29 agosto, 2011

Libia: dentro del depósito del horror en Trípoli

Pies de víctima masacrada

Los pies de un muerto afuera del depósito tenían la soga con la que estaba atado.

Más de 50 cuerpos fueron encontrados en un depósito en Trípoli, detrás del cuartel general de una temida unidad de la armada, la Brigada Khamis, liderada por uno de los hijos del coronel Muamar Gadafi. Los sobrevivientes aseguran que se trata de civiles masacrados esta semana por las fuerzas del líder libio.

Es el olor lo que alerta del horror que está por llegar.

El hedor nauseabundo a muerte se siente desde afuera del depósito, rodeándonos, como una presencia física.

Dentro, bajo un techo humeante, vimos los restos carbonizados de más de 50 cuerpos. Algunos no eran más que esqueletos. Murieron el martes, durante los días moribundos del régimen.

Afuera había más cuerpos. Una cuerda seguía atada a uno de los pies de un hombre. No podemos decir con certeza cuántos más muertos había en el complejo, pues la gente de la zona se ha llevado varios cuerpos para darles entierro.

Fathallah Abdullah, un hombre ya mayor y demacrado, lloraba a las puertas del depósito. Nos dijo que logró escapar de la masacre que ocurrió adentro, pero sin sus tres hijos: Ibrahim, Abdul Hakim y Ali. Los cuatro habían sido detenidos a mediados de agosto en su localidad natal Zlitan.

"Yo estaba allí", dijo señalando una esquina llena de cráneos. "Mis hijos estaban a mi lado. Toda la zona estaba llena de gente, hacinada como animales. Estábamos unos encima de otros. No había espacio para poner los pies en el suelo".

Según Fathallah, hasta 150 civiles de diferentes partes de Libia fueron retenidos aquí; una cifra estimada muy similar a la que ofreció otro sobreviviente. Asegura que tropas uniformadas y mercenarios hacían de guardias.

Al parecer, los prisioneros pidieron agua y los guardias les dijeron que se la darían al atardecer. Regresaron con armas.

"Empezaron a disparar", contó Fathallah. "Después lanzaron granadas, unas tres. Pararon y cuando regresaron empezaron otra vez".

Cuando otro prisionero pateó la puerta del depósito, Fathallah corrió en busca de un refugio y consiguió esconderse dentro de un camión. Dijo que estuvo allí por horas, escuchando la masacre que era incapaz de detener.

"Estuvieron disparando hasta las dos o tres de la mañana. Y remataron a todo aquel que quedaba vivo".

La esperanza del tercer hijo

Fathallah Abdullah

Fathallah Abdullah tiene la esperanza de que su tercer hijo esté con vida.

Este hombre está seguro de que dos de sus hijos murieron allí dentro. Tiene la esperanza de que el tercero, Alí, haya sobrevivido. Aunque parece haber muy pocas posibilidades de ello, pues no ha habido señales de él desde que pararon los disparos.

"Mis hijos eran hombres comunes, queridos por todo el mundo", recordó con su cara llena de lágrimas.

Afuera del depósito saluda a otro sobreviviente, Alí Hamouda, con un sombrío apretón de manos. Alí salió ileso, pero nos dijo que su sobrino estaba entre los muertos.

Los dos hombres explicaron que soldados de las fuerzas de Gadafi tampoco se salvaron. Ellos estaban detenidos en el depósito, presumiblemente por no seguir órdenes.

"Los soldados estaban en el medio", dijo Alí. "Estaban sentados en mantas cuando se los llevaron afuera. Escuchamos disparos. Quizás los ejecutaron y después empezaron a dispararnos".

El domingo por la mañana empezaron a aparecer los curiosos. Se trataba de temblorosos residentes locales y rebeldes armados y molestos.

Ahora sabemos que aquí fue donde tuvieron a un equipo de la BBC en marzo pasado.

Durante su detención fueron golpeados y sujetos a ejecuciones falsas. Uno de los miembros del equipo, el técnico de la BBC Chris Cobb Smith, regresó el sábado a la escena.

Identificó la celda al costado del depósito donde el equipo fue retenido y aterrorizado. "Pasamos en la celda la mayor parte de la noche", contó.

"Creo que debí observar cada segundo que pasaba. Definitivamente escuchamos que le propinaban palizas a gente y las movían dentro del complejo. Creo que de habernos detenido meses después, las cosas hubieran sido muy distintas para nosotros".

Los residentes aseguran que el área alrededor de la base de la Brigada Khamis es una zona de muerte. Tenemos información de que en varias partes ya han sido recuperados restos humanos para darles sepultura.

¿Más atrocidades?

Cuando visitamos un lugar, detrás de la mezquita, vimos marcas frescas en la tierra donde las personas pudieron haber sido quemadas.

En la medida que los residentes empiezan a regresar a sus vecindarios, y la oposición toma control de más complejos militares, se teme que salgan a la luz pública más atrocidades.

El Consejo de Transición Nacional estima que entre 57.000 y 60.000 hombres fueron arrestados en los últimos seis meses del régimen de Gadafi. Unos 10.000 fueron liberados.

Los rebeldes preguntan ahora, con creciente temor, dónde están los otros.

Cuando dejamos el depósito, los residentes y sobrevivientes de la masacre hacían listas de las muertes y recababan información de aquellos a los que acusan de haberlos matado.

Ellos quizás aspiran a obtener justicia en una nueva Libia en la que no vivieron aquellos que quedaron en el depósito.

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