Este lunes la ciudad de Hama, en el centro de Siria, siguió siendo bombardeada por tanques del ejército, según testigos y organizaciones de derechos humanos, en la continuación de la represión contra manifestaciones antigubernamentales.
Según residentes de la ciudad, el fin de semana murieron más de 100 personas en el inicio del asalto militar, durante el que al menos 6 soldados y 2 policías murieron, de acuerdo con la información suministrada por el gobierno sirio.
Damasco justificó las operaciones en Hama como "un intento para abrir las vías que comunican a la ciudad (…) y restaurar la vida normal en ella", controlada desde hace varios días por "grupos terroristas armados", según informa la agencia de noticias oficial siria Sana.
Ninguna versión puede ser verificada independientemente, ya que los medios comunicación internacionales se encuentran bajo un control mas férreo de lo normal.
"Mentiras"
Omar al Habal, quien se identificó como un opositor en Hama, aseguró a la BBC en un contacto telefónico que "el gobierno y los medios del gobierno mienten" sobre la naturaleza y la marcha de las operaciones militares en la ciudad.
"A las 07:30 exactas comenzó el ataque y los disparos en Hama desde todas partes con todo tipo de armas: bombas, artillería pesada, ametralladoras. Eso duró como 20 minutos. También había francotiradores", dijo al Habal.
Las informaciones oficiales hablan de ataques indiscriminados por parte de grupos ilegales armados contra estaciones de policía y otras dependencias públicas, pero el opositor desmintió que los manifestantes prodemocracia hayan usado armas de fuego.
Al Habal afirma que aunque "hubo resistencia, con palos, con piedras, con barricadas, nosotros no tenemos armas para defendernos"
"No sabemos cuántos muertos ni heridos hay porque estoy en el centro y todo ocurrió en las afueras donde el ejército y la policía secreta rodearon la ciudad".
Versiones encontradas
En una carta dirigida a las Fuerzas Armadas en el 66 aniversario de su creación, el presidente Al Asad alabó el comportamiento de los militares y advirtió que existe un "complot cuidadosamente elaborado para fragmentar Siria".
Sin embargo, Al Habal afirma que "no estamos haciendo un llamado para destruir al gobierno, pedimos libertad, pedimos democracia (…) Somos una revolución pacífica".
La importancia de Hama
- Hama es un bastión tradicional de la disidencia siria. La ciudad de 800.000 habitantes, de mayoría sunita, se ha convertido en el principal foco de las manifestaciones contra el gobierno de Bashar al Asad.
- En 1982 el entonces presidente Hafez al Asad, el padre del actual mandatario, usó al ejército para reprimir un levantamiento de la Hermandad Musulmana, organización que muchos gobiernos regionales consideran un grupo extremista.
- Organizaciones de derechos humanos y grupos de exiliados sirios calculan que unas 30.000 personas murieron en aquella represión.
Según organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, en los cuatro meses de turbulencia política unas 1.300 personas habrían muerto, de ellas 400 soldados, y unos 10.000 civiles han sido arrestados.
Fuentes diplomáticas británicas confirmaron a la BBC que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas considerará el caso sirio este lunes, aunque ya Rusia dijo que vetará cualquier resolución contra Al Asad.
"Necesitamos que el mundo nos apoye políticamente (...) no podemos respirar, no podemos hablar, no se nos permite tener periódicos. El crimen más grande es hablar contigo, no está permitido", exclamó Al Habal a la BBC desde Hama.
Contrario a lo que sucedió en Egipto y Túnez donde las llamadas redes sociales jugaron un importante papel en promover dentro y fuera las rebeliones populares, en Siria el acceso a Internet y las comunicaciones personales son más limitadas.
Intervención internacional
Pese a las críticas internacionales, no parece haber planes para que la ONU ordene una "intervención humanitaria" al estilo de la que se lleva a cabo en Libia, donde las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) vienen realizando bombardeos para proteger a la población civil de las fuerzas de Muamar Gadafi.
Aunque el canciller británico, William Hague, dijo a la BBC que una acción militar contra Siria "no es una posibilidad remota", una iniciativa de ese tipo se toparía con el poder de veto China y Rusia, tradicionales aliados de Damasco.
En su conversación con la BBC, el opositor Al Halal asegura que es contrario a una eventual ayuda militar externa a los manifestantes en su país.
"No queremos interferencia militar sólo apoyo político para nuestras opiniones. Queremos continuar con nuestro levantamiento pacífico sin armas incluso si nos disparan y nos matan".
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