Por Gabriela Calderón de Burgos
Ayer el Fraser Institute de Canadá publicó la edición Nº 15 de Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual. El primer informe, publicado en 1996, fue el resultado de una década de investigaciones realizadas por un equipo que incluía varios Premios Nobel y 60 académicos expertos en economía, ciencias políticas, filosofía y derecho. La última edición incluye un estudio de Jean Pierre-Chauffour que analiza si las libertades económica, civil y política o la creación de derechos concedidos por el Estado –educación, seguridad social, salud, etcétera– conducen al desarrollo económico.
Chauffour inicia su análisis citando a Milton Friedman, quien participó en la concepción y elaboración de este informe. Friedman consideraba que mientras más aspectos de la vida de las personas eran mantenidos dentro del mercado, habría menos asuntos sometidos a decisiones políticas –por las cuales unos individuos se tienen que conformar con someterse a las preferencias de otros. De esta manera, mientras menos asuntos requieran un acuerdo de la mayoría de la sociedad, habría más probabilidades de que esta llegue a un consenso mientras que se mantiene una sociedad libre. Bajo esta óptica, la libertad en estos tres ámbitos conduce al desarrollo económico sin requerir, en mayor medida, la acción coercitiva del Estado. Otra concepción del desarrollo considera que el énfasis debe estar en crear derechos concedidos por el Estado –una mayor intervención (y acción coercitiva) del Estado.
Estos dos enfoques generan instituciones totalmente distintas y Chauffour se propuso investigar cuáles parecen conducir al desarrollo observando los datos de 121 naciones a lo largo de 30 años. Para medir la libertad económica utilizó los datos de Libertad Económica en el Mundo, para medir las libertades civiles y políticas utilizó los datos de FreedomHouse y para medir la intervención de Estado utilizó los datos del componente “tamaño del gobierno” del mismo informe de Fraser Institute.
Ajustando para posibles distorsiones por geografía y dotación de recursos naturales, Chauffour concluye que “los países que favorecen la libertad para elegir –libertades económica, civil y política– por sobre los derechos concedidos por el Estado suelen alcanzar un crecimiento económico más alto y sostenible y lograr muchas de las características de éxito en el desarrollo económico identificadas por la Comisión Global para el Crecimiento y el Desarrollo”.
Muchas veces se pretende importar a países como el nuestro modelos inspirados en la Europa de los años sesenta, donde se dio rienda suelta a la creación de todo tipo de prestaciones sociales por parte del Estado. Pero una breve mirada al índice de libertad económica muestra un lado poco conocido (y reportado) de algunos de los países que suelen inspirar nuevas intervenciones estatales. Por ejemplo, Suiza es la cuarta economía más libre del mundo, seguida de otras sociedades libres y prósperas como Australia y Canadá. Lamentablemente, la economía más grande e influyente del mundo –EE.UU.– ha perdido liderazgo en este aspecto habiendo descendido de la posición 3 en el año 2000 a la posición 10 en 2009. Chile continúa siendo la economía más libre de Latinoamérica (la 7ª más libre del mundo), mientras que Venezuela sigue siendo la más reprimida, seguida de Argentina y Ecuador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario