Las olas y la marea de tempestad se observa a primera hora tras el huracán Irene golpear el Asbury Park, en Nueva Jersey. El huracán Irene dejó sin electricidad a 3,3 millones de hogares y empresas a lo largo de la costa este de EE UU. REUTERS
En imágenes se observa como el Huracán Irene ha causado desastre, desolación y daños materiales en las calles y ciudades de Estados Unidos, quedando golpeadas por el agua y las ráfagas.
Irene ya se ha cobrado la vida de de 8 personas, y se espera que mantenga su fuerza hasta la noche de hoy cuando alcance las costas de Nueva Inglaterra.
De igual forma, se prevé una marejada ciclónica de unos 2,5 metros para Long Island y el área metropolitana de Nueva York.
Brian Grant y Bob Bianchini, los ingenieros del departamento de obras públicas a cabo una inspección de seguridad, en el momento que se estrelló el oleaje golpeando el malecón y la playa. REUTERS
Las olas y la marea de tempestad se observa a primera hora tras el huracán Irene golpear el Asbury Park, en Nueva Jersey. REUTERS
La calle 42a de Nueva York se ve desierta tras llegar el huracán Irene.REUTERS / Brendan McDermid
Las banderas rojas que significa que un huracán siguen en pie en la playa, en Asbury Park, Nueva Jersey. REUTERS
Un peatón camina por una calle inundada en Hoboken, Nueva Jersey. El huracán Irene maltrató Nueva York con fuertes vientos y lluvias torrenciales este domingo, provocando apagones masivos de energía, ya que agitaba lentamente hacia el norte a lo largo de la costa oriental. REUTERS / Eduardo Munoz
Un peatón camina por la lluvia en una calle de Hoboken en Nueva Jersey. El huracán Irene ha ocasionado el cierre de la capital de EE UU, zonas financieras y la detención del transporte público. REUTERS / Eduardo Munoz
Un coche conduce a través de una calle inundada en Hoboken, Nueva Jersey. Cerca de 3.3 millones de clientes se quedaron sin electricidad en la costa este de EE UU este domingo, cuando el huracán Irene azotó la Costa Este. REUTERS / Kena Betancur
Un coche conduce a través de una calle inundada en Hoboken, Nueva Jersey REUTERS / Kena Betancur
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