México y nuestra imagen
Los principales diarios cubren de manera especial a México como si fuesemos un país en guerra.
Ana Paula OrdoricaLa revista Foreign Policy vuelve al tema: ¿qué pasa en México? ¿Hay un Estado fallido o una percepción equivocada?
Si bien es cierto que desde 2006 el grupo criminal de La Familia aventó cabezas en un antro en Michoacán y que de entonces a la fecha los decapitados parecen más la regla que la excepción, el autor del texto, Malcolm Beith, escribe una conversación que tuvo con el ex vocero de Vicente Fox, Rubén Aguilar, quien afirma que el terror que se vive en México es algo que ocurre en 100 de los dos mil 470 municipios del país.
También comenta una conversación con Simon Anholt, el estratega contratado por el gobierno mexicano en agosto de 2010 para que llevara a cabo una campaña de comunicación que mejore la imagen de nuestro país en el mundo.
Un año después de este trabajo, Anholt piensa que la diferencia entre la realidad y la percepción que existe sobre México es la más pronunciada de las que ha conocido en los más de 40 países en donde ha sido contratado en los últimos 20 años.
“México es un país de enorme y creciente importancia en el orden mundial y, sin embargo, parece estar encasillado con la imagen de otro país: uno mucho más pobre, pequeño, más débil y emproblemado; mucho menos digno.” Es la descripción de Anholt sobre México.
Bueno, y esta percepción, ¿a qué se debe? Beith deja entrever que hay fallas en la estrategia de comunicación del gobierno, pero que también hay ya una inercia terrible en la prensa internacional para tratar a nuestro país.
Los principales diarios cubren de manera especial a México como si fuésemos un país en guerra. Los Angeles Times tiene una sección especial de portada que se llama “Mexico Under Siege: the drug war a tour doorstep” (México sitiado: la guerra de nuestros vecinos). Lo mismo el Washington Post, cuya sección se llama “Mexico at War: on the frontlines (México en guerra: en la línea de batalla).
Todo ello se mezcla con una justificada desconfianza de los mexicanos hacia nuestras autoridades que hacen que hasta las teorías de la conspiración más elevadas, parezcan verosímiles.
Por ahora, Anholt va a estar trabajando en que se conozcan más lo que considera son nuestras fortalezas: una economía creciente, turismo, liderazgo en el sistema de salud pública y en temas de cambio climático.
Son logros importantes sin duda. Pero ante el alud de malas noticias y de mala prensa nacional e internacional, la meta de lograr un México con una mejor imagen parece lejana.
John Feeley, quien está al frente de la embajada de EU en México desde que salió Carlos Pascual, pone una meta clara para señalar cuándo estará nuestro país en otra circunstancia: cuando un niño perdido en la calle pueda acercarse a un policía a buscar ayuda, sin temor del oficial.
Una meta lejana, sin duda.
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