29 julio, 2011

PRI: ¿unidad?; PAN: Fox los sacude

El ex presidente pica la cresta para que el panismo reaccione... o se resigne... El mundo cambia, no el tricolor. ¿Para qué?

Martín Moreno

En la carrera a 2012, el PRI no entiende los principios de la democracia: discutir ideas, debatir propuestas. Manlio Fabio Beltrones asegura, en privado, que apoyará políticamente a Enrique Peña Nieto en su virtual candidatura. Pero, hacia afuera, se muestran dos corrientes opuestas: la que apuesta al proyecto programático y la que confía en el carisma del candidato.

¿Y el PAN? Despertado, primero, por Santiago Creel y su solicitud de licencia senatorial. Y ahora sacudido por Vicente Fox, al pronosticar que el priato regresará a Los Pinos. En lugar de crucificarlo, los panistas deben entender el mensaje: los vacíos políticos se llenan. Fox pica la cresta para que el panismo reaccione… o se resigne a la derrota.

PRI. El juego democrático nada más no se le da al priismo. Tienen pavor a debatir públicamente, a discutir por qué y para qué quieren ganar la Presidencia. Qué horror. Para qué un debate si existe el dedazo. Para qué disertar abiertamente si para eso hay un Consejo Político Nacional sumiso que aplaude el discurso anacrónico de Humberto Moreira y sus fantasmas con forma de “caballos de Troya” o “quintacolumnas”.

¿Acaso ya le preguntó Moreira y la dirigencia a las bases priistas —no de Insurgentes Norte o de restaurantes exclusivos, sino de todo el país— si estarían de acuerdo en que Beltrones y Peña Nieto realicen un debate, presenten su respectivo proyecto y, así, elijan a su candidato? ¿Quién le dijo al coahuilense que los votantes de 2012 prefieren a un candidato impuesto a la brava?

No, la democracia nada más no les queda a los priistas. Les aprieta. Les incomoda. Por eso su confusión entre deslealtad y disentir. Entre traición y discrepar. Si alguien quiere competirle a Peña, traiciona. Todos, dóciles, levanten la mano. Son ribetes de la dictadura perfecta acuñada por el admirado Vargas Llosa.

El mundo cambia, pero no el PRI. ¿Para qué?

Entre Barack Obama y Hillary Clinton se dio una batalla electoral durísima por la candidatura demócrata. Al día siguiente del triunfo de Obama, se dieron la mano. Él está hoy en la Casa Blanca. Ella es la secretaria de Estado. La diferencia es que ellos no tuvieron a un Moreira que se asustara ante el debate público o llamara desleal a alguno por disentir del rival político. Son ellos. Los priistas. No cambian. Ni cambiarán.

PAN. ¡Uy, ahí viene Fox!, alertan algunos panistas.

“El que se va, se calla”, le advierte el diputado Francisco Ramírez Acuña. “Fox anda en otra onda, desconectado de la actividad política”, responde el senador Juan Bueno Torio. Ambos ya deberían saber que Fox no se callará y sabe más de lo que realmente cree el panismo.

Cuando Fox pronostica que el PRI ganará la elección presidencial en 2012, va más allá de una simple lectura política. Es fuetear al caballo del panismo; sacudir la modorra blanquiazul, azuzarlos para que saquen el famoso ¡fuaaa! y ya perfilen al candidato.

En esta columna lo hemos dicho: Fox, Fernández de Cevallos, los Clouthier y hasta Espino le hacen falta al PAN y a quien sea su candidato (a). “Lo necesitamos”, dice Santiago Creel. Tiene razón. Con todos sus errores, no es lo mismo Gustavo Madero que Vicente Fox.

El PAN, Calderón, el candidato(a) —Vázquez Mota, Creel o Cordero—, necesitarán en campaña la lumbre de Fox, quien sí supo cómo un candidato panista le puede ganar al PRI. Su gobierno habrá sido un desastre en muchos puntos, pero en brecha electoral es astuto. Y eso lo debe aprovechar el panismo.

¿Qué han hecho Ramírez Acuña o Bueno Torio para intentar siquiera que el PAN se vea competitivo contra el PRI? Nada. Aún más: el jalisciense fue un secretario de Gobernación invisible. El veracruzano, manchado por presunto tráfico de influencias cuando fue director de Pemex Refinación. Son dos botones del desprestigio panista y causas, entre muchas, del rechazo ciudadano.

El innegable divorcio entre Calderón y Fox sería la puntilla para el PAN en 2012. Se quiera o no, políticamente, el ex Presidente es un activo ante la palidez de los aspirantes panistas. Su experiencia y su empuje electoral deben ser rescatados, con el riesgo que eso implica, por el panismo y, particularmente, por Calderón. De lo contrario, podrán ir haciendo maletas para salir de Los Pinos.

No se enojen con Fox. Entiendan el mensaje: el regreso del PRI a Los Pinos será inevitable si los panistas no despiertan. Nadie les pide que violen la ley electoral y adelanten tiempos, pero sí que fuercen la inacción partidista.

El PAN y Calderón necesitan a Fox.

ARCHIVO CONFIDENCIAL

*CHAPULTEPEC. De “ciegos y sordos” (dixit Julián Le Barón) no bajaron a senadores y diputados en el diálogo de ayer encabezado por Javier Sicilia, quien en algo tiene razón: los diputados traicionan al no aprobar la reforma política. Es el miedo a las candidaturas independientes.

No hay comentarios.: