por Gerald P. O'Driscoll
Gerald P. O'Driscoll es ex-vicepresidente del Banco de la Reserva Federal en Dallas y académico asociado del Cato Institute.
Muchos esperaban que la reunión del 9 de agosto del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) —el brazo de la Fed que determina la política monetaria— fuese, en gran medida, libre de incidentes. Pero fue todo lo contrario.
De hecho, la Fed emitió un comunicado de prensa luego de la reunión que agarró fuera de guardia incluso a sus más cercanos observadores y que es un indicador del caos en la economía estadounidense y los mercados financieros.
La Fed dejó la tasa de interés de los “fondos federales” fijada entre 0 y 0,25%. Eso por sí solo no es algo sorprendente. La Fed sorprendió a los mercados, sin embrago, al especificar por cuánto tiempo mantendría la tasa a ese nivel bajo: hasta mediados de 2013. No tiene precedente que la Fed especifique de manera tan precisa por cuánto tiempo mantendrá una determinada política.
La reunión del comité debió haber sido bulliciosa y emocionante porque 3 de los 10 miembros con voto no estuvieron de acuerdo. Durante los últimos años, los votos disidentes han sido poco frecuentes y usualmente solo ha habido un voto disidente (el presidente saliente de la Fed de Kansas City, Thomas Hoenig, votó en contra en cada reunión durante un año). Los disidentes fueron los gobernadores de los bancos de la Reserva Federal de Dallas, Minneapolis y Philadelphia. Goldman Sachs reportó que la última vez que hubo tres votos en contra fue en 1992.
¿Qué significa esto?
Prometer no elevar las tasas de interés hasta mediados de 2013 significa que la Fed no necesitará realizar un cambio de política durante un año de elecciones. Esto podría ser interpretado como un intento de ser apolíticos; esto es, no ser un asunto de debate en la campaña. De igual manera, podría ser interpretado como una clara movida política para contribuir a la reelección del presidente Obama. En años pasados, la Fed ha tenido cierta independencia de la política y hubiese estado protegida de sospechas de inclinaciones partidistas. Pero el actual titular de la Fed, Ben Bernanke, la ha politizado y provocado sospechas acerca de sus motivos.
Prometer mantener las tasas de interés bajas por dos años ata las manos del FOMC. Muchas cosas pueden pasar en dos años y el comité puede que se arrepienta de su decisión.
La decisión del FOMC también indica que la Fed se ha dado por vencida en cuanto a la recuperación. Sus proyecciones económicas han mostrado ser consistentemente demasiado optimistas. La Fed ha explicado la debilidad en el crecimiento económico durante la primera mitad de 2011 señalando factores especiales como interrupciones en la producción industrial causadas por los sucesos en Japón. La Fed proyectó un crecimiento más sólido durante la segunda mitad del año conforme estos factores transitorios salían del escenario. Ahora está efectivamente admitiendo que algo estructural está mal con la economía. Se dio cuenta tarde de eso, como muchos analistas de mercados y ahora los mercados financieros lo han estado mostrando.
Dada su perspectiva más pesimista del futuro económico, uno se podría preguntar: ¿por qué el FOMC no adoptó una política más agresiva? ¿Por qué no anunciar una nueva ronda de compras de activos financieros como lo había hecho ya en dos ocasiones anteriores? ¿Por qué no un QE3 (una tercera ronda de flexibilidad cuantitativa)? Aunque no espero una admisión de este calibre, sospecho que incluso Bernanke se ha dado cuenta que los anteriores estímulos monetarios han fracasado. Como de he hecho ha sucedido. Adicionalmente, si hubieron tres votos disidentes para una flexibilidad tímida, él quizás hubiese perdido la votación sobre una política todavía más agresiva.
¿Qué hay de los mercados financieros? A corto plazo, las obligaciones de la Tesorería son el único refugio financiero seguro (el oro es un producto primario de refugio seguro). La bolsa de valores ha estado tratando de seguir andando a punta de combustible monetario y fiscal. El espacio para incrementar el gasto federal ha sido limitado. Ahora la probabilidad de otro estímulo monetario se ha disminuido. Los mercados van a comerciar en torno a lo fundamental en la economía. Eso no está en una posición sólida y he ahí la volatilidad presenciada durante la semana pasada.
Hay dos perdedores evidentes con la decisión de la Fed: el dólar y los ahorradores. La promesa de mantener las tasas de interés bajas durante dos años más asegura una continua debilidad del dólar en relación a otras monedas sólidas en el extranjero y en relación al oro. Vi el valor del franco suizo y el oro aumentar conforme la hora del anuncio se acercaba.
Los ahorradores pierden debido a los retornos bajos. Si la Fed estuviese tratando de destrozar la clase media, difícilmente pudiera haber elegido una mejor política que aquella de continuar con tasas de interés bajas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario