25 septiembre, 2011

Al borde del abismo... siempre nos quedará el dólar estadounidense

Por José Luis De Haro y Cecilia S. Prieto

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Grecia consigue aprobar su tren de rescate. ¿Recuperará el euro sus posiciones? Ahora puedes invertir en Divisas con Self Bank.


El par EUR/USD sube por la debilidad de la economía en EE.UU., pero, ¿hasta cuando?.¿Nos ponemos largos o cortos? CFDs, su nueva forma de invertir

La 'Operación Twist' y la debilidad del euro ante una inminente quita griega han provocado la apreciación de la divisa de EEUU, un escenario que se prevé que se prolongue en los próximos meses.

Volatilidad, recesión, colapso... son los apocalípticos adjetivos que han acompañado esta semana a un desentonado twist de la Reserva Federal, que en lugar de convencer a los inversores terminó por aderezar un desplome en toda regla de los mercados bursátiles de todo el mundo.

La ficha griega, que 24 siglos más tarde de su primera quiebra, amenaza con provocar un efecto dominó que podría desencadenar una contracción económica acompañada de una nueva crisis financiera de carácter global. Así lo advirtieron tanto Christine Lagarde como Robert Zoellick, los patrones de la actividad económica del planeta al estar al frente, respectivamente, del FMI y del Banco Mundial. Pero a ellos también se suman otras voces como las de los economistas Nouriel Roubini, Mohammed El-Erian o Joseph Stiglitz, por nombar a unos cuantos.

Si en el siglo IV A.C, diez municipios griegos no consiguieron costear sus responsabilidades financieras a su acreedor, el Templo de Delfos, ahora el país heleno debe lidiar con el puño de acero de la troika, es decir, el núcleo duro de la Unión Europea y el látigo del Fondo Monetario Internacional. Nada que ver con el lugar de origen del dios Apolo, pues no hay oráculo que reduzca la incertidumbre que azota los mercados.

En la trastienda de las mesas de inversión y las bambalinas políticas de Bruselas y Alemania, la quiebra de Grecia es ya toda una realidad. De hecho, en el parqué de la New York Stock Exchange, los traders ya descuentan esta situación. "Conocemos la exposición de todos los referentes importantes, hemos visto cómo la banca europea se prepara para ello, no es un factor sorpresa", explicó a este periódico Josep Greco, director de Inversiones de Meridian Equity Partners. En estas circunstancias, los inversores de a pie del Viejo Continente están prevenidos y buscan estrategias que les permitan salir del atolladero y, hasta la fecha, el oráculo apunta a EEUU.

Al fin y al cabo, de producirse una quita helena, la moneda europea acabará por sucumbir, un hecho que ayudaría a la economía pero no a la renta variable. Según apunta David Woo, estratega jefe de divisas en Bank of America Merrill Lynch, "la marcada depreciación del euro como respuesta al inicio de la crisis periférica en 2010 resultó ser una bendición para la eurozona, al impulsar las exportaciones alemanas y con ello la habilidad de Alemania para ayudar a las economías periféricas". Sin embargo, hasta ahora, el euro ha conseguido en cierta forma "desvincularse" del destino de los periféricos, una suerte "que no durará mucho", determinó Woo.

De hecho, el nivel actual del PIB ponderado de los CDS (seguros contra impago, por sus siglas en inglés) de la eurozona implicaría que el euro debería estar por lo menos un 10 por ciento más débil que el dólar, aun considerando la reciente ampliación de los CDS de EEUU. Ron Rowland, presidente de Capital Cities Asset Management, reconoce que incluso si la integridad de la eurozona permanece intacta, su política fiscal debería unificarse en cierta forma y eso "provocaría un aguda devaluación del euro".

Con el futuro de la moneda única en una incertidumbre absoluta, la renta variable europea emprende ya su particular travesía por el desierto. Como afirma Andrew Tilton, economista de Goldman Sachs, "el nivel de estrés financiero ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad (?) la renta variable del Viejo Continente se desploma en 2011, el Dax, por ejemplo, ha perdido más de un 25 por ciento desde los niveles de comienzo de año". ¿Moraleja?, saltemos el charco.

Del 'twist' al charlestón

"No creo que vayamos a ver una nueva recesión en EEUU", explicó Joe Greco. "De hecho creo que la situación actual deja margen para que la renta variable del país pueda tomar un respiro", añadió. "De aquí a final de año todavía tenemos posibilidad de subir entre un 3 y un 5 por ciento sin problemas", afirmó el director de inversiones de Meridian Equity Partners.

Sin embargo, la reacción del mercado norteamericano a la conocida Operación Twist de Ben Bernanke y sus chicos fue más bien decepcionante. La adquisición de madurez a corto y medio plazo para comprar deuda a largo plazo, por ejemplo, bonos a 10 años, algo que debería bajar su interés, no convenció a los inversores, que optaron por las ventas y dispararon el precio del dólar en sus cruces con las divisas importantes salvo en el caso del yen, que ejerció en solitario su carácter de activo refugio al estar intervenido el franco suizo.

Aún así existe cierta sensación de confianza en la renta variable del país, ya que buena parte de los análisis indican que el impacto del huracán europeo no desolará el contexto estadounidense. Ethan Harris, economista jefe de Merrill Lynch, descarta un "momento Lehman". Además señala que en EEUU, "los mejores fondos del mercado de divisas sólo están expuestos a la deuda de Europa Central, y se han estado diversificando agresivamente". Este hecho también da pistas sobre otros fondos que invierten en el mercado estadounidense. El más rentable de todos es el Lyxor Selection Fund AB Equity A, con un rendimiento del 12 por ciento y que goza de la máxima calificación de Morningstar, cinco estrellas. Se trata de un fondo que invierte en grandes compañías americanas, pero el truco está en que lo hace en moneda helvética, de ahí su elevada rentabilidad. Algo similiar ocurre con el segundo por rentabilidad, el fondo de Morgan Stanley MS INVF US Advantage AH, calificado con 3 estrellas Morningstar. Presenta un avance del 4,65 por ciento en el año, y aunque también invierte en blue chips de EEUU, lo hace en euros, no en dólares. Los otros dos fondos que sí invierten en la economía americana y lo hacen en billete verde también están gestionados por Morgan Stanley y cuentan con la máxima nota de Morningstar. Eso sí, el efecto divisa se refleja en su comportamiento pues sólo suben un 2 por ciento en 2011 (ver gráfico).

Pero el balance que arrojan los fondos se remite a lo que ha ocurrido en el pasado. La cuestión, ahora, es ver qué se puede hacer de cara al futuro. En este escenario, una de las opciones que puede tomar el inversor es aprovechar las caídas de valoración de las últimas semanas para buscar entre los valores que ofrecen más atractivo aquellos que, además, ofrecen más oportunidad de cara a estructurar una cartera que pueda aprovechar la potencial escalada del billete verde en los próximos meses.

Un vistazo al S&P 500 muestra que sólo cuatro grandes sectores han contribuido a las alzas dentro del indicador, que entró en negativo en el año a raíz de la fase correctiva que se produjo de forma generalizada en las bolsas a finales de julio y que ahora acumula una caída del 11 por ciento. De esos sectores, paradójicamente el más alcista se podría clasificar más bien como "varios", pues hace las veces de cajón de sastre al agrupar a compañías tan distintas como Motorola Mobility, Time Warner o First Solar. De ellas, las que más han contribuido al S&P 500 son dos tradicionales competidoras, Visa y Mastercard. Ambas ostentan claros consejos de compra por parte de la media de analistas, y mientras que la primera roza una rentabilidad del 30 por ciento en lo que va de 2011, la segunda ya acumula un avance superior al 50 por ciento. En el tercer puesto por contribución se encuentra Priceline.com, que también goza de un sólido consejo de compra. Además, de acuerdo con las previsiones de la media de bancos de inversión, se prevé un incremento en su beneficio neto del 32 por ciento de cara al ejercicio de 2012.

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