07 agosto, 2011

Un golpe para China, el mayor acreedor de EE.UU.

LINGLING WEI y ANDREW BROWNE

BEIJING—La rebaja de la calificación de crédito de Estados Unidos aumenta la presión sobre China para que transforme su economía dependiente de las exportaciones, que ha dado lugar a montañas de reservas en dólares cada vez más depreciados. No obstante, a los políticos chinos, como a sus pares estadounidenses, les cuesta tomar decisiones difíciles, pero necesarias, para impulsar el cambio.

Algunos analistas dicen que las duras palabras con las que China se ha dirigido a EE.UU. tras la rebaja de su deuda por parte de Standard & Poor's el viernes muestran el deseo de Beijing de desafiar el liderazgo económico global de Washington, que el país asiático cree que está en un inevitable declive.

ChinaFotoPress/Getty Images

Sin embargo, los analistas también dicen que los comentarios tienen como objetivo desviar la crítica dentro del país a la gestión económica del propio gobierno chino, que ha permitido que las reservas de la nación se disparen a más de US$3 billones (millones de millones), de lejos las mayores mundiales en divisas extranjeras.

En un editorial mordaz, la agencia de noticias estatal Xinhua calificó la rebaja como una "factura vencida que EE.UU. tiene que pagar por su propia adicción a la deuda y la disputa política corta de vista en Washington". También insistió en la petición de Beijing de que haya una "nueva, estable y segura divisa de reserva global".

La rebaja representa una bofetada para China, ya que es el mayor tenedor de bonos del Tesoro estadounidense, algo que se debe en gran parte a la política china de estimular sus exportaciones manteniendo devaluado el yuan. Beijing hace esto comprando dólares a los exportadores a cambio de yuanes y usando ese dinero para comprar deuda estadounidense, el único mercado en el mundo lo suficientemente grande y líquido como para soportar compras a tal escala. Las adquisiciones chinas de títulos estadounidenses han ayudado a mantener las tasas de interés en EE.UU. bajas durantes años, lo que contribuyó a crear la burbuja inmobiliaria que luego provocó el colapso de la economía mundial.

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Los líderes chinos se han mostrado preocupados por la seguridad de los bonos estadounidenses en manos de China, valorados en US$1,2 billones. La rebaja de S&P les da más motivos para ello mientras se aviva la crítica de quienes en China dicen que el gobierno ha gestionado sin cuidado las ganancias obtenidas con "la sangre y el sudor" de los trabajadores del país. En las últimas semanas, altos funcionarios chinos han tenido que defender esta política, lo que refleja una creciente angustia por el potencial de esta cuestión de convertirse en motivo de protesta entre los ciudadanos descontentos.

"Es una señal de advertencia para China", señala Zhao Qingming, analista de China Construction Bank Corp., unos de los cuatro grandes bancos estatales del país. "China debería tratar de equilibrar su balanza comercial tan pronto como sea posible". Explicó que si sigue manteniendo un superávit comercial, que fue de US$22.300 millones en junio, no le quedará otra que seguir comprando deuda soberana estadounidense.

De momento, el gobierno chino ha resistido las peticiones de que deje que su divisa flote libremente, pese a que ha dicho durante años que el país necesita transformar su economía a una que dependa más del consumo interno. Un yuan más caro daría mayor poder adquisitivo a los consumidores al abaratar las importaciones. El rechazo de Beijing a una apreciación más rápida del yuan, dicen los analistas, refleja el temor de que esto genere un duro golpe para una economía que ha tenido un crecimiento asombroso en las últimas tres décadas y ha ayudado al Partido Comunista a permanecer en el poder.


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