La caída de los mercados de valores, la escalada de crisis de deuda soberana, la rebaja en la calificación de la deuda estadounidense, así como el estancamiento del crecimiento económico en los países desarrollados, hacen que los expertos se planteen si el mundo está afrontando cambios fundamentales.
En realidad, gran parte de lo que pasa refleja tendencias visibles desde hace muchos años, pero la crisis ha acelerado el proceso de cambio.
Hace cuatro años empezó una crisis financiera y el mundo todavía no ha vuelto a la normalidad.
Ningún país desarrollado ha recuperado los niveles perdidos durante la recesión y los precios de las acciones globales permanecen a un tercio de lo que valían antes de la crisis.
Los mercados financieros han perdido dos tercios de su valor y la deuda del gobierno ha aumentado debido a los rescates bancarios, aunque ha quedado claro que no todos los gobiernos pueden financiar esta deuda.
Si la fase uno de la crisis involucraba el transferir la responsabilidad del sector financiero a los gobiernos a través del rescate de bancos, la fase dos está siendo testigo de una transición de gobiernos débiles a gobiernos fuertes, ya que los últimos persiguen prevenir una quiebra que cause más inestabilidad financiera.
Cambio en percepción de riesgo
"Puede que ni el dólar ni el euro vuelvan a ser las monedas fuertes que eran antes de la crisis"
Chris Williamson, Economista de la firma financiera Markit
El endeudamiento de los gobiernos ha llevado a un cambio de actitud respecto al riesgo.
Los bonos de deuda de los países desarrollados no tienen el mismo nivel, casi nulo de riesgo, que antes tenían. De hecho, los mercados muestran que se aprecia mayor riesgo en la deuda de los gobiernos que en la de corporaciones en Europa del este.
La rebaja de la máxima calificación de la deuda estadounidense AAA a un AA+ por parte de la agencia Standard & Poor´s ha llevado al escrutinio de otras deudas soberanas que aún mantienen la máxima calificación, como la francesa.
Durante los últimos meses la crisis ha empezado a tener un cariz mucho más político.
Los líderes políticos están luchando para controlar una situación donde las medidas de austeridad para reducir el déficit público se producen en un momento de estancamiento de las economías de los países desarrollados.
El crecimiento económico se ralentizó al 0,3% en Estados Unidos y un 0,2% en Reino Unido. Alemania - conocida como la locomotora de la eurozona- clic tan sólo creció un 0,1% en el último trimestre y el crecimiento francés está estancado.
El euro en la cuerda floja
Una cada vez mayor cantidad de analistas cuestionan la supervivencia del euro debido a las actuales tensiones políticas.
Muchos ven que el euro - tal y como se ven las cosas al menos- sólo será sostenible si los países de la Unión Europea emiten clic eurobonos.
Sería algo tipo "todos para uno y uno para todos" aplicado a la emisión de deuda y es vista como un último recurso por parte de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, ya que requeriría un gran cambio en términos de control sobre las políticas económicas y fiscales de los países miembros.
Sin embargo, muchos analistas consideran que ya es casi demasiado tarde para la eurozona.
Reemplazar al dólar
No es sólo el euro el que afronta problemas.
Las autoridades chinas están planteando la creación de una nueva moneda mundial para reemplazar el dólar después de la rebaja en calificación de S&P.
Puede que ni el dólar ni el euro vuelvan a ser las monedas fuertes que eran antes de la crisis, asumiendo que el euro sobreviva.
Lo mismo aplica a la libra esterlina, donde la inhabilidad del Banco de Inglaterra de reducir los niveles de inflación está poniendo a prueba su credibilidad y animando a los inversores a huir de monedas que están perdiendo su valor, normalmente a través de la compra de oro.
De occidente a oriente
China desde luego, tiene el problema opuesto al de occidente en muchos aspectos. Ha sido acusada de valorar a la baja su moneda y continúa batallando para amainar su crecimiento de casi dos dígitos.
Esto significa que China no sólo tiene a occidente en su mano por ser dueña de gran parte de la deuda estadounidense, sino también porque la recuperación de occidente depende en gran medida de cómo las autoridades chinas logren diseñar un aterrizaje suave.
Por lo tanto, la crisis financiera ha desencadenado una aceleración en la existente tendencia económica de desvío de la fuerza de occidente a oriente.
Futuro incierto
Los grandes cambios que se están produciendo son en realidad el resultado de procesos que ya se estaban dando: el traspaso de poder a oriente, el declive en estatus de las monedas en países desarrollados y la deuda de los gobiernos, así como la necesidad de reducir la dependencia del mundo desarrollado a la deuda y el crédito.
Incluso la viabilidad del euro siempre ha sido cuestionada, ya que según muchos su creación fue motivada más por cuestiones políticas que económicas.
La crisis tan sólo ha atraído la atención sobre estos puntos, pero todo lo que se prevé ocurra en un futuro es una especulación.
Bajos tipos de interés
El cambio que parece inevitable y que afectará a muchos en los países desarrollados es que los tipos de interés permanecerán extremadamente bajos.
La Reserva Federal de Estados Unidos ha pedido que se mantengan los tipos de interés cercanos a cero durante los próximos dos años y el Banco de Inglaterra no espera subir los tipos hasta 2013.
Una vez más esto tampoco esté garantizado ya que podríamos ver un cambio fundamental en términos de política económica.
Muchos creen que las políticas para reducir la inflación han fallado porque los bancos centrales tratan de controlar algo que a fin de cuentas, está fuera de su control, ya que la inflación estos días está determinada por factores globales. Nada es seguro.
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