejores pullas sobre el tamaño del gobierno: “Dada la estructura desmedida y monstruosa del gobierno, cualesquiera tres letras tomadas al azar probablemente designarán un departamento o una parte de éste que puede eliminarse para provecho de todos.” También popularizó la frase “no existe nada que sea gratuito.”

En “Two Lucky People”, que escribiera con su esposa Rose Friedman, quien le sobrevive como distinguida economista por méritos propios, Friedman describió muy bien el papel del intelectual público: “No influimos en el curso de los acontecimientos persuadiendo a las personas de que actuamos bien cuando hacemos lo que ellas consideran propuestas radicales. Por el contrario, ejercemos influencia al disponer de opciones cuando algo debe hacerse en una época de crisis”.

Cuando murió Ronald Reagan, de quien Milton Friedman había sido asesor, éste escribió lo siguiente en las páginas del Wall Street Journal: “pocas personas en la historia de la humanidad hicieron una contribución mayor al logro de la libertad humana”. Lo mismo puede decirse, y durante mucho tiempo se dirá, de Milton Friedman.

La economía de la demanda

La economía de la demanda



Stephen Moore

Si rebajar los impuestos no funciona, ¿por qué es tan popular en el exterior?

Recientemente estaba hablando con Mart Laar, el antiguo primer ministro de Estonia y el padrino del impuesto único (flat tax) de ese país. Según me explicó la mayor oposición de su reforma del impuesto único no vino del público sino en los economistas y otros "sabios" del gobierno.

"Me dijeron, 'No podemos tener un impuesto único. No está probado. No va a funcionar. Va a provocar déficit presupuestarios'', recuerda Laar. Sin embargo, él estaba convencido de que sí podía funcionar porque lo había leído en el clásico de Milton Frriedman, "Libre para Escoger". Y así fue que, en 1994, Llar hizo caso omiso de los economistas y estableció un impuesto único de 23 %. Desde entonces, Estonia ha experimentado uno de los crecimientos económicos más rápidos del mundo.

Aquí hay una lección para nosotros: frecuentemente las elites intelectuales resisten las ideas revolucionarias en la economía. Ronald Reagan lo descubrió en 1980 cuando fue ridiculizado por proponer rebajas en las tasas marginales de impuestos como cura para la alta inflación y el malestar económico de los años 70.

Garner Ackley, un antiguo presidente del Consejo de Asesores Económicos le dijo al Congreso que sería "un milagro" si las rebajas de impuestos fueran a reducir la inflación y aumentar el crecimiento. Pero justamente la reducción de la inflación y el aumento del crecimiento fue lo que sucedió en los años 80.

Y aquí estamos 27 años más tarde: con 40 millones de más empleos y un valor neto casi $50 billones mayor, y sin embargo la intelectualidad de izquierda sigue obsesionada con desacreditar la economía de la oferta (supply-side economics). En las últimas semanas, el New York Times, el New Yorker, la New Republic y muchas otras publicaciones "liberales" han dedicado grandes espacios para atacar toda la teoría de que bajar los impuestos pueda aumentar los incentivos para invertir, ahorrar y trabajar.

Los campeones originales de la idea, hombres como Arthur Laffer y George Gilder, no sólo están equivocados, según la New Republic están "enfermos", "trastornados" y "posiblemente dementes". James Surowiecky se queja en el New Yorker de que prescribir bajar impuestos para la economía es equivalente a "decir que la mejor forma de tratar a los enfermemos es hacerles una sangría para sacarles los malos espíritus".

La calidad de este discurso rara vez se remonta por encima de estas tonterías. Sin embargo, algunos argumentos se repiten tanto que es necesario confrontarlos. Uno es que los economistas de la oferta alegan deshonestamente que las rebajas de impuestos aumentan los ingresos por impuestos. Ahora bien, nosotros podemos discutir eternamente si los ingresos por impuestos hubieran sido más altos o más bajos sin las rebajas de impuestos de Bush en el 2003. Pero queda un hecho muy obstinado: Los ingresos por concepto de impuestos han subido, no bajado, en $745,000 millones en cuatro años desde las rebajas del 2003.

Surowiecky nos dice que "miles de estudios" encuentran que las rebajas de impuestos de Bush han conducido a "mayores déficits presupuestarios".

¿Mayores déficits? Tras la segunda rebaja de impuestos del 2003, el déficit presupuestario bajó de $401,000 millones en el año fiscal del 2003 a $163,000 millones en el AF del 2007.

La economía de la oferta también se denuncia como un instrumento para dar grandes beneficios impositivos a las corporaciones y personas de grandes ingresos. Pero, puesto que tantos americanos ricos son demócratas, no está claro por qué los republicanos debieran de estar tan preocupados por ayudarlos.

En todo caso, la porción de los impuestos pagados por el 1% y 5% de las personas de mayor ingresos ha estado subiendo desde 1980 hasta el 2007, aunque las tasas de impuestos hayan estado bajando. Hoy, los impuestos a los ingresos más altos son la mitad de lo que eran en los años 70. Sin embargo, la porción de impuestos pagados por el 1% de los mayores ingresos es el doble (39%) de lo que era entonces (19%).

Independientemente lo que uno crea sobre los efectos distributivos de las rebajas de impuestos de Reagan y Bush, no se puede ignorar la realidad de que la tasa de crecimiento económico ha subido tras cada uno de los cambios. Lo mismo que sucedió en los años 60 tras las rebajas de impuestos del presidente Kennedy. Robert Rubin y otros dicen que la economía floreció en los años 90 también, después de que Bill Clinton aumentara los impuestos. Pero la economía de la oferta nunca ha dicho que sólo importan las rebajas de impuestos. El comercio importa. Una buena moneda importa. Las regulaciones importan, En los años 90, las políticas monetarias, comerciales y de gastos se inclinaban hacia el crecimiento, compensando el impacto negativo de los aumentos de impuestos de Clinton.

Lo que los críticos no pueden responder es lo siguiente: Si el modelo de la reducción de impuestos es tan malo, ¿por qué tantas naciones de todo el mundo lo están adoptando? ¿Qué explica el Milagro Irlandés? ¿Por qué Alemania, Francia y el Reino Unido están rebajando los impuestos a las corporaciones? ¿Por qué hay 18 naciones con impuestos únicos (flat taxes)? ¿Han enloquecido sus dirigentes o han sido engañados por estafadores? Quizás una mejor explicación es que comprenden intuitivamente lo que ha encontrado un nuevo estudio del National Bureau of Economic Research ha encontrado: Los países con bajas tasas de impuestos en los negocios tienen índices estadísticamente significativos más altos de nueva formación de empresas, inversiones e ingresos.

Obviamente, la historia no está del lado de los críticos de la economía de la oferta. Están perdiendo la discusión en todas las capitales del mundo. Polonia acaba de anunciar que quiere tener un impuesto único de 15% para el 2009. Pero la obsesión de la izquierda americana con la idea de que los índices impositivos no importan nos dice algo importante sobre el futuro. Están preparando el terreno para enormes aumentos de impuestos si capturan la presidencia.

Viva Estonia.

Banxico realiza segunda compra de oro en el año

Banxico realiza segunda compra de oro en el año

Leonor Flores

En lo que va del año, en dos ocasiones México ha incrementado su posición en oro de las reservas internacionales para quedar en 3.41 millones de onzas de oro fino equivalentes a 5,234 millones de dólares.

De acuerdo con el reporte de las reservas internacionales que da a conocer el Banco de México al Fondo Monetario Internacional, en marzo se tenían 4,638 millones de dólares, con lo cual su posición subió 12.8%, unos 596 millones de dólares, respecto al último dato.

En enero pasado la posición de oro incluidos los depósitos y los swap tenían un valor de 294 millones de dólares, cantidad que subió a 985 millones en febrero. Sin embargo, en marzo el banco central compró 100 toneladas para elevarlas a 4,638 millones de dólares, equivalente a 4% de las reservas internacionales que en ese entonces se colocaron en 128,261 millones de dólares.

Al cierre del 15 de julio las reservas presentaron un aumento de 298 millones de dólares, con lo cual sumaron un total de 131,156 millones de dólares.

También en otros activos las reservas han aumentado su valor. En Derechos Especiales de Giro (DEF) subieron de 4,198 millones de dólares que se tenían en marzo a 4,239 millones de dólares y la posición de la reserva en el Fondo Monetario Internacional pasó de 1,461 millones a 1,607 millones de dólares.

METALES PRECIOSOS

En un reporte de Saxo Bank se pone de relieve que el oro está batiendo récord pese al clima de incertidumbre en los mercados al igual que la plata.

Destacó que marcó una nuevo histórico en varias divisas, al sacar provecho de las noticias macroeconómicas producidas en ambos lados del Atlántico.

El empeoramiento de la deuda en el viejo continente y la posibilidad de un nuevo estímulo monetario en Estados Unidos, junto con una posible rebaja de la calificación de la deuda han facilitado las subidas del metal más preciado de las materias primas.

Refirió que en los últimos meses el oro parecía menos abarrotado al optar los inversionistas por retirar dinero de la zona oro. Esta situación contribuye ahora a que el oro regrese al terreno récord ante la vuelta de los inversionistas, a pesar de que estamos en una época del año en la que la demanda física suele ser baja.

Ante una racha victoriosa de once días consecutivos se prevé una consolidación a corto plazo con un soporte en 1,550 dólares y una resistencia en 1,600. Siempre que el entorno macro siga siendo favorable al oro, no hay razón para pensar que el repunte anual no se mantendrá.

Saxo Bank estimó que al venderse por encima de 1,600 dólares, el oro podría establecerse en el extremo superior del canal de negociación, que en la actualidad se sitúa hacia 1,680 dólares la onza.

La plata también se asentó adecuadamente por debajo de los máximos observados en abril. Ha mostrado en cierta medida un mejor rendimiento que el oro, si bien en la actualidad se encuentra estancada en un rango de seis dólares, el nivel de 40 dólares ofrece una cierta resistencia.

BAJO EL RIESGO

EL ORO PIERDE TERRENO

Ayer los precios del oro pusieron fin a 11 sesiones de ganancias consecutivas, al cerrar con una pérdida de más de 1%, en un entorno en el cual disminuyó la aversión al riesgo y la demanda por acciones regresó restando impulso a los activos considerados seguros.

El oro al contado había tocado un nuevo récord de 1,609.51 dólares la onza, pero cerró con una baja de 1.2% a 1,584.76 dólares.

Los futuros estadounidenses de oro para agosto cerraron con una caída de 1.30 dólares a 1,601.10 dólares la onza, después de operar entre 1,582.70 y 1,610.70 dólares.

A pesar de la caída de ayer en el precio del oro, en lo que va de julio, el metal precioso acumula un alza de 5.6% para tener un rendimiento en lo que va del año de 11.33 por ciento.

Diálogos con El Economista: Ernesto Cordero from El Economista on Vimeo.

Crisis, problema de desarrollo

Indicador Político

altCarlos Ramírez

Crisis, problema de desarrollo

Y no de la seguridad nacional

La escena del lunes fue altamente significativa: en la mesa principal, el senador René Arce, ex guerrillero del EPR fundado en 1994 con los sobrevivientes del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas y hoy miembro de la comisión bicameral de seguridad nacional; a su izquierda, el general de división y subsecretario de la Defensa Nacional, Carlos Demetrio Gaytán Ochoa. El tema de debate: la seguridad nacional, la sociedad democrática y la participación del Ejército en la lucha contra los cárteles del crimen organizado.

Como segundo pensamiento, la decisión de la Corte Suprema de avalar la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para limitar el fuero militar en derechos humanos a cortes civiles, como parte del caso Rosendo Radilla, presuntamente detenido por el Ejército en 1974 en la batalla ordenada por el gobierno priista de Luis Echeverría contra la guerrilla en Guerrero, a cuyo PDLP pertenecían varios miembros de la familia Radilla y el propio Rosendo.

El problema de fondo en la relación de la seguridad nacional con la sociedad democrática no se localiza en el territorio militar. Las fracciones I y II del artículo 1 de la Ley Orgánica del Ejército y la Fuerza Aérea señalan con claridad las misiones de las fuerzas armadas: "defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación" y "garantizar la seguridad interior".

Por tanto, el debate sobre la participación de los militares en la lucha contra la delincuencia organizada y transnacional está fuera claro porque los criminales son una amenaza a la soberanía y la seguridad. Por eso el general Gaytán Ochoa fue claro en la corresponsabilidad de todas las instituciones del Estado: la seguridad nacional no es sólo el orden legal sino el desarrollo económico, social y político. De ahí que sólo las fuerzas armadas han cumplido con su tarea de garantizar la seguridad interior con el combate frontal contra los grupos criminales, en tanto que las demás instituciones del Estado no han desempeñado sus tareas de desarrollo integral. "La seguridad nacional es una función del Estado, es una función del Estado integral", les recordó el general Gaytán Ochoa.

Y no era para menos. La sociedad civil y la sociedad política creen que la seguridad nacional es la meta del desarrollo, cuando en realidad es su parte fundamental. El general Gaytán Ochoa recordó los postulados de la actual Ley de Seguridad Nacional, cuyo segundo párrafo del artículo 1 señala con suficiente claridad la corresponsabilidad:

"La misma (ley) tiene por objeto establecer las bases de integración y acción coordinada de las instituciones y autoridades encargadas de preservar la Seguridad Nacional, en sus respectivos ámbitos de competencia; así como, la forma y los términos en que las autoridades de las entidades federativas y los municipios colaborarán con la Federación en dicha tarea."

Por lo pronto, gobiernos estatales y municipales han violado flagrantemente la ley al desentenderse de su corresponsabilidad en la seguridad nacional, quejarse todo el tiempo de la acción federal y no reconocer la realidad de que las policías estatales y municipales colaboran con el crimen organizado.

De ahí que la presencia del subsecretario de la Defensa Nacional en el Senado para hablar de seguridad nacional y sociedad democrática -teniendo al lado a un exguerrillero- haya constituido un punto de inflexión en el debate sobre la estrategia del Estado contra las bandas del crimen organizado. La invocación a la Ley Seguridad Nacional fue para recordar la definición de seguridad nacional: "las acciones destinadas de manera inmediata y directa a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano". Y estas acciones tienen, entre otros, fines muy concretos:

I. La protección de la nación mexicana frente a las amenazas y riesgos que enfrente nuestro país;

II. La preservación de la soberanía e independencia nacionales y la defensa del territorio;

III. El mantenimiento del orden constitucional y el fortalecimiento de las instituciones democráticas de gobierno;

IV. El mantenimiento de la unidad de las partes integrantes de la Federación;

V. La defensa legítima del Estado Mexicano respecto de otros Estados o sujetos de derecho internacional, y

VI. La preservación de la democracia, fundada en el desarrollo económico, social y político del país y sus habitantes.

La cultura de la colusión

La cultura de la colusión

Raymundo Riva Palacio

El drama continúa en el sacudimiento del imperio de Rupert Murdoch, que en la primera semana del escándalo por intervenciones telefónicas ilegales y sobornos a policías que realizó uno de sus periódicos, perdió cinco mil millones de dólares de capitalización en el mercado. Este caso que convulsionó al Reino Unido, se ha desdoblado al punto que se empiezan a ver sus implicaciones políticas –el gobierno de David Cameron, por su cercanía a los lugartenientes de Murdoch, presuntos responsables de la violación de la ley, está en entredicho–, y de negocios mundiales –al ser incierto quién terminará al frente de uno de los siete grandes conglomerados de comunicación globales–.

Otra discusión de fondo, sin embargo, debiera importar a muchas naciones. Fue señalada este martes desde Londres en un despacho del veterano corresponsal de The New York Times, John Burns, un súbdito inglés con dos premios Pulitzer: "Más allá de la inmediatez política, hay un sentir creciente en el país que la crisis ha hecho preguntas fundamentales sobre la cultura de la colusión entre políticos y la prensa, y reveló una enfermedad mucho más profunda en la vida británica que podría dominar la escena política nacional durante los siguientes meses o años".

¿Cuál es esa colusión? En el caso de News International, la división de periódicos del conglomerado News Corporation, varios ejemplos lo demuestran. Miembros de la policía metropolitana, conocida internacionalmente como Scotland Yard, recibieron dinero para recibir información sobre celebridades. Como han revelado algunos reporteros del desaparecido The News of the World, el periódico en el centro del escándalo, cuando necesitaban saber dónde se encontraba algún personaje, le decían a sus editores y a la media hora les indicaban el lugar exacto donde hallarlos. Nadie preguntaba de dónde salía la información.

Cuando apareció la primera investigación sobre intercepciones telefónicas en 2006, Scotland Yard procedió contra dos personas, pero no fue más allá. En 2009, al reabrirse la investigación tras revelarse que se había "picado" el teléfono del líder del sindicato de futbolistas en Inglaterra, el subdirector de Scotland Yard, John Yates, dijo que esa decisión había sido errada. Esta semana, Yates dejó el cargo. Andy Hayman, quien encabezó la investigación policial en 2006, renunció a la policía al año siguiente para empezar a trabajar como consultor de News International.

La colusión no terminaba en Scotland Yard. El primer ministro Cameron, quien tuvo que cortar un viaje en África del Sur para participar en una una sesión extraordinaria sobre el escándalo este miércoles en el Parlamento, está tocado severamente. No sólo por su relación familiar con Rebekah Brooks, quien fue editora en The News of The World en uno de sus períodos más oscuros del espionaje telefónico, sino por la que tenía con Andy Coulson, el editor del periódico durante ese episodio, y que renunció a la dirección para aceptar la invitación de Cameron –pese a los consejos en contra- para ser su vocero.

News Corporation se comportaba como un ente sobre el cual nadie se atrevía a actuar por miedo. Cuando una miembro del Parlamento criticó su postura editorial, The Sun, el periódico más amarillo de todos, la humilló en su primera plana con enormes titulares donde la llamaban "gorda". Cuando este escándalo subió de tono, Murdoch le dijo al propietario de The Daily Mail –según reportó el Times de Nueva York–, ni eran el "único" perro de la calle –en referencia a Fleet Street, la calle en Londres donde solían estar todos los diarios–, ni se hundirían solos. El poder del conglomerado intimidaba a políticos, empresarios y celebridades hasta que decidieron, colectivamente, que era suficiente.

La palabra suficiente aplica a muchas sociedades porque en muchas de ellas existe una muy arraigada cultura de colusión entre autoridades y medios. Lo sucedido en el Reino Unido, si se analizara objetivamente, tiene una talla menor de lo que sucede, digamos, en México. Hay medios mexicanos tan poderosos que uno solo pudo cambiar una ley de casi medio siglo en el sexenio pasado –la de los tiempos oficiales–, lo que hace ver la relación de Cameron con Coulson y Brooks naiive. Cuando medios mexicanos han encontrado oposición de políticos a sus intereses, o los eliminaron totalmente de sus coberturas, o les armaron campañas de desprestigio, similar a lo que hacía The News of the World.

No hay escuchas telefónicas ilegales para obtener "exclusivas" y vender ejemplares, como lo hicieron en The News of the World, pero hay aparatos de inteligencia en algunos medios para espiar a sus empleados, tomarles fotografías, o para saber qué están pensando y tramando sus adversarios en el mercado y sus aliados en la política. Información obtenida por vías ilegales ha sido utilizada como material periodístico para hostigar a sus enemigos y neutralizarlos, sin que una autoridad los detuviera. O sea, a diferencia del Reino Unido, la Ley nunca se aplicó, ni siquiera discrecionalmente.

Aquellos gobernantes que no dan publicidad como las exige el medio o su cabeza –ya sea en televisión, radio o prensa escrita-, han llegado a ser atacados y denunciados en sus tareas diarias, no siempre, por cierto, con verdades. Quienes acceden en los términos que se les exigen, obtienen impunidad, sin importar qué tan irregular y despótica pudiera ser su gestión. El principio del conflicto de interés es inexistente, por lo que influyentes periodistas se venden para anuncios comerciales y políticos sin cuestionamientos éticos.

Los dineros que circulan en varios medios entre políticos y medios mexicanos no siempre llegan por la vía de las facturas comerciales. En el gobierno lo saben, pero no hacen nada. Algunos de esos dineros terminan en yates, aviones, construcción de cavas con los mejores vinos, y vidas de marajás. Dentro del gobierno critican las actitudes, pero no las atajan. Entre pares se conocen las manos, por lo que se sienten blindados. Hay políticos que dicen en forma cínica que la inversión en los medios no es para que se hable de ellos, sino para que no se hable, bueno o malo, en absoluto.

El debate sobre la cultura de la colusión puede estar sobre la mesa en el Reino Unido, la cuna de la prensa libre que aprendió a vivir de la publicidad privada. Puede terminar de influir incluso a prensa como la francesa, donde nació la que sólo habla con el poder, y que ha procesado con autocrítica sus deficiencias en la cobertura de las debilidades de carácter del ex director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.

Aspirar a que eso suceda en México parece un sueño. En 20 años, esta discusión no ha pasado de ser académica. Sin embargo, hay que recordar que todo es infinito hasta que se acaba. Lo que hay que buscar son las condiciones para que ese momento no siga en su estado infinito.

¿Cuánto vale Elba Esther?

¿Cuánto vale Elba Esther?

José Antonio Crespo |

No hacía falta que Elba Esther Gordillo reconociera que hubo un pacto electoral con Felipe Calderón en 2006. Lo sabíamos desde antes. Era una inferencia simple; bastaba con ver todo el poder y el presupuesto que este gobierno concedió a la maestra. También era fácil suponer que en los mensajes del Panal de "uno de tres", se estaba invitando a los maestros a brindar su voto presidencial a Felipe Calderón. Ricardo Raphael, en su libro, Los socios de Elba Esther, revela que la noche anterior a la elección de 2006, con las encuestas ligeramente en contra de Calderón, Elba le ofreció a Juan Camilo Mouriño 500 mil votos que podrían ser decisivos en el resultado (Calderón ganó oficialmente por 234 mil votos). Al restar los votos para diputados que obtuvo el Panal de los que recibió su candidato presidencial, Roberto Campa, queda como saldo un millón cuatrocientos mil. Se ha supuesto en automático que fueron a dar a las arcas de Calderón, que después los pagó con creces a Gordillo. Eso, y el tradicional entrenamiento del Magisterio como aparato electoral más que como órgano de educación eficaz, ha creado la idea de que ese sindicato, y su líderesa "moral", la maestra Gordillo, tienen el poder de inclinar elecciones, al menos cuando éstas son cerradas.

Sin embargo, Javier Aparicio, colega del Cide, escudriñó en los datos a nivel distrito y casilla para detectar la relación entre una mayor votación del Panal en diputados, y el incremento de votos para Calderón, ("La directiva Elba y el 2006",13/jul/11). Encontró que si bien hay una relación positiva entre esas dos variables, la hay también con la votación de Andrés Manuel López Obrador. Una encuesta de salida ya había señalado ese fenómeno; sólo 22 % de quienes votaron Panal para diputados, lo hizo también por Calderón para presidente, en tanto que un 27 % dirigió au voto a López Obrador (Ipsos Bimsa, 2006). De lo cual se infiere que, o bien la línea corporativa lanzada desde la dirigencia del partido no fue obedecida por sus militantes y simpatizantes, o lo fue sólo en una medida no determinante (pues los votos así obtenidos por Calderón y López Obrador se neutralizan mutuamente). Y de ser así, el poder electoral de Elba Esther sería más mítico que real. Es decir, su respaldo electoral vale muy poco, aunque cueste mucho.

Calderón, creyendo a pie juntillas que la maestra lo hizo ganar, parece haber sido "chamaqueado" (lo que no extraña en el caso de los panistas), pagando un precio elevadísimo por una quimérica ayuda. Antes de brindar los elevados pagos institucionales a Elba, su equipo debió hacer el ejercicio hoy realizado por Aparicio, para evaluar qué tan eficaz había resultado el respaldo de Elba a través del Panal. Y al encontrar que no lo fue, pues pudo muy bien haberle dado las gracias por el intento, y a otra cosa. Sin embargo, el respaldo de Elba a Calderón no se limitó a pedir a los militantes del Panal su voto por Calderón, sino que también operó para convencer a algunos gobernadores del PRI a "votar azul" en lugar de hacerlo por Roberto Madrazo, ya caído en tercer lugar, y menos por López Obrador. Testimonio de ello lo tenemos por una grabación telefónica entre Elba y el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, sugiriendo inclinarse por el panista. Evidentemente no se le pedía su voto personal, cuyo valor es cercano a cero (como el de todos nosotros), sino el voto corporativo bajo su control. En otra grabación del día siguiente, oímos al secretario de Comunicaciones, Pedro Cerisola, agradeciendo a Hernández su respaldo, sorprendido de la magnitud de su voto corporativo: "Creo que te sobregiraste", le dijo entusiasmado. Manuel Espino afirmó también haber hablado con algunos gobernadores priístas del norte, ofreciendo indirectamente impunidad por su respaldo electoral.

Podemos pensar que sin el apoyo de los gobernadores priístas, Calderón no hubiera ganado, y por tanto el mérito de su triunfo habría que distribuirse entre Espino (expulsado del PAN de fea manera) y Elba Esther (tratada como reina de la Primavera por este gobierno). Sin embargo, tampoco resulta sencillo calcular el voto corporativo del PRI en cada entidad. En Tamaulipas, por ejemplo, el PRI registra 428 mil votos para diputados y 314 mil para presidente, 114 mil menos. Calderón captó 56 mil votos más que su partido. Pero López Obrador, en la misma entidad, obtuvo 75 mil votos más que la coalición de izquierda en la pista de diputados. Queda claro que no todos los votos del PRI (como los del Panal) fueron directamente a Calderón, sino que muchos otros favorecieron a López Obrador, aún sin acuerdo de por medio.

Los rechazados

Los rechazados

Sergio Sarmiento

El que la Universidad Nacional Autónoma de México, una institución con más de 193 mil estudiantes, haya aceptado solamente a 6,014 nuevos estudiantes en su examen de admisión de este verano debe sorprendente. Más de 59 mil jóvenes presentaron el examen, pero cerca de un 90 por ciento fracasaron en el intento.

La razón por la cual tan pocos estudiantes ingresaron a la UNAM es porque la mayoría de los lugares los ocupan estudiantes, alrededor de 20 mil, que entran de forma automática desde las preparatorias y colegios de ciencias y humanidades de la propia institución. Muchos de los que están entrando con este pase automático o reglamentado, sin embargo, están menos preparados que quienes fueron rechazados en el examen de admisión.

La UNAM es de alguna manera víctima de su propio éxito académico, pero también de su bajo precio. A pesar de su tamaño y sus problemas, la institución sigue siendo una de las mejores del país. En muchos campos de estudio es de hecho la mejor. Pero su colegiatura de 20 centavos al año la vuelve infinitamente más atractiva que las universidades privadas que tienen un nivel similar de calidad. No hay mejor relación precio-calidad.

La solución no radica en ampliar el cupo de la UNAM para aceptar a todos los estudiantes que quieran ingresar. Estamos viviendo ya una situación en la que muchas profesiones universitarias están irremediablemente saturadas. El resultado es que, después de una costosa carrera sufragada por el erario, los graduados se enfrentan a enormes dificultades para obtener un empleo en su campo de instrucción. Muchas veces tienen que aceptar posiciones que no tienen nada que ver con su educación, con lo que en buena medida se desperdicia la inversión pública que se realiza para este propósito. La saturación laboral, por otra parte, hace que los graduados obtengan en muchos casos ingresos inferiores a los que recibirían con menos educación.

Parte de la solución es el impulso a carreras técnicas, ya sea de nivel medio o superior, que son las que tienen mejores perspectivas laborales. Esto es algo que el gobierno de la república ha hecho con el desarrollo de nuevas instituciones de instrucción técnica en todo el país. Pero los líderes del movimiento de los rechazados se oponen a este tipo de enseñanza porque piensan que es de inferior calidad o que los disminuye como personas.

Seguir cerrando los ojos al mercado laboral no ayudará a nadie. Hay un límite al número de abogados, administradores de empresas o licenciados en comunicación que puede absorber una economía. Si un sistema de admisión bien diseñado no limita el ingreso a las universidades públicas, será el mercado laboral el que lo haga, pero después de que los contribuyentes hayan sufragado el enorme costo de la preparación de los nuevos desempleados con título universitario.

La UNAM está condenada a ser una universidad de excelencia, pero por eso mismo debe tener un proceso de admisión más justo. El actual sistema que privilegia a los egresados de las prepas y CCHs de la propia institución permite el ingreso a las facultades de muchos que tienen una inferior preparación y un menor compromiso con el estudio que los rechazados. El proceso de admisión, por otra parte, favorece a los capitalinos en lo que debería ser una universidad nacional, ya que los adolescentes de la ciudad de México son los que pueden cursar la enseñanza media en las escuelas de la UNAM y gozan así de una enorme ventaja en el ingreso a la mejor universidad pública del país.

Caro y disfuncional. Ya ni los senadores defienden su nuevo y lujoso edificio sobre Paseo de la Reforma. El comité técnico a cargo del fideicomiso para la construcción está buscando demandar a la empresa GAMI Ingeniera e Instalaciones. Desafortunadamente, esta preocupación llega demasiado tarde. Los ciudadanos hemos tenido ya que cargar con el costo de un edificio caro y disfuncional.

¿Indignados o confundidos?

¿Indignados o confundidos?

Armando Regil Velasco

Las calles de Atenas, Lisboa, Madrid y París tienen algo en común. En las últimas semanas se han inundado de jóvenes indignados que salen a reclamar por la crisis que azota a sus países, amenazando con desestabilizar aún más sus economías. Es comprensible: su presente y futuro están en juego.


Al ver a miles de jóvenes protestando en las calles, la primera impresión es creer que se rebelan contra el statu quo. Este caso es la excepción, no la regla. A pesar de expresar el disgusto y la frustración que sienten por los efectos de la crisis económica, los reclamos reflejan una realidad: los jóvenes están más confundidos que indignados.


Es tradición que las marchas callejeras en Europa generen una enorme preocupación en la clase política. Estos mítines se podrían capitalizar si las peticiones fueran distintas a las causas de la crisis. Dicho de otra manera: es absurdo que las soluciones propuestas sean las mismas causas que originaron parte del problema.


Los jóvenes exigen lo que consideran un derecho innato:


Empleos que duren toda la vida y, de preferencia, con el menor esfuerzo posible; un ingreso mínimo garantizado; atención médica gratuita; pensiones generosas, y un mínimo de seis semanas de vacaciones pagadas.


Exigir esto significa no querer un cambio real. Han sido los altísimos costos del estado de bienestar los que han causado un desequilibrio en las finanzas públicas, generando elevados niveles de endeudamiento. Para ofrecer todo esto, los gobiernos no producen dinero de la nada; tienen dos opciones: o suben impuestos o se endeudan más.


La confusión sobre el verdadero origen de esta crisis impide a los jóvenes europeos reconocer las causas que originaron la caída tan precipitada de sus economías y generaron el desempleo del cual ellos son los principales perjudicados.


¿Qué pasaría si los indignados reclamaran una reforma laboral que diera mayor flexibilidad a contrataciones y despidos, sólo por mencionar uno de tantos aspectos?


Quizás muchas de las empresas que hoy se ven imposibilitadas para hacerlo los contratarían con mayor facilidad y rapidez. Esta crisis nos da otra lección:


indignarse no es malo; al contrario, es un sentimiento que, canalizado correctamente, motiva a la acción constructiva y propositiva. El problema es que cuando no entendemos las causas que originan nuestra indignación podemos terminar más confundidos y esa confusión genera mayor indignación.


Al final, hay círculos viciosos que resultan muy difíciles de romper.

Calidad de vida, la que quieran

Calidad de vida, la que quieran
Luis Petersen Farah

La población de Monterrey ha sido obligada a transformarse por la inseguridad y la violencia que dieron por campear en sus calles. Todos aquí hemos tenido que modificar algo: salidas, horarios, trayectos. Y hasta un poco el carácter.


Extrañamos sin duda una calidad de vida que sorpresivamente nos abandonó, que ahí estaba, que incluso ni nos habíamos dado cuenta que teníamos antes de perderla y que no sabíamos siquiera de dónde venía. Era algo dado.


Se acabó y se debe reconstruir. Pero nada se hará solo. Se hará tal como lo decidan los que participen, opinen, exijan. Aunque no parezca, sólo por hacer lo que hacemos, somos los que elegimos el rostro que va tomando la ciudad. Cuando decidimos a dónde vamos, abarrotamos una calle, un parque o un bar, ponemos las condiciones para que se multiplique.


Es importante pensar en qué ciudad quisiéramos vivir y comenzar a vivirla aunque no exista plenamente la estructura para hacerlo. Y creo que bien vale la pena preguntarnos qué entendemos por calidad de vida y cómo queremos que esta sea una ciudad que la propicie.


La calidad de vida no sólo abarca el trabajo o los servicios de salud y de educación. También incluye cómo me divierto, cómo me transporto, si tengo un contacto saludable con la naturaleza, si vivo con árboles, si puedo llegar a comer a la casa y ver a mis seres queridos.


La ciudad es la mejor invención de la humanidad, según dice Edward Glaeser en El triunfo de la ciudad, libro reseñado hace unos días en MILENIO Monterrey por Miguel Ángel Vargas V. Lo es, porque la convivencia concentra los más graves problemas… y sus soluciones.
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Humala cae 29 puntos

Humala cae 29 puntos antes de asumir la presidencia de Perú

El misterioso viaje a Rusia de Alexis Humala, hermano menor del presidente, desata un escándalo en el país

JAIME CORDERO - Lima -

Para Ollanta Humala, presidente electo de Perú, el desgaste ha comenzado antes de asumir el cargo. A menos de dos semanas de la transferencia de mando, el 28 de julio, una encuesta publicada por el diario El Comercio evidencia que su respaldo ha caído 29 puntos, de 70% a 41%. El nuevo mandatario empezará su gestión con un nivel de aprobación similar al del saliente, Alan García, que según la misma encuesta obtiene 42% de respaldo.


Alexis Humala
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Alexis Humala durante una reunión con representantes rusos en una imagen extraída del informativo Russia Today.- RUSSIA TODAY

Los analistas coinciden en que el único motivo de una caída tan pronunciada es el escándalo desatado por Alexis Humala, hermano menor del presidente. Empresario, hombre de perfil bajo y miembro de la cúpula del partido nacionalista Gana Perú, Alexis Humala viajó a Rusia poco después de la victoria electoral y se reunió con hombres de negocios y miembros del Gobierno de aquel país, entre ellos el ministro de Exteriores, que lo recibió en calidad de "enviado especial" del presidente electo. También se encontró con ejecutivos de Gazprom y, según las informaciones provenientes de Rusia, perfiló acuerdos de pesca, habló sobre colaboración en energía nuclear, proyectos turísticos e incluso se reunió con proveedores de armas.

En un país muy sensible con las denuncias de corrupción, el misterioso viaje del hermano del presidente electo ha sentado muy mal. No ayudó la lenta y tibia reacción de Gana Perú, que lo desautorizó y aseguró que Alexis Humala había viajado a Rusia sin conocimiento del partido, y menos del presidente. Tras el pronunciamiento, la Embajada rusa en Lima emitió un comunicado en el que reafirma que el viaje se organizó a solicitud de "la parte peruana" y que Alexis Humala fue recibido como enviado especial de su hermano.

El domingo pasado, en una entrevista televisada, Ollanta Humala insistió en que Alexis viajó a Rusia por su cuenta. "Esto fue un acto hecho internamente por él y el grupo que lo acompañó, que van a asumir su responsabilidad", declaró.

Alexis no es el único pariente que le causa problemas a Ollanta Humala. Su hermano Antauro, en prisión por dirigir la asonada golpista en la comisaría de la ciudad de Andahuaylas, que acabó con cuatro policías muertos en 2005, sigue mandándole mensajes de respaldo y esta semana, a través de una carta, incluso le dio consejos sobre cómo conformar su gabinete. Su padre, Isaac Humala, insiste en su discurso xenófobo que postula la superioridad de la raza andina, mientras que otro hermano, Ulises, se ha convertido en uno de sus detractores más encarnizados. En cambio, su esposa, Nadine Heredia, parece consolidarse como una de las presencias más fuertes dentro del próximo Gobierno. En la entrevista del domingo, Humala pidió a sus familiares que dejen de ayudarlo: "Entiendan que la mejor forma de ayudar a un presidente es dejándolo trabajar", señaló.

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