Las tres A son los galones con los que acuden a los mercados financieros los responsables del Tesoro de un club de países cada vez más selecto: los que pueden garantizar totalmente que no cabe duda de que pagarán sus deudas.
Eso, al menos, según las agencias de calificación de riesgos, los grandes evaluadores de las probabilidades del impago, que coinciden en mantener con la máxima nota sobre la deuda pública a 15 privilegiados.
Estos son quienes gozan de una "capacidad extremadamente fuerte para hacer frente a sus compromisos financieros". Y precisamente por eso se benefician de bajos intereses en los mercados de deuda.
Por ejemplo, un bono a diez años emitido esta semana por España, que perdió su triple A el año pasado, puede llegar a tener que pagar más de un 6% de interés. Uno alemán, el país "más solvente del mundo", no llega al 2,5%.
Y, en efecto, el club de la triple A es tan selecto que ya suena para quedarse fuera Estados Unidos, la mayor economía del mundo.
EE.UU., ¿fuera del club?
Pese a que republicanos y demócratas evitaron que su país cayera en la temida suspensión de pagos al acordar subir el límite legal de endeudamiento, las agencias de calificación que controlan el sector, Fitch, Moody's y Standard and Poors, ya estudian si sus bonos de deuda todavía merecen la máxima nota.
El martes, después de que el Senado aprobara la subida del techo de deuda, Moody's confirmó que EE.UU. mantiene su triple A, pero le asignó una perspectiva negativa de cara a futuras revisiones.
El club de la triple A
- Alemania
- Australia
- Canadá
- Dinamarca
- Estados Unidos
- Finlandia
- Francia
- Holanda
- Luxemburgo
- Noruega
- Reino Unido
- Singapur
- Suecia
- Suiza
Fuente: Fitch, Moody's y Standard and Poor's
Por su parte, Fitch dijo que mantendría bajo lupa la situación financiera del país a largo plazo, y pidió un "plan creíble de reducción del déficit plurianual" si es que Washington quiere permanecer en la elite de los ricos, es decir, los deudores de bajo riesgo.
Antes, Strandard and Poor's había advertido que existe un 50% de posibilidades o más de que termine bajándole la nota a Washington si no había un plan creíble para recortar el déficit.
De caerse del club, hay previsiones para todos los gustos, desde quienes hablan de un cataclismo financiero a los que creen que tampoco sería mucho más que un mal momento pasajero y ponen los ejemplos de otros países que perdieron la triple A en los últimos años, como Japón.
En lo que coinciden la mayoría de los expertos es en que los tipos de interés repuntarían, lo que afectaría al crédito y al consumo, con lo que se ralentizaría la economía. Habría que ver si hasta el nivel de volver a caer en recesión.
De momento, para quienes EE.UU. ya no es de fiar por completo es para la agencia de calificación de riesgos china Dagong, que rebajó la nota de Washington porque ya no garantiza "seguridad e interés" para los acreedores.
La complacencia con Francia
Las finanzas francesas son las más débiles de entre los que tiene la triple AAA en la zona euro. El acuerdo para el segundo rescate a Grecia le dio un respiro –los bancos galos son de los más expuestos–, pero su economía sigue virtualmente con un pie en la calle del club.
Las tres grandes agencias han reafirmado que no rebajará la nota a París. Aunque Standars and Poor's ha advertido que podría hacerlo en el largo plazo si el gobierno no emprende reformas.
"Hay cierta complacencia con Francia porque si se estudian sus cifras, especialmente el déficit, ya debería haber sido rebajada su nota"
Alessandra Giansanti, ING
Para Alessandro Giansanti, del banco holandés ING, están siendo muy suaves porque es un elemento clave de la zona euro.
"Hay cierta complacencia con Francia porque si se estudian sus cifras, especialmente el déficit, ya debería haber sido rebajada su nota", le dijo Giansanti a la agencia Reuters.
Francia tiene el mayor déficit, deuda –un 86,9% del PIB para 2012, según proyecta el gobierno– y déficit primario (la diferencia entre gastos e ingresos antes de tomar en cuenta el pago de intereses) entre los países del euro con triple A.
Para no ser expulsados del club, los franceses ya planean un recorte del déficit presupuestario del 5,7% del PIB al 4,6% en 2012, antes del 3% que quiere imponer la Unión Europea para 2013.
Ahora tendrán que convencer a las agencias de calificación de riesgos de que lo conseguirán, o de lo contrario se arriesgan a ser expulsados del selecto club.
El problema es que si París pierde la máxima calificación, podría echar al traste con todos los esfuerzos para atajar la crisis de deuda de la eurozona, ya que es el bloque de países con triple A el que suscribe el Fondo de Estabilidad Financiera Europea, el corazón de la estrategia de rescates.
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