Fluyen drogas sin problemas en zonas de bares de El Paso
Por las calles alrededor de las zonas de bares y antros aquí, la droga fluye como agua. De un bolsillo a otro, pasa un paquete de cocaína, éxtasis, mariguana e igual 20, 50, 100 dólares.
Basta preguntar “despistadamente” a algún presente para que haga una llamada por celular y el “dealer” o distribuidor, aparezca en menos de 20 minutos, de acuerdo con testimonios.
Sin embargo, como el esquema del distribuidor de drogas ha cambiado de encontrarse vendiendo en las calles, a ser llamado por celular, no es igual de sencillo para las autoridades dar con ellos.
La dificultad de distribuir drogas al menudeo en la vecina Ciudad Juárez, ante la posibilidad latente de ser atacado por miembros de los cárteles de la droga rivales, ha impulsado aquí un fuerte abastecimiento de drogas, por lo que la Policía ha lanzado a sus hombres uniformados y encubiertos a las calles para arrestar a los delincuentes.
El portavoz del Departamento de Policía de El Paso, Darrel Petry, considera que más allá de que el trabajo de los agentes sea difícil o no, es algo que se debe hacer “y se está haciendo”.
“Es complicado decir si es difícil o no atrapar a los vendedores de droga en las zonas de bares o antros, pero es algo que simplemente se hace”, dijo.
“Tenemos agentes en las calles de El Paso buscando a distribuidores de drogas, algunos de ellos uniformados y otros no”, agregó.
Petry afirmó que la mayoría de los arrestos que se llevan a cabo en zonas de centros nocturnos, son por posesión de sustancias ilegales, en buena medida para su venta.
Antonio, de 35 años y consumidor de cocaína, aseguró que conseguir la droga por celular ha convertido la compra “mucho más sencilla”.
“A mi dealer le llamo por celular, porque ya me tiene registrado. Pero por ejemplo los fines de semana, envía un mensaje de texto a todos sus contactos avisando desde qué hora va a estar disponible y a qué hora apaga el celular”, dijo.
Comentó que en un fin de semana regular, éste comienza a distribuir desde las 5 de la tarde hasta las 3 ó 4 de la mañana.
Antonio, dijo que hasta ahora nunca ha sido detenido o investigado por la Policía y presuntamente, tampoco su “dealer”.
Agregó que para llevarla a casi todas las zonas dentro de los límites de la ciudad de El Paso sin ser detectados por la policía es común que viajen en parejas (hombre y mujer) o con un adulto mayor que sirva como “distracción”.
Además, la situación ha creado un nuevo fenómeno, en donde la droga, en cantidades para consumo personal, corre de Estados Unidos a México y no al revés, como se hace en grandes cantidades.
Otro joven consumidor de éxtasis y cocaína, dijo que actualmente es “casi imposible” conseguir la droga en Ciudad Juárez, por lo que prefiere adquirirla aquí y llevar una o dos dosis a la vecina urbe.
“Tengo casi diez años que uso coca, y antes con irse a la zona de los antros o no faltaba alguien que tenía el teléfono de un conecte (distribuidor de droga). Pero ahorita te tienes que ir a los barrios muy pobres (en Juárez) y encuentras droga de muy mala calidad”, confesó.
“Ahorita lo que al menos yo hago es que compro la coca en El Paso que está de buena calidad y me regreso a Juárez”, agregó el joven quien pidió omitir su nombre por razones de seguridad.
Las autoridades estadounidenses han confirmado un “significativo” incremento en la distribución de drogas aquí.
El Centro de Inteligencia Nacional ha dicho que “la influencia de las mafias de la droga mexicanas aún está en expansión en el país”.
De acuerdo con el Centro, las organizaciones mexicanas del narcotráfico han incrementado el tráfico de mariguana, metanfetaminas y heroína a Estados Unidos. “Primero, porque aumentaron la producción de estas drogas en México”, y en segunda por la dificultad de venta al menudeo en el vecino país.
Según el documento, en el sector del El Paso se ubican entre 3 mil 500 y 10 mil miembros de pandillas, entre los distintos principales puntos de distribución de drogas ilegales de Estados Unidos.
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