17 septiembre, 2011

Matan de nuevo a Fidel Castro

Fidel Castro

En los últimos quince días el tema de la salud del expresidente de Cuba Fidel Castro estuvo de nuevo rondando los medios de comunicación, en lo que ya parece ser una dinámica que cumple sus ciclos cada cierto tiempo.

Se dijo de todo, que estaba en estado comatoso e incluso que había muerto.

La falta de información abierta proveniente de Cuba es quizás el combustible que aviva la llama de hechos no confirmados, rumores y especulaciones.

Ya sea por una política definida de información o incluso, la falta de ella, algunos gobiernos crean el escenario ideal para que, paradójicamente, la desinformación sea la protagonista en ciertos acontecimientos.

Los rumores, las especulaciones y la información sin confirmar o fragmentada son ingredientes que pueden causar cualquier cantidad de efectos: incertidumbre, temor e incluso inestabilidad política y económica.

Por ejemplo, la semana pasada el gobierno de Estados Unidos -intentando cuidarse las espaldas- anunció que había "una amenaza creíble" de ataque durante el décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre.

Para ello se dieron ruedas de prensa y pidieron a la población "estar alerta". En este caso, un dato creíble, concreto pero no confirmado que salió de fuentes de inteligencia, puso a mover todo el aparato de seguridad nacional.

Otro caso, esta vez de información fragmentada, es la ola de especulaciones financieras acerca de un posible anuncio de cesación de pagos por parte del gobierno de Grecia.

Este lunes 12 de septiembre los índices bursátiles en los mercados financieros globales cayeron de nuevo ante el temor de que ese rumor esté a punto de convertirse en noticia real, sobre todo después de que el ministro de Economía de Alemania dijera el pasado fin de semana que una "cesación de pagos ordenada" de Grecia "no estaba descartada".

También es un tema para destacar en este blog la salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Pese a que el mandatario finalmente reveló que padece cáncer, aún no cesan las especulaciones en torno a su estado de salud. Y aquí de nuevo la responsable es la información fragmentada. Hasta la fecha, el único portavoz de lo que pasa es el propio afectado.

Por lo general -y con esto no afirmamos que es una regla escrita- son los partes médicos los mejores vehículos para actualizar el estado de salud de una personalidad pública. El hecho de que un médico dé la cara es fundamental para evitar cualquier tipo de especulación.

¿Qué hace BBC Mundo con todo esto?

Informar con responsabilidad es siempre un reto, porque la información objetiva no existe. Por ello, tenemos ciertos límites que no traspasamos.

Por ejemplo, BBC Mundo no se hace eco de rumores. Con la salud de Castro hace unos días, el tema fue centro de especulaciones en blogs, páginas web e incluso algunos medios de comunicación.

Los periodistas creen que con decir "ojo, es una información no confirmada", protegen su credibilidad. En BBC Mundo la información no confirmada no es información.

Por supuesto, ciertos rumores activan la alarma en nuestra redacción, pero de allí a que salgan publicados es otra cosa.

En el caso de informaciones no confirmadas que manejan gobiernos, la actitud es publicarlas con responsabilidad. Fue el caso de la "amenaza creíble" de ataque en EE.UU. la semana pasada.

En esta situación, BBC Mundo informa con prudencia sin convertir el tema en un show mediático, sobre todo cuando es bastante probable que no vaya a ocurrir nada, como en este caso.

En situaciones de especulaciones financieras tratamos de hacer lo que alguna vez me enseñó un profesor de estilo y redacción: ejercer un periodismo de contención, es decir, que busca evitar el pánico, dando herramientas a los lectores en torno a qué decisiones tomar en momentos en que los mercados pudiesen afectarlos directamente con devaluaciones inesperadas, impactos en inversiones, bienes de consumo, propiedades inmobiliarias, etc.

Hugo Chávez

Chávez en el palacio de Miraflores, tras la tercera ronda de quimioterapia.

De nuevo, la regla es informar con responsabilidad y no ser combustible de matrices de opinión, ver el hecho desde la tribuna y tratar de analizarlo lo mejor posible.

Con el caso de la salud del presidente venezolano nos atenemos a lo que dice el propio Chávez sin especular y sin analizar sobre lo que puede estar detrás de su salud, porque en este caso, la única fuente confiable son los médicos que lo tratan y sólo ellos manejan con precisión de qué cáncer se trata, su esperanza de vida, si generó metástasis o si, por ejemplo, su ciclo de quimioterapia está dando resultados.

Esto no significa que estemos descalificando lo que dice el presidente venezolano. El problema es que no ha existido un parte médico que respalde la información que ha dado sobre su salud.

Lo que nos planteamos en nuestra redacción es que el periodismo debe ejercerse en todos estos casos con actitud activa, no ser simples repetidores de noticias de una forma desordenada y casi automática.

En momentos en que el ciberespacio está saturado de rumores e información no confirmada es cuando este oficio debe jugar su papel fundamental.

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