20 de septiembre de 2011 — De repente, el tema de un incumplimiento ordenado por parte de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) se puso sobre la mesa. La poderosa intervención del partido Solidaridad por los Derechos Civiles (BüSo, por sus siglas en alemán) que preside Helga Zepp-LaRouche en las elecciones regionales de Berlín, ha forzado ahora a nada menos que el Partido Demócrata Libelal (FDP) a meter la reversa y anunciar que las elecciones de Berlín fueron un voto sobre el euro. Christoph Meyer, quien encabezó la planilla electoral de los Demócratas Liberales para la alcaldía, en las elecciones del 18 de septiembre donde se eligió al parlamento de la ciudad de Berlín, declaró que "los berlineses no deben ser los que tengan que pagar la factura de la deuda de otros".
El presidente del FDP y ministro de economía nacional Philipp Rosler, quien el fin de semana del 10 de septiembre puso sobre la mesa la posibilidad de un incumplimiento ordenado de Grecia, voló a Milán para hablar con el ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti, obviamente en busca de apoyo a su propuesta. Y la prensa alemana informó que después de la reunión con Tremonti en Munich el 13 de septiembre, se dice que hasta el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaube, dijo que "uno puede dejar que Grecia se vaya" queriendo decir, incumplimiento, aunque Schaube negó luego haber dicho esto.
Mientras tanto en Italia, ha irrumpido con fuerza en los medios de información nacional un debate sobre una "solución a la Islandia", gracias a la economista y profesora Loretta Napoleoni, quien acaba de publicar un libro titulado "Contagio". La señora Napoleoni considera que un incumplimiento de Italia está a unos seis meses de distancia. Hace un llamado para que se den los siguientes pasos: "1) Abandonar la Unión Monetaria Europea; 2) Proteger al sistema nacional de ahorros mediante el refinanciamiento a los tenedores de bonos nacionales con un impuesto a los ricos; 3) Renegociación de la parte extranjera de la deuda pública, que involucra a otros socios de la UE, dado que esto tendrá efectos sistémicos, por ejemplo sobre los bancos franceses.
La señora Napoleoni, quien citó a Lyndon LaRouche en su libro anterior titulado "Economía renegada" fue entrevistada por varios medios de la prensa nacional, como el periódico financiero Il Sole 24 Ore y el programa de noticias nocturno de TV "Lineanotte" en la tercera red nacional Raitre.
"Hablo de un incumplimiento voluntario, controlado, y sobre la creación de una serie de reglamentos que le permitan a algunos países abandonar temporalmente el euro con el fin de recuperarse económicamente... en otras palabras, siguiendo el ejemplo de Islandia, que ejecutó un incumplimiento controlado y se salió voluntariamente del mercado de capitales, es decir, se declaró en incumplimiento y empezó a trabajar con el fin de pagar sus deudas" le dijo la señora Napoleoni al Il Sole 24 Ore.
"Sin embargo, Islandia tiene una situación mejor que la de Italia, porque no tiene al euro como su moneda. Y este es exactamente el problema: ¿cómo nos salimos del euro? ¿Cómo podemos salirnos sin crear un terremoto en Europa?"
Si Italia hiciera lo que hizo Islandia, "una salida controlada del euro, lo que sucedería es que Italia tendría que ofrecer garantías a la mitad de su deuda nacional, que está en manos de italianos y de bancos italianos, de unos 859 mil millones de euros. Esto se puede hacer con un 5% de impuesto a la opulencia a ese 1% de la población, es decir, esas 70 familias que solas, poseen el 45% de la riqueza nacional. Esto sería suficiente como para garantizar la deuda interna. Después de esto, en relación a la deuda externa, que está en manos de bancos extranjeros, tenemos que reestructurarla, renegociarla como se hizo, por ejemplo, con Dubai. Yo les doy 45 centavos por cada euro y diseñamos un plan de pagos para los próximos 5 a 6 años... Después de todo, la salida del euro nos permitiría regresar a la lira, que se devaluaría inmediatamente, lo que fomentaría las exportaciones y la competitividad".
Esta decisión, "tiene que tomarse en concierto con el resto de los países europeos. Pero es difícil de tomar porque si Italia decide un incumplimiento controlado, tenemos el problema de los bancos franceses, que están grandemente expuestos con nosotros. La salida de Italia del euro sin el apoyo de las otras naciones, en tanto que tiene que ver con sus economías y sus bancos, podría acarrear el desplome de dichos bancos. Por lo tanto, la situación es compleja, pero no tan compleja que no se pueda resolver. Necesitamos un acuerdo que abarque a toda Europa, pero nadie lo está mencionando".
"Todos los políticos europeos gobiernan como si la democracia fuera su propia corporación. Se olvidaron de la voz del pueblo. Estamos muy cerca de nuestros hermanos africanos, como lo digo en mi libro. Ellos se revelaron en contra de un mal gobierno dictatorial, pero nosotros enfrentamos oligarquías y por lo tanto poco a poco la indignación va a crecer. Esto es inevitable,
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