El consenso: un mal acuerdo que dañará la economía
Un suspiro de alivio ha recorrido Europa tras el acuerdo entre demócratas y republicanos, que permitirá incrementar el techo de deuda. No obstante, los expertos no se muestran tan complacidos. El pacto supone apenas una tirita que permite ganar tiempo, pero que no corrige los desajustes estructurales ni evita una rebaja de las calificaciones. Es más, muchos aseguran que los empeora.
G. S. V. - Madrid - 01/08/2011
El primero en criticar el acuerdo ha sido Paul Krugman. El Premio Nobel de Economía en 2008 se mostró demoledor en las páginas del New York Times. Acusa a Obama de "rendirse", y asegura que el pacto "dañará seriamente una economía ya deprimida; probablemente hará peor el problema del déficit; y lo más importante: al demostrar que la extorsión pura y dura funciona y no tiene coste político alguno contribuirá a llevar a América a través del largo camino cuesta abajo por la carretera hacia el estatus de república bananera". Krugman asegura por último que "recortar el gasto mientras la economía está deprimida no ayudará a la situación presupuestaria, sino que la empeorará".
El periódico en el que escribe, por su parte, también se muestra muy duro en su editorial. "Hay poco que agrade del acuerdo preliminar aparte del hecho de que se haya alcanzado", asegura el rotativo en un texto titulado muy gráficamente Para escapar del caos, un acuerdo terrible. "Dañará los programas para la clase media y los pobres y obstaculizará la recuperación económica", sentencia.
El diario Financial Times asegura en su columna Lex que el acuerdo firmado el domingo que el acuerdo "no resuelve los problemas fundamentales del Gobierno -el excesivo déficit fiscal (que se espera sea de un billón de dólares, o el 7,5% del PIB en 2012), y unos programas de bienestar social demasiado generosos". Afirma, además, que "si el objetivo era evitar el default en los próximos días, este acuerdo hace las veces. Si el objetivo era otro, es un fracaso.
Algo más comedido en sus expresiones (aunque igualmente duro en el fondo) ha sido Barclays. En un informe emitido esta mañana, el departamento de análisis del banco inglés asegura que el acuerdo "supone un progreso" pero no supone "una cambio en las reglas de juego, y mantendrá la posibilidad de una rebaja de calificaciones a corto plazo" y advierte que todos los recortes contemplados en el pacto pueden quedar en nada si el crecimiento del PIB sigue siendo más débil que lo contemplado en las líneas maestras fiscales que maneja el Gobierno.
Natialia Aguirre, de Renta 4, se muestra de acuerdo con esta afirmación. "Claro que es una noticia positiva", aseguró. "Pero tenemos que ver cómo se lo toman las agencias de calificación, dado que habían apuntado que a la economía de EE UU le hacía falta un plan de recortes de al menos cuatro billones de dólares, y el acuerdo apenas contempla 2,5 billones". Aguirre, como Barclays o el New York Times, ve probable una degradación del rating soberano y que pierda la triple A.
Moody's da la razón a la analista de Renta 4. En un informe emitido el pasado viernes (antes de los acuerdos, por lo tanto) aseguraba que "las limitadas magnitudes de las propuestas para la reducción del déficit sugieren que incluso un incremento temporal en el techo de gasto conducirá a una perspectiva negativa del riesgo soberano". Y esta perspectiva, ya se sabe, suele ser la antesala de una rebaja. Aguirre, de hecho, añade que los mercados han seguido un comportamiento similar al que se produjo cuando se cerró el paquete de rescate a Grecia: a una primera oleada de optimismo le siguió la desconfianza una vez se comenzó a leer la letra pequeña.
Sobre todo, después de que el viernes pasado se supiese que el PIB del país registró en el segundo trimestre de 2011 un crecimiento del 1,3% anualizado, un resultado que mejora el dato del primer trimestre (0,4%), pero no alcanza la cifra estimada del 1,8%. El fondo de capital riesgo BlackRock aseguró por su parte que el acuerdo era una buena noticia. No obstante, aseguró que habrá que esperar la "composición precisa y el calendario para determinar si esta propuesta da lugar a una reducción del déficit significativa y real".
Wall Street Journal asegura que si un buen acuerdo político es aquel que contiene algo por lo que todos lo odian, el de la pasada madrugada "es un triunfo". Eso sí, para el rotativo neoyorquino es un éxito del ultraconservador Tea Party y para el partido republicano, "lo que muestra hasta qué punto ha supuesto un vuelco en la política estadounidense la victoria republicana en las elecciones legislativa de noviembre".
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