Reuters Barack Obama
En Florida, el mayor estado que podría votar por cualquiera de los dos partidos, la población hispana en edad de votar aumentó en casi 250.000 personas entre 2008 y 2010, según los datos del censo. En cambio, la población blanca en edad de votar creció en 30.400.
Nevada, en tanto, sumó más de 44.000 hispanos en edad de votar en el mismo período, más del doble que los blancos, que se incrementaron en apenas 18.000. A su vez, en Nuevo México, el número de hispanos creció en más de 36.000, frente a los 19.000 nuevos electores blancos.
Obama se impuso en los tres estados en 2008, conquistando el apoyo de dos tercios de los votantes hispanos a nivel nacional, pero ahora se halla con el viento en contra. El desempleo entre los hispanos asciende a 11,3%, por encima del 9,1% promedio para todo el país. Además, el presidente no ha cumplido la promesa de una reforma de las leyes de inmigración que incluiría un camino para que los inmigrantes indocumentados accedieran a la ciudadanía.
Algunos estados en disputa sumaron más adultos blancos que hispanos adultos. Sin embargo, un significativo aumento entre los hispanos en edad de votar también da una oportunidad a Obama. En 2008 ganó en Carolina del Norte, por ejemplo, por más de 14.000 votos. Desde entonces hasta 2010, han llegado a la edad de votar cerca de 54.400 votantes hispanos adicionales, según el censo.
La campaña por la reelección de Obama puso en marcha un amplio esfuerzo en busca de votos, desde las tradicionales comunidades hispanas hasta zonas suburbanas donde la presencia de votantes latinos es relativamente nueva.
El presidente llevó a cabo esta semana, desde la Casa Blanca, una mesa redonda sobre temas hispanos a través de Internet. Un día antes, había hablado en una escuela secundaria donde predominan los alumnos hispanos en Denver.
Los republicanos, por su parte, no le dejan el campo libre a Obama. El primer anuncio de televisión de la campaña presidencial de American Crossroads, un grupo independiente aliado al Partido Republicano, emitido en julio en español e inglés, tuvo lugar casi al mismo tiempo que unos anuncios de radio en español del Comité Nacional Republicano. "Apoyé al presidente Obama porque hablaba muy bien, pero desde entonces las cosas han ido de mal en peor", afirma un personaje femenino en la versión en inglés del anuncio de American Crossroads.
Obama imploró a los hispanos a inscribirse y votar, a fin de reivindicar su voz en el proceso político.
La pronunciada caída del apoyo de Obama entre los blancos explica por qué la ofensiva tiene lugar tan temprano en la campaña del presidente por ser reelecto.
Apenas 35% de los adultos blancos aprobaron el desempeño de Obama en agosto. A seis meses de su asunción, la aprobación llegaba a 49%, según encuestas de The Wall Street Journal/NBC News. Los hispanos, en cambio, tienen una opinión más favorable, puesto que 57% aprobó su gestión en agosto, frente a 71% en junio de 2009.
Aquí, en Virginia, donde Obama ganó en 2008, dos tercios de los votantes blancos desaprobaron su gestión según una encuesta reciente. Esa es una razón por la cual, en suburbios como este, su equipo de campaña apunta a reclutar líderes de las comunidades, coordinadores y voluntarios para hacer llamados telefónicos a los latinos.
Una señal potencialmente alentadora para Obama es que según la Oficina del Censo, los latinos constituyeron 7% de los votantes en 2010, el porcentaje más alto para una elección no presidencial desde que esa agencia comenzó a recopilar ese tipo de datos.
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