(Puede descargar el informe en formato Pdf. aquí)
Las perspectivas económicas para América Latina muestran un panorama relativamente optimista para los próximos años, a pesar de cierto grado de incertidumbre relacionado con una posible desaceleración en Europa y los Estados Unidos, ambos socios comerciales importantes. A pesar de una disminución del PIB del 1,8 por ciento en 2009, la región ha logrado superar la recesión mundial relativamente bien y ha estado creciendo constantemente desde entonces. Con una tasa de crecimiento de alrededor del 6 por ciento en 2010 y las tasas previstas de 4,75 por ciento en 2011 y 4,25 por ciento en 2012, la región ha cerrado la brecha del producto y el exceso de capacidad generado durante los años de recesión, superando a las economías más avanzadas.
Sin embargo, en algunos países exportadores de commodities (como Chile y Brasil, donde se prevé un crecimiento económico entre el 6,5 por ciento y 4,1 por ciento, respectivamente, en 2011) algunas señales de sobrecalentamiento con presiones inflacionistas han comenzado a advertirse y son cada vez más preocupantes . El desempeño positivo de la región en general está vinculado tanto a la mejora de algunos de los fundamentos de competitividad, tales como políticas fiscales y monetarias más sólidas y una demanda interna boyante, y a las condiciones externas favorables, incluyendo una fuerte demanda de materias primas de China y la progresiva recuperación de las economías importadoras, especialmente en los Estados Unidos.
En términos de competitividad, muchos países han experimentado mejoras significativas. México (ocho posiciones), Perú (seis), Bolivia (cinco), y Brasil (también cinco) registran las mayores mejoras, mientras que Panamá (cuatro), Ecuador (cuatro), Argentina (dos), Barbados (una) y Uruguay (también una) han visto un progreso más moderado. El resto de los países de la región han permanecido estables, como Colombia, o ha disminuido ligeramente.
La mayor baja en la región la han experimentado algunos países de América Central, por ejemplo, en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Jamaica, principalmente debido a un deterioro de las condiciones de seguridad.
A fin de mantener el impulso positivo, América Latina y el Caribe tendrá que hacer frente a algunos de los persistentes desafíos que limitan su competitividad. Mientras que la región es vasta y heterogénea en su conjunto, se pueden destacar cuatro grandes retos clave que afectan a cada país de manera diferente: (1) debilidad de las instituciones con altos costos asociados con la falta de seguridad física, (2) el desarrollo deficiente de la infraestructura, (3 ) una asignación ineficiente de la producción y los recursos humanos, y, cada vez más, (4) un retraso en la innovación frente a las más desarrolladas, pero también emergentes, economías. Responder a estos desafíos en los próximos diez años será crucial para asegurar el progreso económico y social de la región.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario