Sería oportuno sugerir a la Organización de Estados Americanos que evalúe los documentos de la guerrilla colombiana, que revelan la entrega a la campaña presidencial de Rafael Correa en Ecuador, de cientos de miles de dólares provenientes de la narco-guerrilla de las FARC, pues de confirmarse este contubernio desestabilizador, estaríamos ante una flagrante violación de la Carta Democrática del organismo regional.
Como era de esperar, el presidente de Ecuador ha negado con evidente nerviosismo, los cargos revelados por los máximos dirigentes de la guerrilla colombiana.
Pero ante esta negativa plañidera del presidente ecuatoriano, los archivos y las computadoras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han hablado para poner en evidencia una de las acciones más comprometedoras y sucias del narcotráfico para subvertir el orden democrático en el continente americano.
El primero en destapar la amigable relación entre Correa y la guerrilla fueron los computadoras de Raúl Reyes, segundo al mando de las FARC.
También los ordenadores dan cuenta de una generosa donación de ‘Tirofijo’, máximo dirigente de las FARC, antes de morir, a la campaña de Rafael Correa.
Posteriormente un video del ‘Mono Jojoy’, el jefe militar de las FARC, confirmó la donación espontánea de 400 mil dólares para colaborar en el triunfo electoral del entonces candidato Correa.
Finalmente el diario personal del propio Raúl Reyes reveló sin tapujos las relaciones clandestinas de la guerrilla con el equipo político de Correa.
Las computadoras y los correos electrónicos de Raúl Reyes, sumados al video del Mono Jojoy, son una prueba contundente que vinculan al presidente Rafael Correa con las guerrillas de las FARC.
Las dos promesas de Correa a las FARC, según las computadoras de Reyes, fueron, primero, el cierre de la Base norteamericana de Manta, que servía para localizar y monitorear los movimientos del narcotráfico, y segundo, la disminución de las tropas ecuatorianas en la frontera con Colombia, para permitir que la guerrilla colombiana pudiera hacer uso del territorio ecuatoriano.
Estas dos promesas, cumplidas al pie de la letra una vez que Rafael Correa tomó posesión de la presidencia de Ecuador, representan la mayor evidencia de que la vinculación con las FARC es una violación de la soberanía nacional ecuatoriana y un peligro a la estabilidad democrática del país y de la región.
Según un informe demoledor de las autoridades electorales ecuatorianas, la cuenta bancaria del partido de Rafael Correa en el Banco Machala registró depósitos en efectivo por casi medio millón de dólares, cuya procedencia no se ha podido establecer, aunque la fecha coincide con la registrada en los documentos de las FARC.
El escándalo de la financiación de la narco-guerrilla tuvo un giro sorpresivo cuando la Fiscalía antinarcóticos de Ecuador acusó al cartel de los hermanos Ostaiza de ser los que comercializaban la droga de las FARC colombianas en territorio ecuatoriano.
Tanto la DEA estadounidense, como la inteligencia colombiana, creen que los tres hermanos: Jefferson, Edison y Miguel Ostaiza, que querían contribuir con muchos dólares a la campaña electoral ecuatoriana de Correa, fueron la fuente receptiva de las donaciones que se mencionan en el diario de Raúl Reyes.
La evidencia probatoria de esta relación se conoce por la amistad de los hermanos Ostaiza con los cercanos colaboradores del presidente ecuatoriano, José Ignacio Chauvín, Gustavo Larrea, ex ministro de Seguridad, el general René Vargas, actual embajador en Caracas y el coronel Jorge Brito, todos también muy cercanos a Hugo Chávez.
El escándalo de la computadora motivó la salida de Gustavo Larrea del Gobierno de Correa, justo después de que Colombia confirmara su reunión con Raúl Reyes en enero de 2008.
Y aunque es cierto que Correa posteriormente quiso deshacer su relación amistosa con José Ignacio Chauvín, por problemas notorios de éste con la justicia ecuatoriana, las evidencias de la intromisión de las FARC colombianas en la política de Ecuador, son verdaderamente estremecedoras.
Si a todo este embrollo, sumamos la estrecha relación del presidente venezolano Hugo Chávez con el narcotráfico, que según el Informe del Congreso de los Estados Unidos, confirma que Venezuela se ha convertido en un narco estado en el Mar Caribe.
De acuerdo a los resultados de esta investigación congresional estadounidense, se comprueba la complicidad de altos funcionarios civiles y militares del régimen chavista con las organizaciones criminales colombianas.
Lo que explica que la exportación de cocaína en Venezuela se haya cuadruplicado en el último quinquenio.
Buena tarea de investigación para la Organización de Estados Americanos, como organismo regional, si verdaderamente quiere preservar los valores de la democracia en la región.
Autor: Aberto Müller
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